"Es evidente que algo se está haciendo. Más que hace unos años,
pero menos de lo necesario. Sin duda encarar el problema es una
manera de empezar a solucionarlo. Quizá el problema de la
vivienda —como tantos otros— no pueda resolverse en forma
aislada. La inflación económica hace que los materiales sean
cada vez más costosos, las cuotas más altas, los alquileres más
gravosos. Los varios miles de viviendas que contemplan los
planes oficiales son apenas una gota de agua para el millón y
medio que necesita el país. Sólo el conseguir que ese déficit no
aumente significa un esfuerzo ciclópeo.
Mientras tanto, para millones de argentinos hacinados en piezas
alquiladas, pensiones y villas miseria, la casa propia sigue
siendo una utopía. Los novios siguen deambulando en busca de un
lugar donde vivir casados. Los casados apretujan sus proyectos
en una habitación de la casa de los suegros. Los más
afortunados, trabajan en dos empleos para dedicar un sueldo a
pagar el alquiler o la cuota del crédito hipotecario.
La vivienda es todavía la gran preocupación, la permanente
angustia de la familia argentina. Y, al parecer, lo seguirá
siendo por más tiempo aún." Revista 7 Días (la que aparecía con
el diario La Razón, los martes) 1965
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