Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 

Fotos

Françoise Sagan

Françoise Sagan
Cinco novelas, tres obras de teatro, dos divorcios, un hijo y la voluntad inconmovible de ser feliz.
—¿Nunca le ha provocado placer advertir que un hombre enamorado de usted estaba celoso, discretamente celoso?
—Es absolutamente indispensable para una mujer saberse protegida, pero no espiada. Que se nos tenga en un puño, pero no que se nos siga por la calle. Una mujer que no percibe en el hombre que ama ese afán de tenerla, esa necesidad de conservarla a su lado, se siente muy desgraciada. En realidad, los celosos deberían ser alegres y los hombres tendrían que hacernos escenas cómicas. Comprenderíamos entonces que hay una pizca de gravedad en el asunto, que él ha visto en efecto que habíamos mirado a Fulano. Pero no es indispensable que nos haga una escena tempestuosa cada vez que eso ocurre.
Revista Panorama
diciembre 1963

Fragmento de caricatura revista Caras y Caretas

siguiente
en la sección