—Bueno, hay una multitud de publicaciones en donde usted aparece
diciendo quién es, qué hace, qué piensa de esto y de lo otro ...
—No, no. Usted sabe que esos reportajes se prefabrican. Hay
clisés. Es como aprender una lección de memoria, como recitar un
libreto. Me refiero a otra cosa: a que me siento vacía. Ahora,
en este momento, a los 31 años, me pregunto quién soy, quién
demonios soy, y encuentro una sola, única respuesta: soy una
actriz sexy. Pero eso no basta, ¿se da cuenta? Ahora, de pronto,
descubro que soy pura y exclusivamente lo que aparento. Una
muñeca.
Revista Siete Días Ilustrados
06.03.1972