—Una bailarina nace y se hace. El baile es un desafío contra la naturaleza, le exigimos al cuerpo hacer cosas para el cual no está dotado. Eso requiere muchos sacrificios y estudio. A los quince años ingresé en el cuerpo de baile del teatro Argentino de La Plata. Cuando cumplí los dieciocho egresé del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón, y Aráiz me ofreció formar parte de su grupo, que para ese entonces se presentaba en el teatro San Martín. Estuve tres meses con Aráiz. Desde que yo tenía trece años no había concursos para incorporarse al cuerpo de baile del teatro Colón. Durante todo ese tiempo estaba esperando una oportunidad que me permitiera integrarme al ballet y la oportunidad se dio mientras estaba con Aráiz. Dejé todo, me presenté en el teatro y aprobé...
Liliana Belfiore
Revista Gente y la Actualidad
17.01.1974