Poesías... o algo así
Tito demoron

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o-o-o Mostaza y sal o-o-o

No puede ser que la felicidad
siempre esté en el estribo del horizonte


Es casi ridículo que pueda parecer que todo lo que uno no conoce resulte sorprendente y, contrariamente, lo conocido hasta absurdo en su propia existencia. No es una verdad absoluta, claro que tampoco una sentencia certera y amarga. Nada obliga a la frase y, si los sentidos intentan transformarla, va a ser inutil.

Ese ser extraño que soy
cuando camino delante de mi pasado
no me espera.
Quiero alcanzarlo pero me elude.
Cirujea en la herencia
de un sabor de andenes al mediodía.
Mostaza y sal.
Pasea debil,
torcido en el hábito de fumador sin apoyo.
Se convierte en estatua vendedora de centímetros
que nunca llegaran a establecer la distancia
con ese, que va delante mío.
Ese que no confiesa sus pasos
y se maravilla con los dones
que se cruzan entre los ademanes.
Ese que tiene sentidos
para seguir sorprendiéndose
por lo conocido.
Sé que alguna vez te vas a dar vuelta
y vas a volver a decirme
donde está ese grito
que pudiste esconder.
Ese que está delante de mí,
no se debe callar,
no tiene que huir.
Necesito su sabor
de andén al mediodía.

o-o-o Pérdida de octubre o-o-o

Sé muy bien que voy a perderte,
un martes cualquiera de octubre,
a la siesta,
luego de la lluvia,
cuando la sombra se refleje
a si misma,
clavando su cuchillo al charco
recostándose en el cansado asfalto,
y dos piedras salpiquen una ausencia.

o-o-o Reverendo o-o-o

Erguido en una pregunta
estático y siniestro
lleva horas fingiendo
inmejorables sueños
limosnas del porvenir

Despertará sincero
cálido y brillante
consintiendo palmadas
reverenciando realidades
aplastando universos

Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 

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