—¿Cómo elige su repertorio?
—A mi ver, en lo
popular, hay dos tipos de música. Una que está
destinada a los pies. Otra, que se consagra al
corazón y a la cabeza. Las dos, si, las dos
deben existir, existen, están. Pero únicamente
la segunda perdura. Yo elijo esta última clase
de cantos. Como los de George Brassens, que es
mi autor más predilecto. Y no porque sepa, de
antemano que Aznavour es el autor preferido de
Brassens. Aparte de eso, sin camelo, nos
queremos mucho.
—¿Su propio éxito prueba que
la canción que perdura, que la canción de clase,
que la canción que dice algo, ha ganado terreno?
—No sé qué decirle. Por de pronto, en mi caso,
el hombre de escenario, el actor, digamos así,
ha hecho mucho por el hombre de la canción.
Porque, pienso, la canción debe ser como una
pequeña obra teatral. Exactamente como los temas
que escribe usted con Piazzolla. Así siento yo.
—Gracias...
Horacio Ferrer y Charles
Aznavour
Revista Gente y la Actualidad
15.04.1971