Una audición femenina que asusta a ciertas damas
TV. Cuando se dice "programa para mujeres" se piensa generalmente en Doña Petrona cocinando ante la cámara un pato a la cazadora, o a Lagarrigue describiendo el último grito en vestidos de novia. Por eso, cuando hace unos meses las participantes de 'Mujeres a la hora del té' (Canal 7, todos los días a las 16 hs.) discutieron, delicada pero verazmente, el control de la natalidad y las ya famosas pildoritas, muchas señoras se llevaron un buen susto. (A pesar de que desde dos días atrás se les venía avisando que apartaran a los chicos del televisor).
"No hay temas tabús", dice la delgada y activa Elsa Martínez, coordinadora y autora del programa. "Hay, en cambio, formas tabú de referirse a ellos". Estas mujeres han querido romper precedentes. Y lo consiguen. A los tres días de nacer, el programa registraba el más elevado rating del canal. Tal vez porque, como dijo una madre joven, que lo sigue desde el primer día, "ya no somos la «morocha que se pasa la vida con sus cantares»". Ahora, las mujeres quieren saber y discutir a plena voz qué debe hacerse con el divorcio, con la educación sexual de los chicos, los prejuicios raciales, el sistema carcelario.
Por otra parte, el éxito era previsible por las figuras que participan en él. María Rosa Gallo aborda los temas artísticos y literarios; Valentina los periodísticos; María Vaner desenreda las madejas de la psicología y la pedagogía; y todas polemizan con Nelly Beltrán e Hilda Bernard en lengua llana sobre los diversos y generalmente espinosos temas del programa. "Todas se sienten muy satisfechas de este contacto real, personal, con el público, sin interpretar ningún personaje", sostiene Elsa Martínez.
Un elemento tan poco usado entre nosotros como es la audacia y la franqueza, debía provocar violentas reacciones en contra y a favor. Grupos de coléricas señoras han acudido personalmente al canal a protestar por la crudeza de los temas. Un marido "a la antigua" provocó una feroz pelea con su mujer, enfurecido por "esa vergüenza de Canal 7". La atribulada cónyuge tuvo que pedirle a María Rosa Gallo que, empleando sus más sutiles y dulces armas de actriz, convenciera al troglodita de que se había equivocado, y de que no había causal de divorcio en ver el programa... Pero ese mismo día una maestra organizaba con sus alumnas un círculo de discusión en torno de los temas de Mujeres. Y en un club de Villa Dominico, veinte amas de casa, solemnemente constituidas en "club de polémica", ven el programa y luego se ponen a discutirlo con envidiable apasionamiento. Ni siquiera las participantes mismas del programa se libran de revueltas y de oposiciones. Al principio, Hilda Bernard estaba muy preocupada por la audacia de los asuntos que se trataban. "Tía Eulalia", le pusieron sus compañeras, en amistosa burla. Unos meses después se rebautizó a sí misma como "tía Ingrid", con reminiscencias suecas y bergmanianas.
En Canal 13, la imaginación femenina se mostró menos partidaria de aventuras, y se quedó en la confortable tradición. Nelly Raymond, creadora absoluta de 'Panorama hogareño', volcó el peso de su esfuerzo en la teleplatea del interior, encabezando un equipo —Irma Montrassi, Elida Velazco, Carmen Benítez, Germinal Nogués— que viaja continuamente por todo el país recogiendo noticias y estableciendo contactos. A las 8,30 hs. el destacamento de Nelly se reúne, con puntualidad militar, en una cómoda oficina del barrio de Tribunales, de allí parte a sus operaciones: entrevistas en las cárceles, información ultra-fidedigna sobre cómo se roba una cartera, un incendio inesperado, etc. También los personajes de campanillas muestran la cara en el programa: Alfonso Paso, Catherine Deneuve, Jacques Charrier, el príncipe Sadrudin Aga Khan. Tienen que enfrentarse con periodistas de todo calibre, entre los que sobresale la incisiva Norma Dumas.
"Somos el 57 por ciento del electorado", sostiene Nelly Raymond. "Nos ha llegado la hora de hacer algo más que cocinar y arreglar la casa".
Revista Panorama
abril de 1965

En la foto: Nelly Beltrán, María Vaner, Valentina, Hilda Bernard y María Rosa Gallo