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Juan Gatti
En un diario japonés, traducido al inglés, hay
una página dedicada a las obras de arte
presentadas en Expo 70. En la página se destaca
por su tamaño, un mural. Debajo de éste se
distingue otro bastante más pequeño es de Miró.
Nos detenemos nuevamente en el primero y
sorprende encontrarnos con un artículo
explicando quién es el autor: Juan Gatti. El
título de la nota es: "Argentina".
En el ya tradicional barrio de San Telmo, donde
el tiempo se detuvo en el siglo pasado, con las
paredes descascaradas y con el olor de los
candombes diluido en el hollín, entramos a un
conventillo. Escuchamos los compases de un tango
de Piazzolla, subimos por las escaleras, dos
pisos y entre macetas con malvones, la puerta.
Allí nos atiende Juan Gatti, remera a rayas
azules y coloradas, un Lee de corderoy beige y
botas.
—¿Cómo llegó a Japón?
—Me enteré que a la Expo 70 no iba ningún pintor
argentino y mandé una carta a la Secretaría de
Comercio Exterior, invitándolos a una exposición
que realicé en mi casa el año pasado...
Vinieron, les gustó, pensaron que yo les podía
ser útil para decorar las paredes del Pabellón
Argentino, y así empezó todo.
—¿Qué autoridades tuvieron a cargo la
organización del Pabellón?
—La Secretaría de Comercio Exterior, un
organismo con gran dinamismo y dispuesto a
superar con trabajo y entusiasmo las
dificultades.
—¿Cuál fue el presupuesto?
—Creo que costó alrededor de un millón de
dólares.
Fragmento de reportaje en la Revista Gente y la
Actualidad
23.04.1970