Comentarios sobre libros


Marta Lynch
Una escritora que quiso vivir ha radiografiado el "Caso Frondizi"
Para los lectores que no han conocido el círculo íntimo que rodeó a Arturo Frondizi desde los días que fue designado candidato presidencial (Tucumán, fines de 1956), hasta su triunfo electoral, el primer libro publicado de Marta Lynch puede constituir un inestimable documento para comprender los manejos que conforman la vida interna de cualquiera de los partidos políticos tradicionales del país. Pero los otros lectores no podrán evitar reconocer una por una las figuras partidarias o extrapartidarias que tuvieron vigencia en la Argentina en los últimos cinco o seis años.
El caso de Marta Lynch no se repite con frecuencia entre las escritoras argentinas. Cuando comenzaba a escribir con cierta dedicación profesional, abandonó todo para vivir intensamente una experiencia política en la cual participó en las instancias más reservadas. Y cuando la escritora triunfó sobre el ser político, debía resultar inevitable que el resultado de esa experiencia se viera reflejado en una novela. Este es el caso de "La alfombra roja", seleccionado en un concurso organizado par la Compañía General Fabril Editora
Es posible que quienes conocieron la historia política argentina de los últimos años, disientan con la autora en muchos aspectos de su novela. Siendo más una obra de presentación de caracteres que de interpretación de hechos, las disidencias quizás sean lo suficientemente subjetivas, como para que todos o nadie tengan razón en sus apreciaciones. Pero para el lector que desee comprender o aprehender los infinitos caracteres que se mueven en la vida política argentina, este libro constituye un documento inestimable y quizás el primero que en forma descarnada traza de los políticos la imagen de sus temores y frustraciones.
Cada capítulo corresponde a un personaje que relata su propia experiencia, en primera persona. Es evidente que esa experiencia es traducida por la autora, y existe asi un enlace en la interpretación da la realidad que otorga a la obra unidad y fuerza.
Resulta curioso que el libro aparezca precisamente en momentos que en los partidos políticos argentinos vuelven a vivirse experiencias similares: negociaciones, traiciones, ambiciones, formación de frentes, arribismo, sacrificios auténticos, vocaciones serias, fracasos. Pero si la historia íntima de la actualidad tiene alguna importancia en la vida de los pueblos, el libro de Marta Lynch será una obra inestimable para quienes desean comprender a los argentinos y los problemas que los agobian. Quizás no constituya "La alfombra roja" toda la verdad, pero es una gran parte de la verdad. Y ya constituye un mérito que una escritora no tema introducirse en la verdad de los hechos que la rodean, aun cuando utilice nombres ficticios y altere una que otra anécdota.

Lino Palacio
Antropología social sobre el humorismo

El humor, "en mi caso particular, era una rebelión contra la solemnidad", dice Lino Palacio en el prólogo de Ese animal que ríe. No hay prueba mejor de tal actitud que este libro escrito con un estilo incisivo, casi coloquial, en el que no se quiere tanto formular una teoría del humorismo como examinar el chiste en sus momentos de plena actividad, esto es, cuando repercute en el ser humano y, de alguna manera, lo descubre. Así, para Lino Palacio, la comicidad es el más sutil auxiliar en la tarea que él verdaderamente se ha propuesto: elaborar un ensayo de antropología social.
Sus dibujos ya prefiguraban este libro, desde que —como él—son apuntes sobre la condición del hombre, sobre los resortes profundos de su conciencia. Una empresa semejante a la de Palacio había consumado la generación del 80 a través de sus figuras más conspicuas —el Mansilla de las "Causeries del jueves", el Eduardo Wilde de "Prometeo y Cía.", el Miguel Cañé de "Prosa ligera"—, y es, sobre todo, en la agudeza de observación desplegada por Ese animal que ríe donde pueden encontrarse los mejores rastros de aquel movimiento literario.
Hay un cuidadoso rigor en el método elegido por Lino Palacio para su ensayo: las treinta primeras páginas son a la vez un análisis y una puesta al día de las ideas sobre humorismo, desde Aristóteles, Vives y Kant hasta Bergson y Freud, pero toda esa acumulación de material no tiende a nuevas definiciones dogmáticas sino a la demostración de que lo cómico es un fenómeno flexible y lleno de resquicios: "Hay tantas maneras de reír como causas que originan la risa —dice Palacio—, y ésta se presenta con tantos matices como sentimientos la engendran."
Es en la segunda parte de 'Ese animal que ríe' donde puede encontrarse el mejor y más denso aporte de Palacio: allí examina el carácter esencialmente humano y social de lo cómico, define al hombre a través de su capacidad para reírse y para no reírse, señala las formas que puede asumir el humorismo y describe las razones psicológicas que alientan detrás de cada estallido de risa, inclusive a través de sus entonaciones vocales. La primera frase del libro indica que hay "pocos temas más serios que el de la risa". Palacio descubre que también toda seriedad puede ser formulada cómicamente.
El último tercio de la obra es el más puramente literario, desde que Palacio introduce allí una selección de golpes cómicos, de pequeñas historias humorísticas, recontándolas con una tersura e intencionalidad de estilo sólo posibles en un escritor nato.
En rigor, Lino Palacio viene ejercitándose en la literatura desde hace casi 40 años, y sus artículos en la Revista de América y en El Hogar, prueban que la tardanza en publicar este primer libro derivaba sólo de un exceso de responsabilidad y de cautela. En una página de 'Ese animal que ríe' se indica que el autor prepara otra obra, El humor de los argentinos. Será un libro para atender, desde que argentinidad y humor de primer orden son las respiraciones primordiales que se descubren en el estilo de Palacio.

Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 

Comentarios sobre libros
Daniel Jorge Divinsky
(fundador de Ediciones de la Flor)