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"El matrimonio Discépolo había cultivado
la amistad con Juan Domingo Perón cinco años antes que el
general accediera a la presidencia. "Nosotros habíamos
conocido al ex presidente por intermedio del hermano del
músico Francisco Lomuto, que era militar cuando Perón se
desempeñaba como agregado de la embajada Argentina en
Chile", memora La Viuda. Desde aquel entonces, una corriente
de simpatía conectó al defenestrado presidente con el vate.
Idilio que alcanzó su cénit con la audición radial
Mordisquito, abordada por Enrique Santos Discépolo. En 1951,
al morir Discépolo, Perón bautizaba con su nombre al actual
teatro Presidente Alvear. Un honor que, tras la caída del
general, Tania lamenta haber perdido: "Lo único que me dolió
después de la revolución es que le hayan sacado el nombre de
Enrique al teatro. Pero ése es un dolor mío, personal".
Revista Siete Días Ilustrados
09.11.1970 |
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