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ARTE SIN FRONTERA
En el curso de la década, la
frontera que separa a la escultura de la arquitectura se ha ido borrando, ya que ambas
disciplinas tienden a aproximarse, de la misma manera que ocurre con la escultura y la
pintura. Así, por ejemplo, en la Expo 67 presentada en Montreal, Canadá, el público que
asistió a la Feria, en cierta medida distinto del que acude en forma habitual a las
exposiciones de arte, quedó sorprendido con las obras que se exhibían en el Jardín
Internacional de Escultura en la isla Santa Elena. Lo que les llamó más poderosamente la
atención fue la pieza "Hombre", del norteamericano Alexander Calder, que tiene
una apariencia de estructura arquitectónica que ilustra cómo la plástica, en esta
década, tiende a convertirse en urna estética sin divisiones. Algo parecido había
ocurrido el año anterior en el poco impresionable París, cuando el Gobierno francés
montó un homenaje a Pablo Picasso y el artista catalán mostró los trabajos "de su
mano izquierda", esculturas con mucho de pintura.
En la década del 60, al integrarse la arquitectura al ambiente y al paisaje
incorporando a ella elementos de escultura y de pintura, el cerco es cada vez menos
inexpugnable. La necesidad de eliminar el impacto traumatizante producido por la
arquitectura de pasadas décadas, el horror a la verticalidad o la vida en colmenas, ha
hecho sentir la necesidad de humanizar las ciudades y reconciliarlas con sus habitantes.
Así es como se ha llegado a la tendencia actual, donde la urbe se amolda al hombre, en
lugar de pretender que la persona se acondicione al ambiente.
UN ESCULTOR, GIACOMETTI
El escultor italiano Alberto Giacometti
En materia de escultura
propiamente tal, Pablo Picasso fue aclamado en 1966, a los 85 años, como el gran genio
actual. Junto a las maquetas de la monumental escultura hecha para el Centro Cívico de
Chicago y de la figura femenina que será instalada en Holanda, impresionaron los
pequeños recortes de metal coloreados vivamente y que hacían recordar aquellas obras de
la pintura cubista en dos y media dimensiones. Otro pintor como Picasso, nacido en el
siglo pasado y catalán por añadidura, es Joan Miró, que es uno de los artistas más
activos e influyentes. Miró ha vuelto a los arcaicos misterios del tótem, que en ciertas
tribus primitivas era la representación en madera de un animal considerado como
antepasado de esa raza.
Otro artista del que es interesante hablar es Alberto Giacometti, hijo de un pintor
impresionista suizo que en 1922 se instaló en París, para estudiar escultura con
Bourdelle, discípulo de Auguste Rodin. Con una impresionante lista de éxitos, se
declaró con toda humildad "un irremediable fracaso".
Sólo en esta década, Giacometti obtuvo los primeros premios en la Exposición
Internacional de Pittsburg en 1961 y en la Bienal de Venecia de 1962. Se le otorgó el
Premio Internacional Guggenheim en 1964 y al año siguiente obtuvo el Gran Premio Nacional
de Arte en Francia. No obstante esta poco común serie de triunfos, al llegar en 1966 a
los Estados Unidos, después de haber causado sensación con exposiciones retrospectivas
en París, Copenhague y Londres, declaró:
-Sigo trabajando únicamente porque tengo una persistente curiosidad por conocer el
motivo de mi fracaso. Ninguna de mis figuras refleja lo que yo veo y procuro expresar con
ella. Sé con la más absoluta e inamovible certeza que nunca podré lograr reproducir lo
que veo, ni aunque viva mil años para seguir experimentando.
Giacometti no alcanzó a vivir tanto tiempo, pues en ese mismo año de 1966 murió
de un ataque al corazón, lo que acaso lo redimió de la angustia de buscar sin encontrar.
UN ARQUITECTO, LE CORBUSIER
En esta década, la arquitectura
perdió también a una de sus más destacadas figuras, Charles-Edouard Jeanneret Gris,
más conocido como Le Corbusier. En 1966 se extinguió la vida de un auténtico artista
que no alcanzó a realizar más de 100 proyectos en total, lo que cuantitativamente
podría ser poco, pero la calidad de sus concepciones y lo revolucionario de sus diseños
lo convierten en uno de los arquitectos cuya influencia ha resultado más determinante en
la nueva tendencia que adquiere este arte en la actualidad.
La unión de edificio, ambiente y motivo es seguramente el más fundamental aporte
de Le Corbusier, y la capilla de Ronchamp, en Los Vosgos, Francia, es un ejemplo acabado
de lo dicho. El autor logró impregnarse de tal manera del sentido ascético y místico
que había que dar a la obra, que la capilla resultó ser un lugar donde el recogimiento
religioso se produce por un imperativo de la construcción.
Las ciudades han tenido que acondicionarse para el nuevo ritmo que impone la
velocidad en el transporte. En lugar de la anárquica expansión de las poblaciones hacia
arriba, que a muchos de sus ocupantes les provoca horror, o hacia los extremos, con la
secuela de problemas originados por la distancia de los centros laborales, se ha empezado
a concebir los llamados barrios satélites. Los barrios satélites han sido planificados
como pequeñas comunidades, autosuficientes en lo esencial y fácilmente comunicables con
la urbe.
¿ESCULTURA O ARQUITECTURA?
En la década del 60 se ha
advertido la necesidad de que el hombre, como habitante de la ciudad, viva en un medio que
no resulte extraño a su dimensión. En los edificios se vive y se trabaja. Algunas
estructuras agradan y otras deprimen, como si fueran un rostro anónimo que sólo añade
monotonía a las ciudades. Sin embargo, la arquitectura ha sido siempre el espejo de una
civilización, expresando sus necesidades, sus prioridades y sus aspiraciones.
Uno de los proyectos más interesantes que se han concebido en los últimos tiempos
es el edificio de la Opera de Sydney, en Australia, que todavía está en construcción y
costará ocho veces más de lo que se había presupuestado. Su autor es el arquitecto
danés Joer Utzon, nacido en 1918, que ganó en 1957 el concurso para construir la Opera.
El proyecto lo concibió como algo integrado al paisaje marítimo del lugar, y muchos lo
han criticado como un mero intento de demostrar audacia.
-Lo revolucionario en la forma del techo del edificio, que imita el velamen de una
embarcación -dice Utzon-, es una liberación necesaria del funcionalismo, uno no puede en
una obra como ésta proyectar un techo plano. lleno de cañones para la ventilación. Yo
he hecho, en cambio, una escultura. La gente navegará a su alrededor y la verá como una
cosa viva, no como una casa en una calle. El techo será la tercera fachada.
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UNA
DE LAS TENDENCIA5 MAS CARACTERÍSTICAS DE LA DECADA ES LA FUSIÓN CADA VEZ MAS EVIDENTE DE
LA PINTURA, LA ESCULTURA Y LA ARQUITECTURA, QUE HAN BORRADO SUS TRADICIONALES LIMITES
El pintor Pablo Picasso ha creado algunas esculturas de gran
calidad y el afirma que son "obras de su mano izquierda"
Frank Lloyd Wright (de pié) llamado el padre de la arquitectura
moderna
Alberto Giacometti, búsqueda incesante con sensación constante
de un completo fracaso, que no fue tal
La catedral de Brasilia, obra de Oscar Niemeyer, une a la audacia de sus líneas un
profundo sentimiento místico y funcional
LOS ARTISTAS LATINOS
En 1967 comenzó a desmoronarse
uno de los más famosos edificios de Tokio después del Palacio Imperial, el Hotel
Imperial, diseñado entre 1916 y 1921, por el padre de la arquitectura moderna, Frank
Lloyd Wright, "como un cisne nadando en un lago". A un costo de cuatro millones
de dólares, la obra del arquitecto norteamericano, que combina los más extravagantes
aspectos de las culturas maya y oriental, será trasladada a un lago cerca de Nagoya, como
"símbolo de coraje y originalidad".
Oscar Niemeyer, de 61 anos, es internacionalmente famoso como el principal
arquitecto de Brasilia, ciudad construida entera para servir como capital del país. A sus
múltiples edificios suma el Palacio de Itamaraty. Por su parte, Alfonso Eduardo Reidy,
diseñador de edificios públicos que murió en 1964 a los 54 años, construyó el mejor
monumento a su memoria con el recientemente terminado Museo de Arte Moderno.
Ambos arquitectos, con el diseñador de paisajes Roberto Burle Marx, que aportó
los lujosos jardines con plantas tropicales que decoran .los dos nuevos edificios, tienen
algo en común: trabajaron con Lucio Costa y Le Corbusier como miembros del equipo que
elaboró el primer edificio moderno del Brasil, el Ministerio de Educación, que data de
1943.
Cada vez está quedando más rezagado el concepto errado de que lo
"funcional" tenía que ser traducido a "cajas de zapatos". Los
arquitectos de la década del 60 saben que sus estructuras estarán en uso en el año
2000, y es por ello que procuran entregar "esculturas vivas". Por ahora, el
Empire State Building, desde 1932 el edificio más alto del mundo, puede mantener su
record por un tiempo más. La tendencia actual no compite en altura, sino en la apariencia
visual del conjunto.
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