Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 

1º de marzo de 1948
Nacionalización de los Ferrocarriles

Nacionalización de los ferrocarriles
MAS DE UN MILLON DE PERSONAS CELEBRO LA RECUPERACION DE LOS FERROCARRILES
CUANDO Perón proclamó, en solemne asamblea, la Independencia Económica de la República, convirtió en realidad un anhelo argentino. Largos años había vivido el país sin gozar de su propia riqueza, y el pueblo vio siempre el horizonte presentido hacia el cual marchaba sin poderlo alcanzar.
Los pueblos luchan por la conquista de su grandeza, porque en ella está el futuro de la patria y el destino de sus hijos, y de los que serán los hijos de sus hijos. Este concepto fundamental ha generado la obra de gobierno de Perón. Hoy, el país ve los frutos de esa obra.
Los ferrocarriles son nuestros. Han regresado a manos argentinas. El pueblo tiene en su poder las "venas y arterias" de su riqueza, de su "circulación económica".. Ya no tendrá la amargura de ver, en los rieles que conducen el producto de su trabajo a todos los ámbitos del país, un símbolo de dominación extranjera, ni la presencia de intereses ajenos a sus propios intereses.
Los ferrocarriles son argentinos. El 1° de marzo de 1948, es fasto en nuestra historia. Se marca en él el acto de mayor trascendencia desde la proclamación de nuestra independencia política, una revolución de patriotas nos dio, en 1810, destino político propio. Una revolución de patriotas nos da, en 1948, destino económico propio. En los extremos de la historia, la Patria encuentra a sus hombres señeros. Somos, pues, un pueblo bienaventurado. Estamos haciendo la patria grande. Estamos dejando atrás la época de la espera. Ya no esperamos; realizamos nuestro futuro. Es nuestro momento, y sabremos establecerlo. Cuando un pueblo creador encuentra al conductor que lo interpreta en sus anhelos, que les encauza y los realiza, marcha con paso firme hacia la grandeza. Nosotros somos ese pueblo de hoy, y Perón es nuestro guía.
Tiempos históricos está viviendo la patria. Y la generación actuante que contribuye a realizarlos, como la nueva generación que se asoma a esta época, tendrán, a juicio de las que vengan a proseguir el sendero de nuestra superación, calidades excepcionales.
Tenemos, sí, los argentinos de hoy, el privilegio imponderable de estar haciendo la Argentina del mañana y de asistir a sus albores. Augusto galardón éste, de solemnes proyecciones. Apoyado en la obra patriótica de un gobierno que no sabe de claudicaciones, el país inicia con paso firme su camino hacia el futuro. Tiene en sus manos un destino a cumplir, y ha de ejercerlo. Los ferrocarriles son argentinos. Perón cumple. Y el pueblo, que lo encontró en la entraña de su esperanza y lo proclamó su conductor el 24 de febrero de 1946, estuvo, el 1° de marzo de 1948, en la Plaza del Retiro, para significarle su clamor de multitud agradecida. Este documento que damos a la estampa, es muestra de la asamblea popular más gigantesca de la historia.
Transcribimos, también, la palabra del líder, que el pueblo escuchó en identificación espiritual. Palabra digna de un acto tan argentino, tan alborozadamente argentino. Tan orgullosamente argentino.

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