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HEMOS visto de todo,
últimamente, en materia de preparación para la
próxima guerra. (Decimos "próxima guerra" porque
nadie duda que la habrá, aunque en el fondo de
nuestros corazones no la deseamos.) Cohetes
atómicos guiados a radar, que persiguen a su
objetivo y lo hacen trizas, como si tuvieran un
cerebro mecánico. La última novedad es el
lanzamiento de un avión, o su "decollage", sin
necesidad de una pista de aeródromo. El piloto de
prueba, Bob Furner, consiguió hacer decolar un
avión a reacción desde una plataforma remolcable,
de quince metros de largo. Es la primera vez que
se cumple tal hazaña. Esta manera de lanzar un
avión, perfeccionada por la fábrica norteamericana
Gleen Martin, había sido utilizada hasta ahora
únicamente por los bombarderos sin piloto
teleguiados "Matador B-61".
La experiencia acaba
de ser realizada en California con un "Thunderjet
K-84-G", prototipo, con el cual están equipadas
las fuerzas aliadas de Europa Central. El aparato
tuvo que sufrir sólo una pequeña modificación,
para permitir la adaptación de un cohete de
"asistencia del decollage". Podrá ser transportada
de un lado a otro esta plataforma de lanzamiento,
que viene a constituir el "aeródromo más pequeño
del mundo".
Revista Caras y
Caretas
04/1955
