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Silvina Bullrich
—¿Le hubiera gustado ser hombre?
—Creo que es lo que más me hubiera gustado. Incluso hubiera sido
más lógico. Porque todavía las mujeres tienen una situación muy
triste en el mundo, no nos dan nada, pasamos siempre después de
los hombres, nos cuesta que reconozcan nuestros valores. Yo,
hombre, hubiera sido muchas cosas, no sólo escritora. En un
ambiente como el que yo nací es muy difícil aceptar que una
mujer trabaje.
—¿Qué ambiente?
—Clase alta argentina. Mi padre era médico y no tiene nada que
ver con los rematadores. Era primo de ellos. No tenía fortuna,
pero era un ambiente muy vinculado, donde me hubieran podido dar
puestos, directorios, cosas que me permitieran vivir cómoda sin
tener que hacer traducciones, notas, radio, televisión. Yo no sé
qué he hecho para vivir, para mantener a mi hijo, a mi casa. Eso
fue muy, muy duro. Pero como era mujer nadie me ayudaba. Sólo
llegué hasta 6º grado y no querían que siguiera estudiando. Yo
me sentí siempre trabada por el hecho de ser mujer. Sí, sin
duda, me hubiera gustado ser hombre...
—Sin embargo llegó a ser una escritora conocida...
—Pero no quiero escribir solamente. Me hubiera gustado hacer
infinidad de otras cosas. Entiendo mucho de finanzas, podría
haber sido embajadora. Pedí ser agregada cultural cuando estaba
en París, y nadie me dio corte. Cada mil hombres nombran a una
mujer. Y entonces todo el mundo dice: "¿Viste? han nombrado a
una mujer". ¡Pero por Dios, con una mujer cada cinco años no
vamos a ir muy adelante! Y yo no puedo escribir un best seller
todos los años.
—¿Le interesa escribir solamente best seller?
—No, me interesa comunicarme. Yo soy muy trabajadora, muy
activa, tengo que justificar todos los días mi vida, saber que
he hecho algo muy útil. Me he cansado de decir que las mujeres
somos como los negros, como los judíos en la época de Hitler y
como los obreros: nos dejan adelantar tres pasos y nos hacen
retroceder dos... Me canso de leer publicaciones sobre el "boom"
de la novela latinoamericana y se olvidan de mi nombre. Cuando
no hay en el país dos escritoras que vendan tanto como yo...
—¿Conoce a Borges?
—Lo conocí hace 30 años. Y ya entonces era considerado un hombre
genial en la Argentina. En este momento me duele que esté
pasando un mal momento en su vida privada, y que no lo respeten,
que no lo dejen en paz. Es un gran escritor, no cabe duda, lo
más representativo nuestro, el único realmente conocido en
Europa y en el mundo entero.
—¿Y Cortázar?
—No lo conoce nadie. Pregúntele cuantos libros ha vendido en
Italia, por ejemplo. Y además nació en Bélgica, pero eso no me
interesa. El burgués culto europeo nunca lo ha oído nombrar.
Además, todos nosotros hemos sido un poquito traducidos: Mallea,
Sábato, Beatriz Guido, "Bomarzo", yo. Lo que ocurre es que
Cortázar ha hecho desde Europa su plataforma. Cuando yo volví de
pasar dos años en Europa, tuvo mucho más nombre que antes...
fragmento de reportaje de Renee Sallas
Foto de Juan Mestichelli
Revista Gente y la Actualidad
19.11.1970