—"La chica de la boutique" ¿es una invención o tiene que ver con
alguien?
—Tiene que ver con una chica a la que yo quise mucho. La cosa no
pudo ser y tuvimos que separarnos. Hice una promesa: si volvemos
a estar juntos me dejo crecer el pelo...
—Y dale con el pelo. Oíme: ¿te trae alguna ventaja especial la
rodilla?
—Por supuesto. Cuando fui a hacer el servicio militar estaban
todos en la fila esperando para que les corten la porra y cuando
me tocó el turno el cabo peluquero me miró como si fuera un
fantasma y no tuvo más remedio que hacerme ir...
—Te salvaste por un pelo.
Se ríe tipo carcajada, se mueve despacio, casi tímidamente, aún
no está acostumbrado a las fotografías y medio se resiste al
acoso de Carlitos Abras.
Revista Gente y la Actualidad
27.05.1971