Escuchar
Vasudeva, uno de los nombres que se le asignan a Krishna y que según algún autor
traduce como "el sumo dios que se despliega una muchedumbre de personas divinas.
Claro que los orígenes de palabras sánscritas tienen sus cositas también, y sin ánimo
de caer en las gastadas singulares del tipo que hace marianito grononita Vasu
significaría riqueza, deva sería dios... aunque devas ya merece un agregado especial de
implicar a los dioses que acuden para escuchar la oración hasta que todos los cielos
estén vacíos. Lo cierto es que la historia que relata Hesse en Siddharta no deja de
tener un parecido muy especial con la del Buda, que no es japonés ni chino, dudosamente
sería gordito también, claro está. Pero mas que nada es un estado y han sido muchos los
Budas, pocos los Vasudeva ya que esto se lo asigna especialmente a Krishna y estos nombres
hacia él se ven a lo largo de todo Siddharta (el que ha realizado sus propios
propósitos). El relato de Hesse se promueve en un momento en que Europa ya estaba medio
decadente y necesaria de otras ideologías, por llamarlas de alguna forma, y la historia
de un príncipe (Siddharta Buda Gautama) que abandona sus pertenencias para aventurarse en
la búsqueda de su propia esencia, siempre ha resultado atractivo. Hesse no escapa a esto
de las influencias provenientes del oriente y a su libro e influencia le debemos en parte
la canción que plasmar Arco Iris...y alguna que otra cosita mas que también pueden
notarse en Hombre de madera, cuando canta aquello de:
"hoy soy árbol, ayer piedra
hoy soy fruto sin madera..."
o cuando reitera la simbología
"hoy soy árbol, ayer roca
soy tronco raíz y copa"
Conceptos de transmigración y evolución que Hesse transmite en cierta etapa de su
libro....
" Esto - declaró mientras jugaba -, es una piedra, y dentro de un tiempo quizá sea
polvo de la tierra, y de la tierra pasará a ser una planta, o animal o un ser humano. En
otro tiempo hubiera dicho: 'esta piedra sólo es piedra, no tiene valor, pertenece al
mundo de Maja (ilusión); pero como en el circuito de las transformaciones también puede
llegar a ser un ente humano y un espíritu, por ello le doy valor'. Así, quizá, hubiera
pensado antes. Pero ahora razono: esta piedra es una piedra, también un animal, también
un dios, también un Buda; no la venero ni amo porque algún día pueda llegar a ser esto
o lo otro sino porque todo esto lo es desde hace tiempo desde siempre." Esto está
puesto en boca de Siddharta a un viejo amigo, Govinda (nombre que toma Hesse de un cierto
discípulo seguidor de los Vedas=libros sagrados indios) ,con el que había iniciado
cierto camino hacia algo "formal" que tienen un paralelismo con lo que
habitualmente llamamos "religiones formales". Siddharta ya había cruzado un
río en una oportunidad en que un barquero los transportó y al final de la historia es
cuando se vuelve a encontrar con este ser luminoso llamado Vasudeva, de ahí aquello que
canta Arco Iris "vive a la orilla del río, en algún lugar". Un maestro en el
arte de asimilar al río con las cuestiones del pasado individual y las espirituales. El
río, esa "guitarra azul que canta canciones de luz" que devolvería a Siddharta
en la interpretación de Vasudeva las respuestas a sus angustias y dudas:
"le has oído reír-comentó-, Pero no lo has oído todo. Escuchemos y verás cómo
dice más cosas. Y prestaron atención. El canto polífono del agua se oía suavemente.
Siddharta tenía la mirada fija en el río y en la corriente se le aparecieron imágenes:
su padre solitario, llorando por el hijo; Siddharta mismo, también solitario y atado a su
hijo, el joven Siddharta, ansioso, corriendo por la ardiente senda de los jóvenes deseos.
Cada uno se hallaba dirigido hacia su meta obsesionado con su fin, sufriendo por su
objetivo. El río lo narraba todo, con voz de sufrimiento, con cantos ansiosos,
tonalidades tristes, corrientes curiosas.
¿Lo oyes?, preguntó la mirada silenciosa de Vasudeva.
Siddharta negó con la cabeza.
¡Escucha mejor! susurró Vasudeva."
Claro que arco iris no susurraba... ¿o sí?
vive a la orilla del río
en algún lugar, en algún lugar
en las noches de frío
con una nube se suele abrigar
suenan historias de amor
en su garganta de sol
suena la tarde su voz
tiene las manos curtidas
de viento, de arena
pasa las tardes contando
las hojas que caen
las hojas que quedan
en su alma vive volando
un horizonte buscando
donde poder mirar
su voz se escucha en el viento
de brazos abiertos de brazos abiertos
vive tu tierra en la mía
en todos los días que estamos despiertos
con su guitarra azul
canta canciones de luz
quizás debamos escuchar
Tito demoron
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