Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 

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Ika

Industrias Kaiser Argentina aguantó los primeros tirones.
No es fácil ser la primera fábrica automotriz.
Pero la experiencia se multiplicó con la importancia de sentir que se está motorizando todo un país.
Y así fue el Carabela. Primer auto grande y sueño dorado de muchos hasta hace poco.
Se fabricó mucho.
La gente tenía su fábrica, que estaba haciendo su automóvil.
100.000 de ellos ya estaban andando cuando este Bergantín salió de Córdoba.
La línea Renault se esparció a partir del Dauphine, siguiendo con el Gordini.
Y con el espíritu de la propia argentina, la Estanciera pisó fuerte desde el principio.
Cada argentino quería su coche. —Ampliemos la línea— se dijo. Entonces siete clases de Jeep dieron mayores posibilidades.
Y el 4L, que se hizo respetar en seguida.
Hasta que la línea 380 se plantó majestuosa y codiciada, con un nuevo modelo cada año, para satisfacer y mejorar esos detalles que la hicieron única.
1967

 

 

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