A 20 AÑOS DE LA MUERTE DEL MAS DURO DE LOS GOBERNANTES SOVIETICOS
STALIN: ¿UN FANATICO DE LA REALIDAD?
Dictador implacable, fue también el hábil constructor de una nación, a la que llevó del arado de madera a la tecnología atómica. El experto en Ciencias Políticas Mario Massouh Elmir analiza algunas de las circunstancias complejas y contradictorias que obligaron al caudillo georgiano a definirse a favor de los intereses nacionales rusos antes que por el internacionalismo socialista

Ese día de hace 20 años los aviones estadounidenses atacaron objetivos a sólo 96 kilómetros de la Siberia soviética. Estaba de moda la guerra de Corea, un producto combinado de la guerra fría, los planes del Departamento de Estado y el desbarajuste geopolítico que dejó la Segunda Guerra Mundial. En la Argentina, culminaban las celebraciones del Día del Gas con un homenaje a la memoria de Eva Perón. Una mujer algo extraña —en realidad, una reciente trasvasada a su sexo— era proclamada en Nueva York La Mujer del Año: Christine Jorgensen, ex George Jorgensen. Audaces cirujanos le cambiaron el sexo —o le restituyeron el verdadero— motivando el aplauso de la Asociación de Entidades Escandinavas de Nueva York. Los aficionados al deporte, en la Argentina, estaban de parabienes: Tucho Méndez, el insider de Racing Club, anunciaba que no firmaría contrato con ninguna entidad del exterior: curiosamente, ningún diario tituló la noticia 'Un talento que se queda', exageración que adoptaron años después algunos cronistas deportivos. El mundo vivía en plena Guerra Fría. Meses antes se había acordado formar la Comunidad de Defensa Europea. La URSS había prepuesto tratativas entre las cuatro potencias ocupantes de Alemania para posibilitar la formación de un gobierno único y el retiro de las fuerzas extranjeras de ese territorio antes de un año. Pero en la Argentina se vivía un período de relativa paz.
En el teatro Odeón se inauguraba la temporada oficial: Elina Colomer, José Cibrián y Carlos Cores estrenaban 'Mi señorita esposa', una comedia pasatista de Abel Santa Cruz.
En Mar del Plata Salvador González Guerrico y su señora, Mercedes Bosch Marín, ofrecían una comida para despedir a la señora Sara Josefina Anchorena de Leloir. En pocas palabras, no pasaba nada, o casi nada. Por eso fue mayor el sobresalto cuando en las teletipos de todos los diarios del mundo comenzó a sonar insistente la campanilla de atención. Los teletipistas leyeron este mensaje: FLASH. MURIO STALIN. Era el 5 de marzo de 1953.
Tiempo atrás, el poeta Ignacio B. Anzoátegui había publicado unos magníficos dísticos sobre Felipe II, que comenzaban colocando a las cosas en su justo lugar: "Ni Santo Rey Felipe, ni El Demonio de Mediodía / Tan sólo un monarca que tenía el sentido profesional de la monarquía". Tal vez eso podría ser paradigma para tratar a la figura de Stalin, algo que sigue siendo tan difícil ahora, a veinte años de su muerte, como lo fuera décadas atrás. En realidad, todo juicio sobre el gobernante soviético plantea, en última instancia, la polémica bipolar entre moral y política, entre fines y medios, y —por qué no— entre las realidades concretas de una comunidad nacional y una revolución que se pretende internacional y proletaria. En todos esos términos dialécticos, Stalin optó, evidentemente, per la política, por los fines y por las realidades concretas de la URSS. En ese sentido fue un nacionalista. Por eso, un análisis de su figura
puede hacerse desde el campo de la política o de la moral.
Pero ... , ¿de cuál moral? Consideraciones éticas llevarían a un terreno resbaladizo, en el cual las consideraciones subjetivas impedirían un correcto tratamiento del tema. No es un misterio la mano algo más dura de Stalin, y desde el punto de vista de valores tales como la dignidad individual, la libertad personal y el respeto a ciertas conquistas del hombre comunitario, muchas de sus medidas fueron abominables. Pero habría que observar otros resultados, otras metas logradas antes de emitir un juicio global. El país que recibió Stalin era una presa relativamente fácil para las grandes potencias y, utilizando un símil algo usado ya, lo dejó décadas después con la significativa evolución que va del arado de madera a la bomba atómica. Si de alguna manera se puede definir a Stalin, es catalogándolo como un afiliado fanático a la realidad, aunque ésta posea también los escabrosos terrenos de las deportaciones, de la policía política discrecional, de la GPU, de las purgas, del culto a la personalidad. Pero su sistema sufrió la prueba de fuego —y no es una metáfora— de la invasión alemana, y sobrevivió. No sólo eso, sino que plasmó algo más que el más atrevido sueño de los zares: llevó las fronteras de la seguridad soviética hasta Berlín.
Pero al lado de eso se menciona la trasformación de la URSS, su ingreso al mundo de la refinada tecnología, su abandono de la dependencia externa tan pronunciada, la extensión del nivel educacional, la potenciación de las energías rusas. Si se le puede reprochar la marcha forzada de la industrialización, la falta de bienes de consumo, puede explicarse eso a la luz de la necesidad de preparar a la URSS para la guerra, que los estrategas juzgaban inevitable y que así resultó. La realidad se imponía, y Stalin no hizo, en verdad, otra cosa que tenerla en cuenta. Bajo esa lupa debe analizarse su frase aparentemente despectiva: "¿El Papa? ¿Y cuántas divisiones blindadas tiene el Papa?". No se trataba de anticatolicismo: no cabe ninguna duda de que si Pío XII, al igual que los pontífices del Renacimiento, hubiese tenido respetables cuerpos armados, Stalin no hubiese vacilado en sentarse a su lado en Yalta, Postdam o en Teherán.
No fue azarosa la ascensión de Stalin al poder, sino fruto de paulatinos y meditados pasos; un ascenso difícil para quien era considerado un opaco funcionario de la burocracia partidaria frente a los brillantes oradores del partido: Trotsky, Zinóviev, Kollontani, Lunacharski. Pero después de la victoria bolchevique, fue nombrado Comisario de Nacionalidades. En 1919 fue Comisario de Inspección Obrera y Campesina, un organismo de importancia porque tenía facultades de supervisión sobre toda la burocracia soviética. Pero no sólo era un burócrata de escritorio: cuando hizo falta, Stalin fue al frente. Durante la guerra civil, en el verano de 1918, dirigió la defensa de Tsaritsin (luego llamada Stalingrado); en mayo de 1919 fue el organizador de la defensa de Petrogrado, amenazada por la ofensiva del general zarista Yudénich; en octubre organizó la batalla de Orel, en la cual el Ejército Rojo paralizó el avance del general Denikin —cuyo objetivo era Moscú—, cosa que permitió a los bolcheviques pasar a la ofensiva. En 1920 fue comisario político de la caballería de Budenny; encabezó los preparativos de la ofensiva final contra el ejército de Wrangel y organizó la batalla del itsmo de Perekop, postrer combate de la guerra civil. Finalmente, en la Segunda Guerra, cuando los ejércitos alemanes asediaban Moscú y casi todo el gobierno soviético se había replegado con prudencia, Stalin permaneció obstinadamente aferrado al Kremlin, dando un ejemplo a sus tropas; una actitud que imitó, años después, Adolfo Hitler, pero con otro resultado.
Si Trotsky representó el arte de destruir a un Estado, Stalin encarnó el arte de mantener y organizar el Estado. No hay muchos ejemplos de una paciencia y tenacidad semejantes a la de Stalin en su lenta y parsimoniosa acumulación de poder. El Politburó, en el período de la guerra civil en la URSS, estaba compuesto por Lenin, Trotsky, Stalin, Kamenev y Bujarin. Lenin era el jefe reconocido; Trotsky, el conductor de la guerra civil; Kamenev, el reemplazante de Lenin; Bujarin, el jefe de la propaganda. Pero la conducción diaria, minúscula, burocrática del partido, correspondía a Stalin: una labor cansadora y opaca desdeñada por el resto pero que era —más tarde se comprobó— asiento del verdadero poder; un poder que creció para Stalin cuando, en 1922, fue nombrado Secretario General del partido, cargo creado para coordinar los diversos organismos administrativos. Teóricamente, la Secretaría General estaba subordinada al Politburó; muy poco tiempo después, el Politburó era un mero sello que dependía del Secretario General.
El triunfo de Stalin sobre la oposición de izquierda —Trotsky, Zinoviev, Kamenev— y la oposición de derecha —Ríkow, Tomsky y Bujarin— señaló el rumbo pragmático que adoptaría Stalin en el curso de su vida, una adscripción a la realidad que lo llevaría a destrozar el sueño de los utópicos jóvenes intelectuales que querían proyectar el triunfo del socialismo a todo el mundo, algo que, ya en 1924, se había convertido en un lánguido slogan.
Por otra parte, la pureza doctrinaria del marxismo —o de cualquier otra ideología— sólo podía existir en los escritos de los intelectuales, especialmente en aquellos que por haber estado exiliados en Europa Occidental estaban desvinculados de la realidad rusa. Cuando los postulados programáticos fueren trasladados a Rusia, tuvieron que ser insertados dentro del ámbito cultural conformado por tradiciones, vivencias, formas de vida, hábitos de una comunidad concreta. El proceso ya se había iniciado, en forma no perceptible, ya en vida de Lenin, pero se plasmó con Stalin. Los nostálgicos de las ideas puras podrán acusarlo de no haber construido el socialismo. Tal vez sea cierto, pero lo indudable es que construyó una gran nación.

UNA HISTORIA EN 74 AÑOS
1879
El 22 de diciembre nació en Gori, Georgia, Josif Visarionovich Zhugashvili —luego Stalin—, cuarto hijo de Visarión Ivanovich y de Ekaterina Gheorghievna Kelázde.
1894
Tras unos años de concurrencia a la escuela teológica, Josif ingresa en el seminario de Tiflís, llamada hoy Tbilissi.
1898
Josif es atraído hacia los grupos marxistas que, en Tiflís, publicaron el periódico Kvali; se incorpora al elenco.
1899
Se produce su expulsión del seminario, el 21 de julio. El 28 de diciembre se emplea en el Observatorio Geofísico de Tiflís.
1900
Primer discurso de Stalin en público.
1901
Allanamiento, por la policía zarista, de la habitación de Stalin en el Observatorio, hecho previo a su despido el 22 de marzo. El 24 de noviembre Stalin es elegido miembro del comité social demócrata de Tiflís.
1902
Stalin y Kandeláki fundan, el 12 de enero, el comité socialdemócrata de Batum. Instalación de una imprenta clandestina en casa de Stalin, quien, el 18 de abril, sufre su primera condena.
1903
En ausencia, es electo —en febrero— miembro del Comité Federal del Cáucaso. En noviembre es deportado a S iberia, donde deberá permanecer tres años.
1904
Huye de Siberia en febrero. Se casa —sin que se pueda precisar la fecha exacta— con Ekaterina Svanídze, su primera mujer. En noviembre establece sus primeros contactos con el ala bolchevique de Tiflís.
1905
Primer escrito de Stalin: Sobre las disensiones del partido. Se produce una ola de huelgas en toda Rusia. En noviembre Stalin asume la dirección del Noticiero de los Trabajadores Caucasianos. Trotsky es elegido (9 de diciembre) presidente del Soviet de Petrogrado. A fines de ese mes Stalin asiste a la conferencia bolchevique en Tammerfors, Finlandia, en delegación de los grupos caucasianos. Decisivo momento: allá conoce a Lenin.
1906
Stalin publica un folleto: Dos escaramuzas (enero). Traduce al georgiano en El momento actual y la unificación y en el periódico Elva algunos escritos de Lenin.
1907
Muere Ekaterina Svanídze, primera mujer de Stalin.
1908
Es deportado a Solvycegórrsk, en Siberia (septiembre).
1909
Regresa de Siberia y viaja por Tiflís, Bakú y Petrogrado.
1910
Nuevo arresto y tercera deportación a Siberia, en octubre.
1911
Finaliza en julio la pena de deportación. Se instala en Petrogrado, con documentos falsos.
1912
Se realiza en enero la Conferencia de Praga; se elige un comité central presidido por Lenin; Stalin se incorpora al organismo en febrero. Prepara el lanzamiento del diario Pravda, con Poletáiev. Es arrestado y deportado por quinta vez. En septiembre se fuga por cuarta vez de Siberia.
1913
Stalin asiste a la conferencia bolchevique de Cracovia. Ultimo arresto (7 de marzo) y posterior deportación a Siberia, en julio.
1917
Tras la revolución de febrero en Petrogrado, se integra un gobierno provisional integrado por Lvov, Miliukov y Kerensky. El 25 de marzo vuelve Stalin del exilio; asume, junto con Kamenev y Muranov, la dirección de Pravda. El 10 de abril, Stalin lee en la conferencia nacional bolchevique el informe principal sobre el apoyo al gobierno provisional, tesis condenada inmediatamente por Lenin. En mayo, Stalin es electo miembro del Comité Central; se convierte, tras la fuga de Lenin y Sinoviev, en el vínculo entre el primero y el CC. Se ve obligado a refugiarse en casa de Alliluiev, en Petrogrado; allí conoce a Nadia Alliluieva, su futura segunda mujer. Estalla, el 7 de noviembre, la revolución. Nuevo Gobierno Revolucionario Provisional, integrado por Kamenev, Lenin, Trotsky y Stalin. Se publica la Declaración de los derechos de los traba/adores y explotados, firmada por Stalin y Lenin.
1918
El Tercer Congreso del Soviet de Petrogrado se autoconstituye en autoridad suprema; elige como órgano parlamentario al Comité Ejecutivo Central, y como instrumento ejecutivo al Consejo de Comisarios del Pueblo. El CEC está integrado por Lenin, Trotsky, Stalin, Proscian y Karelin. Se firma, el 3 de marzo, el tratacfo de Brest-Litovsk que protocoliza la paz con Alemania. Stalin es nombrado —el 27 de abril— delegado plenipotenciario para las negociaciones con Ucrania. Se constituye un consejo de defensa integrado por Lenin, Trotsky, Krasin, Sverdlov y Stalin.
1919
El 2 de marzo se inaugura el congreso de la Tercera Internacional, presidido por Lenin. La delegación rusa está integrada por Trotsky, Zinoviev, Bujarin y Stalin. En mayo, Stalin encabeza la ayuda a Zinoviev, amenazado en Petrogrado por fuerzas contrarrevolucionarias. Kamenev es nombrado, en julio, comandante supremo de las FF. AA. En octubre se reorganiza el Ejército Rojo en el frente del Sur; los ejércitos contrarrevolucionarios de
Yudénich, Kolchák y Denikin son aniquilados.
1920
Tratado de amistad con Georgia. Ofensiva contra ios polacos y posterior armisticio, el 12 de octubre. Los territorios y regiones autónomas soviéticas eligen presidentes honorarios de la primera conferencia general de representantes a Lenin, Zinoviev y Trotsky: Stalin es electo miembro honorario de la presidencia.
1921
Siguiendo directivas de Stalin, el Ejército Rojo ocupa Georgia. En marzo se realiza el X Congreso del partido; Stalin logra ubicar en la secretaría partidaria a Molotov, Mijailov y Jaroslavsky.
1922
Enfermedad de Lenin. El XI Congreso del Partido elige secretario general a Stalin, con Molotov y Kuibishev como ayudantes. Tras un ataque de apoplejía, Lenin es reemplazado por el triunvirato Zinoviev, Kamenev y Stalin.
1923
Stalin, en el XII Congreso del Partido, se erige en miembro principal del triunvirato, y en el virtual sucesor de Lenin. En diciembre, Trotsky es acusado por Zinoviev de traición.
1924
El XIII Congreso del Partido condena a Trotsky. Muere Lenin, el 21 de enero. EJ 26 Stalin lee en el Congreso del Soviet su juramento de fidelidad.
1925
Stalin rompe definitivamente con Zinoviev y Kamenev, aliados ahora con Trotsky.
1927
En diciembre, Trotsky y Zinoviev son expulsados del partido, y Kamenev del Comité Central.
1929
Trotsky es expulsado de la URSS.
1935
Se inicia un proceso contra 19 dirigentes bolcheviques; son condenados a varios años de prisión.
1936
Zinoviev, Kamenev y otros 14 acusados de conspiración trotskista son condenados a muerte. Se liquida la propiedad privada en los medios de producción.
1938
Etapa de industrialización y colectivización agraria.
1939
Se firma un pacto de no agresión con Alemania. El 1º de septiembre los germanos invaden Polonia. El 29 de noviembre estalla la guerra entre la URSS y Finlandia.
1940
Stalin ordena reforzar la industria pesada. El 29 de agosto es asesinado Trotsky en México.
1941
Tropas alemanas invaden, el 22 de junio, a la URSS. Stalin es nombrado comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y Comisario de Defensa.
1942
Stalin firma la alianza con Gran Bretaña, que extiende, en junio, a USA.
1943
Conferencia de Teherán, entre Stalin, Roosevelt y Churchill; se establecen las bases de la futura distribución del orbe.
1944
Los ejércitos de ía URSS, en su avance hacia Alemania, atraviesan las antiguas fronteras polacas.
1945
La URSS conquista Polonia, llega hasta Viena y Berlín. Se realiza la Conferencia de Yalta, con Stalin, Roosevelt y Churchill. El 6 de mayo se rinde Alemania y se inaugura la Conferencia de Potsdam.
1946
Comienza la sovietización de los territorios ocupados por el Ejército Rojo. Stalin tiene su primer ataque cardíaco.
1953
El 5 de marzo muere Stalin en Moscú.

Revista Siete Días Ilustrados
12.03.1973


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