Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 

Fotos

Alfredo Alcón

—Yo soy actor porque la vi a Bette Davis sonarse la nariz, por ejemplo.
—¿Cómo?
—Claro, mi abuela me llevaba al cine (desde que usaba pantalones cortos). Las actrices eran todas muy hermosas; tenían trajes muy lindos. Siempre había flores detrás de ellas: no parecían personas. Un día me llevaron a ver una película, "La gran mentira": la primera aparición Bette la hacia despeinada, muy ojerosa y resfriada. En ese momento se sonó la nariz. Y yo pensé: "Se sonó la nariz! ¡Entonces es una persona! ¡Es igual que yo!" Quise ser actor. Sentí que YO TAMBIEN podía serlo. Tendría siete, ocho años, y jugaba en la azotea de mi casa a cosas que parecían teatro: veía bichitos, una abeja muerta, la metía en una cajita, me ponía todos los trapos o sábanas que encontraba y hacía una cantidad de ceremonias alrededor de la cajita; ¡una cosa de locos! Era una aventura solamente para la abeja y para mí, no quería tener público. Me hubiera dado mucha vergüenza. Era un misterio mío, un mundo mío.
Revista Gente y la Actualidad
17.01.1974
Foto de Ricardo Alfieri (h)

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