Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 

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Osvaldo Piro

Piro tiene patillas largas y cara seria. Fuma mucho, piensa antes de hablar. Durante los bailes de Carnaval, en el Centro Lucense, se recaudaron 30.000.000 de pesos, y allí estaba él.
—¿Saben una cosa? Aquello fue la sorpresa más grande de mi vida. La gente vino a oír un recital de tango y no a bailarlo. Hice "El tango del Angel", de Piazzolla, "Verano Porteño", cosas que requieren concentración y sensibilidad. Y no hubo un solo murmullo, nada; sólo silencio para que la música pudiera surgir.
De vez en cuando se pasa la mano derecha por el pelo, muy negro, por los ojos que confiesan noche, mira el techo y habla con voz muy grave.
—Yo no soy un boom. Soy un éxito pero no un boom. Me vine para arriba escalón por escalón y no de golpe. A mí no me inventó nadie. Nadie me dijo "vos tenés que ser un tipo triste y tímido", o "lo que tenés que hacer es irla de play boy tanguero". Yo soy como soy. Viviendo o haciendo tango. Lo demás queda para los nuevaoleros. Si las grabadoras se lo proponen pueden fabricar uno todos los días. No venderán discos largos, pero venderán una buena cantidad de simples y listo.
Para algunos, Piro era exactamente lo que el tango necesitaba. Algo entre Troilo y Piazzolla, uno mítico y otro discutido.
—Si eso se concretó o no, a mi no me importa. Simplemente porque yo no soy ni Troilo ni Piazzolla. Soy Piro. El "Gordo" es un genio y un mito. Astor ya es comprendido. Como compositor es un éxito. Pero en el tango no caben muchos ídolos. Por lo menos no caben muchos juntos. Fue necesario que se muriera Sosa para que Goyeneche arrasara. El público de tango no puede sostener muchos ídolos a la vez, A pesar de que el tango está en pleno ascenso ahora, como lo prueban las cifras de ventas. A pesar de que a los jó venes les gusta, aunque se diga siempre lo contrario. Quiero decir a los jóvenes de la Argentina 1969. A ellos les gusta el tango y yo hago tango para ellos. ¿Cómo es? Qué sé yo. No es del tiempo 'e ñaupa ni del 2000. Es de ahora.
Osvaldo Piro puede moverse en dos direcciones: la de la calma total, esa que lo hace hablar de pronto desde un semisueño, y la de la explosión que le levanta las manos y la voz. Salta de una a otra, sin terrenos intermedios.
—La música de laboratorio con estribillos insoportables no es música de este país ni de ningún otro. Pero el público sabe ver y sabe oír. Hay un vuelco hacia las cosas de adentro. En folklore no sólo se habla de mozas y pañuelos sino también de criollos y caudillos. Hay toneladas de gente capaz para hacer lo nuestro, Y el tango en especial. Baffa-Berlingieri, Julián Plaza, Leopoldo Federico, Eduardo Rovira...
Puede ponerse de píe y caminar mientras larga palabras y humo.
—La música nueva es importante, La de María Elena Walsh, por ejemplo. Es una mujer inteligente que sabe decir cosas. Y que además hizo "El 45", que es algo que puede aproximarse al tango. Tenemos que esperarla. Puede volver a dar tangos, pero eso no es fácil, Fijate en "14 con el tango". Escritores y músicos reunidos para hacer tangos. Ninguno fue un suceso total, porque una cosa es escribir poesía y otra escribir tangos. Homero Manzl dijo una vez que él podía haber sido un hombre de letras, pero prefirió hacer letras para hombres. ¿No les parece formidable?
Ricardo Jordán
Fotos: Eduardo Forte
Revista Gente y la Actualidad
27.03.1969

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