Futilísima Ruinosa Satelital
No hay cosa más inútil que dar consejos

La masacre de las Olimpiadas

Amanecía, el martes 5 de setiembre, sobre Munich, cuando se difunden las primeras noticias. Un comando palestino integrado por varios hombres ha burlado a los guardias de la Villa Olímpica apoderándose del edificio donde se alojan los atletas israelíes. El mundo intuye el comienzo de la tragedia.
"Dormíamos —explica uno de los israelíes que logra escapar— cuando me despertó un grito: "Sálvense, muchachos"; abrí los ojos y vi a un compañero tratando de cerrar la puerta que empujaba un hombre con la cara pintada de negro y un revólver en la mano. La puerta estaba entreabierta unos veinte centímetros. Me incorporé de un salto, con una silla rompí la ventana y escapé, descalzo y en pijama. Al salir vi que uno de los compañeros alzaba una cama contra la puerta, con la esperanza de cerrar el camino a los asaltantes. En cuanto salí escuché disparos y un gemido, corrí, desesperado, hacia el pabellón vecino y golpeé la ventana de la habitación de atletas sudamericanos. Debi infundirles miedo porque se negaron a abrirme. Estaba fuera de mí cuando encontré a un soldado y le expliqué la situación."
La resistencia de un israelí (levantador de pesas) fue vencida con disparos a través de la puerta.
Enfrenta la acción y también resulta muerto, el entrenador de luchadores, Moshe Weinberger. Nueve integrantes de la delegación israelí son tomados como rehenes. Los demás atletas consiguen huir.
Ya la primera sangre despierta la protesta y el asombro, y las gestiones posteriores mantienen la tensión mundial. El anuncio de que los palestinos han postergado la amenaza de ultimar cada dos horas a un rehén si Israel no accede al canje de los atletas por prisioneros palestinos, abre camino a la esperanza en las conversaciones. (1970, Revista Transformaciones de la historia presente)

Consejos para la economía doméstica
-Las tinas de madera no deben quedarse nunca secas del todo, porque se exponen á deshacerse. Conviene dejar siempre un poco de agua en el fondo.
-El agua de haber hervido papas es excelente para quitar las manchas de casi toda clase de tejidos.
-Las verduras deben comerse á diario, porque son excelentes purificadores de la sangre. Pero han de estar bien cocidas pues de lo contrario resultan indigestas.
-Los cepillos de los dientes y de las uñas, así como las esponjas, hay que tenerlos en sitio aireado, y no guardarlos en el lavabo, porque adquieren mal olor si no les da el aire.
-Para limpiar la madera pintada ó barnizada no hay nada mejor que el agua de te. Este agua se prepara cociendo hojas de te ya usadas en regular cantidad de agua. Con este líquido colado se friega la madera.

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