LA población de Mar del Plata pudo ser testigo,
por primera vez en la Argentina, a mediados de la segunda semana de
este mes, del espectacular suicidio sobre las desiertas arenas de
playa Bristol de una inmensa tropa de grandes cetáceos,
identificados después como individuos del género seudorca o "falsa
orca". Este cetáceo, de costumbres pelágicas y cosmopolitas,
pertenece a la familia de los delfínidos, sub-familia de los
delfinínidós, y viene a ser como un primo hermano de la terrible
orca, 'orcinus orca' o ballena asesina, verdadero azote del mar y
uno de los seres más sanguinarios de la creación. La invasión
suicida de las costas es un espectáculo que se ha podido ver en
otras partes del mundo, pero es la primera vez que ocurre en
nuestras latitudes. Así, Norman y Fraser, conservadores del Museo
Británico, en su tratado "Gigantes del mar" citan las siguientes
invasiones suicidas anteriores a esta de ahora: en la isla de
Chatham, en 1906, se suicidaron algunos centenares de ejemplares de
seudo-orcas; en 1927, alrededor de 150 en el estuario de Bornoch,
Escocia; más de 100 en las cercanías de Capetown, en 1928; 167 en la
isla de Velanai, en 1933; 75 a lo largo de la costa de Inglaterra y
Escocia, en 1935; y el mismo año, de 200 a 300 individuos en Mamre,
a ochenta kilómetros de Capetown. Científicamente no se conocen
las causas de este mortal y raro fenómeno periódico, pero se cree,
con algunos fundamentos, que existe alguna relación con la búsqueda
de alimentos. Capitán Reel. Revista Vea y Lea 14.11.1946
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