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Si bien el año pasado le trajo popularidad y
dinero, 1970 no aportó un regalo menor para
Víctor Laplace: las merecidas y elogiosas
críticas y su labor teatral en "Un día en la
muerte de Joe Egg", donde interpreta el papel
más difícil de su carrera. Sin embargo, el rumbo
definitivo de su vida cambió cuando hace unos
cuantos años trabajó en "Los de la mesa 10", de
Osvaldo Dragún, porque si hay algo que jamás se
imaginó Víctor Laplace es que sería actor: su
título de técnico mecánico le bastó, hasta ese
momento, para satisfacer sus necesidades de
adolescente. Su próximo trabajo artístico fue
una incursión en el teatro Di Tella, que si bien
no le deparó mayores satisfacciones
profesionales le brindó en cambio la oportunidad
de conocer a Renata Schusseim, quien es hoy su
mujer.
—Yo siempre me enamoré mucho. De pibe
me agarraba grandes metejones. Pero mi primera
relación seria es con Renata, y yo la
necesitaba. Tenía que volcar en alguien todo lo
que pasaba por mi alma y mi espíritu. Siempre
fui un solitario, mi relación con mi familia
nunca fue muy buena, pero prefiero no hablar de
eso porque me hace mucho daño. Somos dos
histeroides. Pero combinamos muy bien nuestras
histerias. Cuando estoy muy neura ella me
tranquiliza. Cuando lo está ella soy yo el que
le llevo la paz. Eso hace más llevadera nuestra
unión.
Fragmento de reportaje de Ricardo
Jordan, foto de Norberto González (h) en la
Revista Gente y la Actualidad
23.04.1970