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GAIL RUSSELL Posee un rico y sensible mundo
interior
UNA diversidad de roles ha
encarnado Gail Russell en la pantalla. Pero
sobre todo, se ha distinguido en papeles de
muchachas exóticas y de peligrosa seducción, que
son las que mas se amoldan a la personalidad de
esta actriz de rara y singular belleza. Su
físico está deliciosamente desarrollado y tiene
un rostro de ángulos perfectos. Pero su mayor
sugestión reside en sus ojos azules,
entrecerrados siempre, como si estuviera
viviendo permanentemente para su rico y sensible
mundo interior. Gail nunca pensó en
convertirse en estrella cinematográfica, como lo
confiesa a menudo. Pero el destino decidió lo
contrario al hacer que se encontrara
accidentalmente con un director de reparto y dos
buenas camaradas de estudios. William
Meiklejohn, de la Paramount, dió a esas jóvenes,
que se encontraban entre los quince y veinte
años, una magnífica oportunidad de ingresar al
cine. Y fueron ellas quienes recomendaron a Gail
Russell, ponderando tanto su belleza hasta
persuadir a Meiklejohn de que haría una gran
adquisición. El tiempo se encargó de confirmar
ese vaticinio, ante la sorpresa de la propia
Gail que, sin advertir casi lo que le estaba
ocurriendo, abandonó las aulas de una escuela
técnica, para enfrentarse con las cámaras. De
ascendencia irlandesa, Gail Russell —usa el
nombre verdadero—, nació un 23 de setiembre no
lejano, en Chicago, donde recibió su primera
instrucción. En 1936 la familia se trasladó a
California, asistiendo a la Wilson Junior High.
en Glendale, donde tuvo como con-discípula a
quien con el tiempo llegaría a ser otra
seductora figura de la pantalla: Jane Russell.
Durante los años subsiguientes, el hogar de los
Russell cambió varias veces de lugar, pero
siempre dentro del distrito de Los Ángeles,
hasta que afincaron definitivamente en Westwood,
una comunidad cercana. Gail debe su progreso
en el cine casi enteramente a la natural actitud
para actuar, pues antes de ser contratada por la
Paramount no poseía ninguna experiencia teatral
ni cinematográfica. Sólo había transcurrido un
mes desde que rindiera la prueba inicial, cuando
se le proporcionó la oportunidad de debutar en
"Henry Aldrich gets glamour", y interiormente
apareció como rival de Ginger Rogers en "Lady in
the dark". Fué este uno de los momentos más
emocionantes en la vida de Gail. pues Ginger
Rogers había sido su estrella favorita, y posee
álbumes llenos con sus fotografías. Actualmente
son muy buenas amigas, y confiesa Gail que entre
todas las grandes artistas que ha podido conocer
y tratar, Ginger es la única que conserva la
aureola de estrella ante sus ojos. Una larga
lista da películas integran su labor, entre las
que sobresalen "Calcuta", "Mil ojos tiene la
noche", "Canción de la India", "Capitán China" y
últimamente ha actuado, contratada por
Universal, en "Cadetes aéreos", con Stephen Mc
Nally, que se suma a la nomina de los más
cotizados galanes que han formado pareja con
ella. Después de sus dos primeras películas,
alguien la bautizó como "la pequeña Sara
Bernhardt", y aún hay muchos que la llaman de
ese modo. Aunque tiene fama de ser tímida,
pierde ese rasgo apenas siente que está entre
amigos. Quienes la han tratado afirman que es
sincera, encantadora y vivaz. Uno de sus
"hobbies" favoritos es la pintura, y aunque ella
no toma en serio las alabanzas, son muchos los
que después de ver sus cuadros aseguran que el
cine malogró a una gran artista. Revista PBT
15.05.1953
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