Gardel cantándolo o Valentino bailándolo (muy a su manera en el cine) dieron esa fama mundial del tango que hoy se acrecienta por otros valores. Juan Carlos Copes entendió que era posible enriquecer la coreografía básica surgida del bailongo, y con su partenaire María Nieves lo mostró con amplio suceso en tablados y escenarios del más alto nivel. (Revista Gente 1974)