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fragmento del reportaje que le hace Norberto Aroldi a
Hugo del Carril en Revista Gente y la actualidad (marzo de
1971)
HUGO: —Las cosas no andan muy bien en el mundo, Aroldi. A
veces, cuando no alcanza el pan... una canción ayuda a que
el hambre no duela tanto. Por otra parte, tenemos que ir
hacia la juventud. Nos necesitamos mutuamente, porque la
Patria seguirá siendo de ellos cuando nosotros ya no
estemos.
(OTRA VEZ SONABA LA PALABRA JUVENTUD, NUEVA, VITAL.)
YO: —¿Qué es la juventud, Hugo?
HUGO: —La vida de siempre.
YO: —¿Y los hijos?
HUGO: —Un poco el futuro de cada uno.
YO: —¿La mujer?
HUGO: —Madre.
YO: —¿La Patria?
HUGO: —Lo que hacemos todos ios días.
YO: —¿Armando Díscépolo?
HUGO: —Uno de nuestros más grandes dramaturgos. Nos
presentaron cuando yo tenía veintinueve años. Recuerdo que
le dije: "Nos conocemos desde hace veintiocho años". El me
miró y me dijo: "Explíqueme". Le expliqué. "Mi abuelo es
Orsini Bertani; el primero que editó sus obras, como también
las de Florencio Sánchez y González Tuñón, entre otros. El
me llevaba a un café donde se reunía con ustedes. Yo tenía
un año, y a usted siempre lo acompañaba su hermano Enrique,
que por entonces tendría catorce años. Seguro que alguna vez
me tuvo en sus brazos".
YO: —¿Qué era Discepolín, Hugo?
HUGO: —La captación de TODO.
YO: —¿Y Homero Manzi?
HUGO: —ALGO que difícilmente vuelva a repetirse. Como POETA
y como SER HUMANO. |
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