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TATO BORES: PAÑOS MENORES, PALABRAS MAYORES
"El contratiempo más serio que atravesé al
debutar en el Estrellas se lo debo al telón.
¿Sabe por qué? Porque durante las cuatro
primeras funciones no hubo tiempo de colocar uno
de pana, y nos debimos arreglar con el telón que
había, que era traslúcido. Como mi improvisado
camarín quedaba tras ese telón trasparente, yo
debía cambiarme a oscuras entre cuadro y cuadro;
el iluminador me había dicho que en caso de
encender las luces sobre el escenario, todos
iban a ver a Bores en paños menores, lo cual son
palabras mayores. Además de cambiarme a oscuras
(gambeteando en puntas de pie montículos de
arena y bolsas de portland, hasta llegar a la
parte posterior del famoso telón), el día de la
función inaugural pasé una brava: un
electricista colocó en lugares inadecuados 15
spots, hubo un corto circuito y todo quedó a
oscuras media hora antes de que comenzara el
espectáculo. Por suerte, se pudo subsanar ese
contratiempo y todo salió bien, salvo algunos
chirriditos que, por falta de grasa, emitieron
ese día dos decorados que representan un enorme
pan y una nube. "Pero mi espectáculo, por
suerte, fue muy aplaudido. Es que el público no
advirtió esos inconvenientes propios de un
teatro recién estrenado. E, incluso, muchos
tomaron con simpatía el hecho de ingresar a una
sala donde estaban todos los gremios de la
construcción trabajando a la par de los
artistas." Revista Siete Días Ilustrados
30.05.1975
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