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NORMA BAYLON
LA ARGENTINA QUE RECORRE EL MUNDO
Diariamente llega un cable del extranjero que habla de Norma
Baylon. Desde Inglaterra, Francia o Italia, la tenista Nº 1
del ranking argentino es noticia en el ambiente deportivo
mundial.
"Tiene instinto de matador" dijo el experto inglés Pat
Hughes cuando la vio jugar, por primera vez, en Gran Bretaña
en 1963. Agresiva, nerviosa, Norma hace siempre juego de
ataque. Quizá no tenga madura su imaginación ni su técnica,
pero tiene fuerza y un poderoso contragolpe. Hace dos años,
ingresó al exclusivo grupo de grandes figuras que hacen la
gira internacional del tenis: Wimbledon, Roma, Alemania,
Forrest Hill, Roland Garros, etc. Para ella ha sido un
importante acopio de experiencia. Gane o pierda, cada
partido le aporta un poco más de ese aplomo y control que
tanto necesita. Aunque a veces todavía se desconcierta por
la opinión de la tribuna o la presión del adversario.
Entonces su juego se torna inseguro.
Norma tiene 23 años. Comenzó a jugar tenis a los cinco,
cuando era apenas más alta que la red. Poco después, el
veterano profesor Moya la inició en los secretos del "juego
blanco". También recibió consejos de los mejores jugadores
de entonces, entre ellos el legendario Enrique Morea, la más
grande figura que ha dado hasta ahora nuestro tenis.
Y Norma comenzó a subir. Fuerte, desmañada, con fallas de
temperamento y de juego, pero con una gran decisión. Su
sello distintivo eran los "shorts" masculinos que usaba
invariablemente y la costumbre de hablar en voz alta durante
el juego, retándose: "¡Qué hacés Norma!", "¡Dios mío, qué
mal juego!", etc. Eso la calmaba. Las adversarias pocas
veces podían resistir su potencia y su espíritu de lucha. La
única manera de ganarle era rehuir el ritmo violento que
ella imponía, oponer tranquilidad a su estilo nervioso.
Norma ganó varias veces el campeonato argentino. Entonces
comenzó a hablarse de enviarla a la "gira" mundial. "Es
demasiado joven", dijeron algunos. "Demasiado nerviosa",
afirmaron otros. Pero Norma cambió sus "short" por la
clásica falda corta, y fue. El ex campeón Fred Barry (que
ahora diseña ropa de tenis) le auguró que en cuatro años
puede llegar a ser campeona en Wimbledon. "Tiene lo más
Importante —dijo— talento natural y decisión."
Pero sobre todo Norma tiene disciplina. No asiste a fiestas
ni reuniones. Su única salida es el cine (le gustan los
dramas), no tiene hobbies ni practica otros deportes y
depende mucho de la autoridad de su padre. Ahora está otra
vez en Europa, preparándose para Wimbledon. Después
completará su segunda gira por los "courts" internacionales
y regresará al país para el campeonato argentino, en
octubre. Quizá traiga muchos triunfos. Quizá no. No tiene
demasiada importancia. De acuerdo a la profecía de Barry,
todavía le falta un par de años para brillar alto en el
tenis mundial.
Revista 7 Días
22 junio de 1965 |
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