EL año próximo los
ingenieros especializados construirán el primer
motor impulsado a energía atómica.
"Se fisionarán los
átomos para producir calor — dice un técnico
norteamericano —; se usará ese calor para obtener
vapor, y se empleará la fuerza de este vapor para
impulsar una turbina."
La turbina estará
diseñada para su aplicación en los barcos de
guerra o en los submarinos.
En las postrimerías
del año 1952 habrá ya un barco impulsado mediante
la fuerza atómica. Habrá también un submarino. La
marina norteamericana ha proyectado ya la
construcción de un sumergible atómico de 2.500
toneladas, que costará aproximadamente cuarenta
millones de dólares.
Uno o dos años
después, los ingenieros construirán el primer
motor de este tipo, adaptable a los aeroplanos.
Será un motor diseñado especialmente para grandes
bombarderos.
A fines del corriente
año el lector verá el comienzo de una era atómica
naval y aérea con la realización de los primeros
pasos hacia la construcción de buques y aviones de
guerra atómicos.
Todo esto ha sido
predicho por los hombres de ciencia, pero nos
previenen que no podemos contar con poseer nuestro
coche modelo 1970 dotado con un motor atómico. O
imaginarnos que podremos volar en 1980 hacia
cualquier lugar de la Tierra en un aeroplano
impulsado a energía atómica. Ni que podremos
viajar en 1990 en algún ferrocarril de tracción
atómica.
Uno de los sabios más
destacados de la hora dice: "Los motores atómicos
no estarán a nuestra disposición —en todo el
transcurso de nuestras vidas-—, excepto para la
guerra. Costarán mucho dinero."
Para los proyectistas
militares, sin embargo, el costo pierde
importancia frente a la posibilidad de que un
barco de guerra impulsado a energía atómica pueda
navegar a través de enormes distancias sin
requerir reaprovisionamiento de combustible
alguno. Los oficiales de la marina dicen que
superarían en "muchas veces" el actual radio de
acción de los buques de guerra y de los
submarinos, y que éstos podrían navegar muchísimo
más velozmente. Robert Bacher, el primer
Comisionado de la Energía Atómica, opina que los
barcos de impulsión atómica harán "muchos miles de
millas" en un solo viaje sin escalas.
Los hombres de ciencia
de la Comisión de la Energía Atómica de los
Estados Unidos y de la Westinghouse Electric
Corporation han resuelto ya la mayor parte de los
grandes problemas relacionados con la
construcción de motores atómicos para barcos y
submarinos.
"Hemos resuelto cómo
fabricar uno de tamaño perfectamente adecuado para
un barco, cómo enfriarlo y cómo proteger a la
tripulación de las peligrosas irradiaciones sin
tener que hacerlo demasiado pesado" — dice un
técnico del gobierno,
"Ahora — agrega —, a
los ingenieros les queda la tarea de producir el
mejor diseño." Estos comenzarán a trabajar dentro
de los próximos tres o cuatro meses. Mientras
tanto, la A. E. C. (Atomic Energy Commission) ha
pedido a la compañía General Electric que empiece
a trabajar en un segundo modelo de motor atómico
para barcos.
"Si estos motores
funcionan como esperamos — dice por su parte un
funcionario naval—, los haremos colocar
rápidamente en los buques para hacer frente a la
amenaza de la creciente flota submarina de Rusia."
Pero un proyectista de
la Armada previene: "Antes de que podamos tener
una flota atómica, será necesario que hagamos
grandes cambios en el diseño de nuestros buques.
Los submarinos y los barcos de guerra son tan
delicadamente equilibrados, que un gran cambio en
sus máquinas y en su disposición interior
significa grandes modificaciones en el diseño de
sus cascos."
La marina
estadounidense ha pedido a la Electric Boat
Corporation de Groton, Connecticut, que colabore
con ella en los planos de un casco para submarinos
atómicos. Los marinos creen que la Electric Boat,
una empresa que ha construido ya muchos submarinos
para las fuerzas navales, estará capacitada para
construir el de nuevo tipo cuando sus planos sean
aprobados.
El motor atómico para
aviones lo está estudiando la Fairchild Engine and
Airplane Corporation bajo la supervisión de la
Fuerza Aérea y de la A. E. C.
Los técnicos han
estado trabajando en ese motor desde hace dos años
y medio, pero tropiezan todavía con grandes
dificultades.
"Tenemos grandes
inconvenientes — admite uno de los técnicos—.
¿Cómo podemos fabricar un motor atómico de marcha
tan rápida como para impulsar aeroplanos a grandes
velocidades? Los motores atómicos pueden liberar
gran cantidad de energía durante largo
tiempo, pero la
velocidad es un caballo de distinto pelo. Y, ¿cómo
montar una máquina atómica en un cohete? ¿Y cómo
conseguiremos una tapa liviana para el motor que
impida que sus rayos calientes dañen al piloto y a
la tripulación? Todo lo que hemos intentado hasta
hoy resulta demasiado pesado o permite el paso de
las irradiaciones."
¿Qué ocurrirá, pues,
cuando estos inconvenientes sean subsanados y
tengamos un motor atómico para aviones? ¿Serán
atómicos todos los aeroplanos de guerra? Los
militares no creen que eso ocurra.
"El motor será muy
pesado para los aviones de combate —dice uno—.
Será empleado principalmente para aparatos de gran
radio de acción, transportadores de bombas
atómicas, que volarán de 15.000 a 20.000 millas
cargados"
La mayor parte de los
detalles del motor se conserva en el secreto, pero
he aquí cómo los describen los técnicos atómicos:
"Son motores de
uranio. Es decir, su combustible es una clase de
uranio, un metal blanco, raro, pesado, relacionado
con el cromo. Se trata del uranio "denominado
U-235 (uranio 235). Se llama así debido a que es
235 veces más pesado que el núcleo del átomo de
hidrógeno. (El hidrógeno ha sido tomado como punto
de partida en la clasificación porque tiene los
átomos y núcleos más livianos.)
"Estos átomos del
U-235 son los que se emplearon en la construcción
de la bomba atómica arrojada sobre Hiroshima.
Constituyen un buen combustible porque queman (se
dividen en dos) con facilidad.
"El motor es puesto en
marcha bombardean uranio con balas de neutrones.
Los neutrones son pequeñas partículas de peso
infinitamente liviano. Se llaman así porque son
eléctricamente neutras; es decir, que no tienen ni
carga positiva ni negativa. Los neutrones más
veloces viajan a razón de 10.000 millas por
segundo.
"Cuando un átomo de
uranio 235 es golpeado por un neutrón proyectil,
la mayor parte se divide en dos grandes trozos.
Generalmente la fisión tiene lugar en un gas
llamado krypton, y un metal, el bario.
"Parte de él, sin
embargo, es destruido. La parte destruida se
transforma en fuerza o energía, y hace que el
átomo se parta con gran fuerza, liberando en esa
forma gran cantidad de calor. Este calor
constituye las tres cuartas partes de la energía
de un motor atómico (o de una bomba atómica).
"Mientras se produce
la fisión, el U-235 libera también rayos
radioactivos. Estos responden por la cuarta parte
del calor o energía de motor (o de la bomba).
"Éste calor combinado
es luego empleado para calentar el vapor, y la
fuerza del vapor es usada para poner en movimiento
las turbinas.
"¿Qué es lo que
mantiene al motor funcionando? El átomo U-235
tiene neutrones en su núcleo. Cuando se divide,
algunos de estos neutrones vuelan. Estos neutrones
en movimiento chocan después con otros átomos del
uranio en forma tal que el motor continúa
funcionando sin detenerse. Esto es lo que se llama
reacción en cadena.
"La marcha del motor
puede reducirse, o el motor puede detenerse,
haciendo llegar trocaos de carbono al combustible
U-235. El carbono absorbe los neutrones puestos en
libertad por la fisión del uranio, y con ello
estos proyectiles de neutrones dejan de producir
divisiones de átomos. Los neutrones no provocan la
fisión de los átomos de carbono.
"Después que el motor
atómico funciona largo tiempo, termina por
ensuciarse con el kripton el bario y otros
productos de despaste aparecidos cuando se dividen
en dos los átomos del uranio. El combustible usado
debe ser cambiado entonces por una nueva carga de
uranio."
Revista Mundo
Argentino
20.09.1950
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