Futilísima Ruinosa Satelital
No hay cosa más inútil que dar consejos

Agustín Cordobazo... 
...de Armando Tejada Gómez

Sí, Tosco, sí Agustín, 
como hace la madera:
con la tenacidad
de la flor que no cesa;
de ese modo, Agustín
tosco, como la tierra
¡de donde el Cordobazo
alzó su polvadera!

Como ese grito crudo
que sale de los gremios, 
de los talleres grises
y las Villas Miseria;
así, Agustín tumulto,
de esa manera entera,
avanzamos contigo
y con la clase obrera...

Nadie sabe en qué aire
te volviste bandera
transparente, Agustín, 
de overol primavera

Toscamente, Agustín
sangre de sangre nuestra,
codobamente hermano,
para que el día vuelva:
contigo en cada nido,
en cada campanario
y el motín de palomas
que de tu sangre vuela.

Nadie se ha detenido,
nadie ha dicho: me rindo;
a cada santo y seña
tu multitud regresa
con los puños al aire
hacia la vida nueva
y tu overol azul
¡de Patria en primavera!

Si alguien escribe algo así exactamente hoy dirían que es un "culto a la personalidad" (cómo resurgen viejas y gastadas frases ¿no?). Buehhhyyy pasemos a los temas que urgen, se vienen los calores y con ello el enemigo público number one: el mosquito.
Muchas veces he visto combatir el acercamiento de los mosquitos a nuestra entidad corpórea, desde utilizar las cremas repelentes hasta poner bombitas amarillas. Algunas veces aconsejaban la luz ultravioleta, pero para mí esa luz siempre fue para los bailes, qué quiere que le diga. He visto quemar pan seco en balde de chapa, y hasta poner ramitas de olivos en las lámparas, para que los mosquitos se queden ahí nomás y se disequen ¿?. Plegarias he escuchado:"... oh San Adovito, haz que esta noche no vengan los mosquitos" a la par que la moza embadurnaba ambos dos cachetes de su rostro, pues esa noche habría declaración de amor en el tapial; y no quería que los mosquitos distrajeran al futuro esclavo. Ya alguna vez hablamos de los sapos combatientes. Incluso he visto familias que tomaron posición exxxtrema y se mudaron a barrios más alejados de los riachos. Han salido decretos de necesidad y urgencia municipales para la poda de sauces, habida cuenta de lo atractivo que resultan a los mosquitos vivir en esos ramajes. Pero, bueno, hay otro recurso contra los mosquitos, muy bien explicado por Charles. L Phillips: los trajes de raso. Les transcribo este exxxclusivo artículo para Futilísima Ruinosa Satelital

"Una serie de experimentos efectuados recientemente en las selvas canadienses han demostrado que los géneros de raso atraen menos que otros a los mosquitos.
De manera, pues, que no dejará de ser prudente que tengamos en cuenta ese descubrimiento en el futuro si queremos defendernos de ese encarnizado enemigo nuestro. Para librarnos de su ataque es necesario que nos procuremos géneros de raso luminescente para nuestras ropas. En general, este material parece ser menos atrayente para los insectos que otros que fueron ensayados en Canadá por su poder de repulsión.
La curiosa información, así como otros datos interesantes sobre el particular, se obtuvieron gracias a dos muñecos, vestidos con trajes de hombre, que fueron colocados a un par de metros de distancia uno de otro en un bosque canadiense.
Las experiencias fueron dirigidas por el doctor W. A. Brown, zoólogo de la Universidad de Ontario occidental, cumpliendo instrucciones del Departamento de Agricultura del Canadá.
Después del raso luminiscente el raso común demostró ser menos atrayente para el mosquito que el paño de casimires y la seda crèpe. Las ropas confeccionadas en tejidos de nylon resultaron menos tentadoras que la ropa interior de algodón o de dril.
El poder de atracción de los distintos géneros fué medido contando el número de "aterrizajes" hechos por los mosquitos en períodos de uno y dos minutos. Los "robots" fueron dos tanques de acero inmaculado que contenían cincuenta litros cada uno de agua calentada eléctricamente a la temperatura del cuerpo humano o a otra temperatura deseada. Para la mayoría de los ensayos el doctor Brown vistió a los muñecos con saco de crèpe y camisa de fieltro. Se les agregó, además una especie de cabeza para el caso que fuese necesario verificar los efectos de la exhalación de diferentes gases.
Sólo del 10 al 25 por ciento de los mosquitos que se posaban en los géneros de color negro se acercaban a los de color blanco. Y la proporción fué siempre la misma cualquiera fuera la duración de los ensayos.
El color verde resultó menos tentador para el mosquito que el azul, y los tonos rojos y azules claros los atraían mucho menos que los oscuros de los mismos colores. Al hacer la comparación entre el rojo y el azul oscuro, el rojo demostró ser más atrayente. El azul celeste, sin embargo resultó más codiciado que el rosa.
Si la temperatura ambiente es superior a los 15 grados centígrados y sus ropas están húmedas usted atraerá probablemente de dos a cuatro veces más mosquitos que vistiendo ropas secas, según lo que demostraron también las experiencias del doctor Brown. Y cuando la temperatura, por el contrario, es inferior a los quince grados y hay mucha humedad en la atmósfera, las ropas secas serán doblemente atrayentes en relación con las húmedas.
En cuanto a la atracción que pueden sentir los mosquitos por los distintos olores, los experimentos demostraron que un saco húmedo de transpiración es mucho más atrayente que un saco limpio en igual proporción de humedad.
Las ropas sumergidas en agua y saturadas luego con dióxido de carbono no presentaron más tentación a los mosquitos que los vestidos normalmente húmedos. Si el dióxido de carbono se pasaba, sin embargo, a través de la "cabeza" del robot a un grado de concentración y rapidez equivalente al de la exhalación normal, el poder de atracción tanto de la cabeza como del cuerpo se elevaba en un cincuenta por ciento.
cuando se hacía "exhalar" al muñeco dióxido de carbono puro, los mosquitos que se acercaban al cuerpo del "robot" llegaban al doble y al triple los que se posaban en la cabeza. Los vapores de éter y de nafta resultaron ser bastante atrayentes, mientras que los de cloroformo probaron ser repelentes para el mosquito."

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