¿Cómo empezó, Donna? "La música me apasionó siempre, pero recién en 1964 empecé a actuar profesionalmente. Después vino lo del Warren Club, por televisión, y me empezaron a conocer. En el sesenta y seis lo conocí a Oscar y de ahí en adelante todo cambió, en todo sentido. Desde el punto de vista musical, objetivamente hablando, tal vez no sea el mejor técnico, pero es el que toca con más corazón, con más sentimiento. Como ser humano, bueno, estoy un poco enamorada, ¿no?", se ríe.
—¿Está conforme con lo que hace?
—Conforme, pero no realizada. No puedo hacer lo que siento.
—¿Qué le gustaría hacer?
—Cantar jazz, soul o beat. Desgraciadamente no puedo hacerlo con la asiduidad con que me gustaría. Tengo que hacer concesiones, pero no me dejo venver.
—¿Qué piensa de Donna como cantante, Oscar?
—Pertenece a la clase de cantantes músicos, es decir, aquellos a quienes les interesa más la música que cantan que la letra que dicen. El día que logre equilibrar música y letra será, pienso, inobjetable. Ahora, si tengo que elegir, me quedo con un cantante-músico. La música no es literatura. No hay que olvidar eso.
Gente y la actualidad
26.11.1970