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Juan Carlos Mareco (Pinocho)
—¿Usted cree que durante los tres meses que estuvo como
interventor en Canal 9 cumplió con ese compromiso?
—No sé si lo cumplí, pero por lo menos lo intenté. Si mi gestión
hubiese sido más prolongada tal vez habría logrado mis
objetivos.
—¿Y por qué renunció?
—A mi entender, la televisión tiene que estar abierta a todos
los sectores, ser multipartidaria, Como decía el general Perón:
lúcida, aperturista, entretenida, sanamente divertida y con
información objetiva. En Canal 9 yo intenté llevar a buen puerto
algunos de los consejos del Líder y durante mi gestión el
setenta y dos por ciento de la programación estuvo compuesta por
realizaciones argentinas. Pero como después hubo una serie de
problemas que me impidieron seguir mi plan, decidí renunciar.
Ahora, después de haber ocupado un cargo público, no me animo a
decir si se está cumpliendo o no con lo que quería Perón, pues
hace mucho que no veo TV.
—Pero aunque usted no mire televisión participa en un programa.
¿Considera que en él cumple con ese compromiso social que
mencionaba anteriormente?
—Mire, cuando renuncié al cargo de interventor en Canal 9, me
propuse por largo tiempo no aparecer ante las cámaras pese a que
tuve importantes ofertas de los cuatro canales.
(...)
En reiteradas oportunidades usted se identificó como peronista.
En caso de que en 1977 otra corriente política reemplace al
justicialismo en la conducción del gobierno, ¿usted aceptaría
trabajar en televisión o en radio?
—En primer lugar, quiero aclararle que pienso que, en caso de
cambiar la conducción en 1977, sería un gravísimo error que se
destruyeran las cosas positivas que ha hecho este gobierno. Eso
es lo que me preocupa. Personalmente, y si en un futuro me
encontrara con un gobierno distinto y las autoridades me
consideran útil en mi trabajo, útil para el país, me quedaré a
colaborar. Eso sí, no solamente como relator de chistes. Ahora
que si éste, como cualquier gobierno, no me considera útil, me
marcharé con las valijas a otro lado.
—¿Qué es para usted cultura nacional?
—Esa pregunta es para pensarla mucho y para hacer cien ediciones
de una revista. Es un atrevimiento que yo pretenda contestarla.
De todos modos, pienso que la cultura nacional, en los medios de
difusión, sería enseñar lo mejor que tenemos; desde los pintores
jóvenes, poetas y demás artistas hasta los técnicos que fabrican
grabadores en Lules, Tucumán. También pienso que habría que
destacar la labor de nuestros médicos. Al respecto, tengo
presente el día en que en Estados Unidos un médico cubano me
dijo que no entendía por que razón Pepe Biondi, cuando tuvo un
problema de corazón, se fue a Houston a operarse, si en
Argentina había médicos que lo hubiesen intervenido
perfectamente y por menos dinero.
—¿Existe alguna razón por la cual usted ahora está tan
politizado?
—Siempre estuve politizado, lo que sucedía es que no tenía
oportunidad de hacerlo Público. Antes era un cómico y un
animador. Ahora me siento útil para todo Son cambios que se dan
en la vida Desde que me levanto comienzo a interesarme por lo
que pasa en el mundo Leo mucho de político internacional v en
especial lo que se filtra del Tercer Mundo. En estos momentos
desde mi trinchera, que es esta casa, no abandono para nada mis
pretensiones de comprometerme con lo nacional. Y aunque no estoy
en cargos oficiales como antes, creo que el no meterme y, a
veces, el silencio significan un compromiso, una forma de
criticar y una manera de construir.