El 2 de octubre murieron unos 35 estudiantes en lucha contra las
fuerzas de represión; el número de heridos y de presos ascendió
a muchos centenares. Así culminaba la escalada de sangre y
violencia iniciada a fines de julio, y que en algunas semanas
había trasformado a una simple insurrección estudiantil de
protesta contra la brutalidad de los 'granaderos' (cuerpo de
infantería policial), en un enjuiciamiento de toda la situación
institucional mexicana.
Revista Siete Días Ilustrados
14.10.1968