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Satchmo 
EL ADIOS DE SATCHMO

El 6 de julio, mientras dormía plácidamente en su casa de Corona Queens, en Nueva York, la muerte asaltó por última, definitiva vez, al trompetista Louis Armstrong. Tres veces, con anterioridad, se había librado de ella, escapando —casi milagrosamente, al decir de los médicos— de severos infartos que no pudieron vencerlo. Cuando su corneta calló para siempre habia cumplido 71 años de edad. Algunos meses antes de su muerte Satchmo (un apodo que resultó de abreviar Satchel Mouth, es decir,
boca de valija, como lo llamaban de chico) declaró: "Toda mi vida la he dedicado
a buscar la felicidad y finalmente he descubierto que, para mí, la felicidad es ver la alegría en los demás". El martes 6 de julio, sobre la silenciosa trompeta dorada de Louis Armstrong sólo cayeron lágrimas. Nadie pudo gritar: ¡Murió el rey! ¡Viva el rey!, pues su trono había quedado vacante. Tal vez para siempre.
Revista Siete Días Ilustrados
27/12/1971

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