ESTOS versos del nuevo tango de Marianito los
estaba repasando Virginia Luque cuando llegamos al
ensayo del Astral. Fue en vísperas del estreno de
"Buenas noches, Buenos Aires" . En torno a la
estrella, Hugo del Carril, Mariano Mores y otros
artistas del elenco de la flamante compañía de
comedias musicales. Todos a la expectativa, porque
dicha composición era una de esas creaciones
destinadas a convertirse en un auténtico éxito del
cancionero popular porteño. Apenas cumplida su
tarea en el ensayo hablamos con Virginia Luque,
quien se manifestó encantada del nuevo trabajo que
en forma tan importante para ella le ha devuelto a
las actividades teatrales. —Me gusta muchísimo
esta temporada junto a Hugo y Marianito; sobre
todo porque estamos viviendo un momento de total
resurgimiento del tango. Por otra parte, es
interesante que la música del pueblo haya
reconquistado la calle Corrientes ...
IMPORTANTE PRESENTACION —¿La obra es
exclusivamente de género popular porteño,
Virginia? —En su mayor parte, mostrándose
durante el desarrollo de la obra otros cuadros con
personajes y ambientes muy distintos; por ejemplo,
el que presenta un número de tipo americano, con
melodías típicas en medio de danzas de una época
muy especial. —¿Aparece usted en ese número?
—Sí, además de intervenir en otro que reflejará
una pintoresca estampa de los días del tango de
salón. —¿En cuanto al cuadro más importante,
según usted? —Ah, es el que tenemos a nuestro
cargo, Hugo y yo: el titulado "El patio de la
Morocha", donde, imagínense, Mariano Mores ha
volcado toda su inspiración lírica en una
maravillosa reconstrucción de época... En fin,
creo que haremos una gran temporada con un
espectáculo bien nuestro, al estilo de los de
antes, del tiempo de oro del teatro popular. Tanta
es la fe que se tiene en "Buenas noches, Buenos
Aires", que desde ya se habla de realizar, una vez
cumplidas las actuaciones en el Astral, una gira
por el interior del país, además de haberse
iniciado ya las primeras gestiones para realizar
entre todos los componentes del elenco un programa
"monstruo" para la TV en 1964, el que posiblemente
sería difundido por el Canal 13. —¿Piensa usted
que será de la partida en esa gira por las
ciudades del interior? —Aún no puedo decirlo,
porque tampoco estoy segura en cuanto a quedarme
en Buenos Aires o viajar a Europa, a pesar de que
un horóscopo me indica que no viaje por ahora.
Pero yo necesito, y con urgencia, hacerlo. Es más
que nada una necesidad espiritual... —¿El amor
entra en ello? —¡Oh, no!... Mi gran amor es el
trabajo, ya lo saben ustedes muy bien.
—¿Entonces, eso de una posible y futura boda?
TRABAJO, SOLO TRABAJO Virginia sonrió con
picardía en los ojos y en los labios: —Nada,
nada de eso... Tan sólo trabajo me espera en el
futuro. —¿Qué otra labor tiene proyectada
realizar durante este año? —Pues en noviembre
retorno a la radiofonía. Hace mucho tiempo que no
tomo contacto con mi querido público del interior
y quiero hacerlo ahora, aprovechando que la TV no
ocupa todo mi tiempo. Créanme, lo hubiese hecho
antes, pero... ¡hay que ver lo qué absorbe la
televisión! Las veinticuatro horas de cada día.
—Y ese programa radiofónico, ¿por qué broadcasting
va a ser difundido? —En "dúplex" por Radio El
Mundo y Splendid. Se trata de una serie de
importantes audiciones musicales a base de grandes
números y cotizadas orquestas del momento. Como
se puede apreciar, no en vano dice la popular
estrella que comparte con Hugo del Carril y
Marianito Mores la responsabilidad del cartel del
Astral, que para ella el trabajo es actualmente lo
fundamental en su existencia. De su especial
capacidad en el esfuerzo que exigen las
actividades por ella desarrolladas, podemos
recordar su reciente labor televisiva en el Canal
13, donde fue la "vedette" del espectáculo
denominado "En el mundo maravilloso de Virginia
Luque", todo un éxito en la pantalla chica.
Veremos y oiremos entonces en lo que resta del año
a Virginia Luque en las tablas y a través de los
receptores radiofónicos, respectivamente. Y como
siempre, con esos renovados bríos y el gran afán
de superarse en cada presentación, que son ya
proverbiales en una estrella de sus calidades.
Revista Antena TV 22.10.1963
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