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60.000 PERSONAS VIERON A LOS BEATLES EN
NUEVA YORK. CINCO HORAS ANTES DEL ESPECTACULO, EL STADIUM DE
SHEA ESTABA PRACTICAMENTE CUBIERTO. NUNCA SE HABIA VISTO UNA
COSA IGUAL EN EL MUNDO EMPRESARIO DE LOS "SHOWS", LOS
BEATLES, ANTES DE COMENZAR, VOLARON SOBRE EL LUGAR EN UN
HELICOPTERO. HASTA LOS ANCIANOS SE UNIERON AL ELECTRIZANTE
RITMO DE LOS FLEQUILLOS.
Qué pensarán de esto los sociólogos? ¿Y los analistas? ¿Y
los que estudian psicología de masas? La opinión de estos
señores difícilmente sea escuchada por los mismos oídos que
escuchan a Los Beatles, ellos no razonan sobre la cosa,
están en la cosa.
En cambio los que si razonan —pero en el plano comercial—
son los empresarios norteamericanos, alentando cada uno el
sueño del Beatle propio.
Una juventud que parecía haber perdido la capacidad para
asombrarse, grita, llora, se desgarra las ropas. Los Beatles
crearon una verdadera revolución mundial y su estilo ha ido
mucho más allá de sus guitarras y sus melenas. Con el
tiempo, tal vez lleguen a ser el eslabón perdido de una
nueva escala humana, o en el mejor de los casos los
diccionarios anotarán: "Beethoven: músico conocido en la era
de Los Beatles".
Revista Gente y la Actualidad
24.03.1966 |
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