Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

Peronismo
¿HACIA LA GUERRILLA POLITICA?
Mientras el gobierno afirma que aún no ha llegado el "tiempo político", la oposición -especialmente Peronismo y UCRP- renueva su estrategia

El coche que traía a Juan Domingo Perón desde París hace pocos días, atravesó el puente internacional de Irún, en la frontera española, dirigiéndose hacia Madrid. Fue lo que permitió que Andrés Framini recuperara su libertad. La policía madrileña lo había detenido a su arribo por si se ensayaba otro "retorno", como el de diciembre de 1964. Esta vez no había peligro. Los motivos del viaje fueron otros: "Ante el creciente deterioro del movimiento, el aburguesamiento, la traición de muchos de sus dirigentes y la ineficacia alarmante de los niveles sindicales, fui a buscar un puesto de lucha, porque yo no sirvo para las negociaciones", explicó el dirigente textil a SIETE DIAS.
No se sabe si encontró ese puesto. Pero las cinco horas de conferencia que le dispensó Perón en Puerta de Hierro, depararon, según Framini, novedades espectaculares. El veterano dirigente sería así, el depositario de la última estrategia de Perón: "Montar la guerrilla política en la Argentina para derribar al gobierno. Pero bajo las órdenes del mayor Alberte", se cuidó de advertir el exiliado. "Este gobierno dura poco — pronosticó en seguida—, porque no se puede gobernar sin opinión y sin apoyo". El manual de instrucciones y monsergas, del que Framini tomó puntual anotación, se extendió entonces por los siguientes tópicos:
•El actual gobierno será suplantado por otro equipo militar, "ya que se registra un sensible deterioro en la unidad de las fuerzas armadas", que abrirá los cauces para una "auténtica revolución popular".
•Actualmente no están dadas las condiciones para intentar el retorno. "Hay que evitar luchas estériles dentro del pueblo".
•El próximo 17 de octubre será el punto de partida para el "verdadero reencuentro argentino".
•Los dirigentes gremiales y políticos que no ocupen el lugar que les corresponde, "serán sobrepasados por las bases".
•Oportunamente, se darán a conocer los nombres de los traidores: "El juez no será Perón, sino los propios trabajadores".
•"No hay ningún pacto con nadie. Sólo coincidencias".
•El peronismo no tiene que salir "a la cabeza". Primero que salgan los demás, "como lo están haciendo los radicales, que ya iniciaron su parte en la 'guerrilla' ".
Al término de la entrevista, mientras Perón salía en viaje hacia Marruecos, sus personeros locales concluían un balance respecto del último punto consignado por Framini. Conforme a ello, el operativo "pacto" ya habría saldado los frutos más importantes perseguidos por el peronismo: "reivindicó la vigencia histórica del movimiento; desagravió a Perón, quien fue reconocido como líder, y logró la división del radicalismo". Sin embargo, el óptimo balance concluye en un planteo de problemática extirpación: "Sin Perón, el peronismo tiene 1 millón de soluciones al alcance de la mano; con Perón, ninguna", expuso a SIETE DIAS un prestigioso dirigente capitalino.

EL RETORNO DE LOS BRUJOS.
Cuando se comenzaba a vislumbrar que entre las consecuencias inmediatas de los aprestos apuntados, figuraban la defenestración de Vandor y los preparativos para un 17 de octubre "explosivo" comandado desde Montevideo por Isabel Martínez de Perón, Álvaro Alsogaray retornaba a su pasión por las palabras. "La democracia representativa será restablecida en la Argentina", anunció desde su embajada en Washington. Y agregó: "La democracia impera allí realmente, con la sola excepción que se deriva de la pausa electoral y política transitoriamente impuesta".
Las diferencias con las reiteradas declaraciones oficiales, al respecto, son obvias: el gobierno no sólo no habló nunca de "pausa electoral", sino que desecha de plano y por largo tiempo, cualquier evento electoral. Además, las fuentes oficiales insistieron rigurosamente, desde el 28 de junio de 1966, que éste no es un gobierno "transitorio", sino la encarnación de una unánime voluntad de cambio. De ahí el nombre de Revolución Argentina. Pero lo que más llamó la atención de los observadores fue que el mismo cable que consignaba las declaraciones del capitán-ingeniero, daba a conocer un informe de la subcomisión de asuntos interamericanos del Senado de los EE. UU., en el que calificaba de "artificiales e ingenuos" los enfoques políticos de los gobiernos de la Argentina y Brasil.
"Advierto que no vamos a aceptar que se dicten desde afuera ni fórmulas políticas, ni normas morales", respondió enérgicamente el secretario de Gobierno, Mario Díaz Colodrero, el viernes pasado por la noche, en conferencia de prensa, en lo que fue considerado por los observadores como una transparente refirmación del "modo de pensar nacionalista".
Luego de manifestarse sorprendido por "el revuelo levantado en el ámbito político a raíz de la presencia de profesores extranjeros", agregó que la tarea desplegada 'por los visitantes "es muy interesante y positiva porque puede conducir a una actualización de los modos de pensar la política". Y a renglón seguido, insistió en una posición conocida al afirmar: "Hoy es preciso tener conciencia que no vivimos más en la época de Juan Jacobo Rousseau, sino en el mundo de la 'Populorum Progressio'. De modo que pueden resultar tan desactualizados tanto el corporativismo como la democracia liberal a la manera del siglo XIX".
Las declaraciones de Álvaro Alsogaray tampoco fueron pasadas por alto. "No hay ninguna pausa electoral", subrayó el secretario de Gobierno. Y agregó: "No vivimos un simple paréntesis que ubique al nuestro como un gobierno defacto más. La revolución abrió la posibilidad de construir una auténtica democracia de participación con un claro sentido nacional".

LA GUERRA DE LAS CONFERENCIAS.
— Pero no sólo la declaración de Alsogaray fue la respuesta ensayada por el liberalismo al aluvión de propuestas corporativas. El miércoles pasado, por la noche, en el Centro de Estudios Argentinos, presidido por el dirigente conservador Julio Cueto Rúa, proseguía un ciclo polémico sobre "Reforma Constitucional".
"Esta es la respuesta de las fuerzas democráticas a los afanes corporativistas del equipo político a través de los académicos falangistas que trajeron al país", confió a SIETE DAS el doctor Agricol de Bianchetti, activo integrante del grupo organizador del ciclo, del que también formaba parte, hasta asumir la cartera de Economía, Adalbert Krieger Vasena. Instantes después, el conferenciante Pablo Espinosa, dictaminaba: "La Revolución Argentina no puede ser una nueva frustración. El tránsito hacia la modernidad no puede implicar la declinación de los tradicionales principios de nuestra nacionalidad, mediante la adopción de formas institucionales superadas hace muchos años".
Los radicales, por su parte, continuaron con la "guerrilla de las comidas". Desde una mesa del restaurante de Belgrano al 2200, Arturo Illia, Carlos Perette y Ricardo Balbín declamaron su parte en la arremetida opositora. El ex vicepresidente se permitió un convite: "Ellos preparan un referéndum canónico y falangista. Yo los invito a que realicen en cambio un plebiscito popular".

LAS OTRAS RESPUESTAS. — "Antes que decidir por el pueblo, debemos decidir con el pueblo", dijo el ministro de Bienestar Social, doctor Julio Álvarez, durante una conferencia pronunciada en la Escuela Superior de Guerra. Desde allí anunció además, que su ministerio trabaja en la elaboración de una ley de "desarrollo comunitario". Cuando lo que está en discusión es precisamente el modo de la representatividad, no dejó de llamar la atención de los observadores la posibilidad de dicha ley. Máxime —se señala— si el pensamiento de las Fuerzas Armadas se basa en que "la representatividad no es comunitaria, ni partidaria, ni sectorial, ni regional, sino que deberá provenir de la suma de sectores y corrientes debidamente canalizadas".
La otra respuesta a la andanada liberal pudo escucharse en una reunión de la mesa directiva de Luz y Fuerza, para analizar un trascendido originado en el Ministerio de Economía y Trabajo según el cual se establecerían fundamentales modificaciones en el régimen laboral de las empresas estatales. "El liberalismo, que trata de infeccionar el hecho militar del 28 de junio, viene tomando desde el campo económico que domina, medidas antiobreras", se decía. Producida una tensa situación social el "liberalismo sabe que en la imposibilidad de seguir adelante, las FF. AA. se verán obligadas a convocar a elecciones en las que el nuevo liberalismo se apoderará íntegramente del poder de la Nación", concluyeron los gremialistas.
Cuando la tesis de que Pedro Eugenio Aramburu será la "gran figura" en el caso de una consulta electoral, se conoció en esferas oficiales, del seno del gobierno brotó una despampanante humorada: "La Revolución Argentina habla de verdadera democracia. Ello significa que de darse elecciones no habría ninguna clase de proscripciones, de modo que no se excluiría al peronismo. Si Aramburu desea elecciones en esas condiciones, apuraremos el proceso". Según trascendió, el ex presidente provisional no se sintió nada halagado frente a esa perspectiva.

Pie de fotos
-Hubo forcejeos y detenciones al intentarse en pleno centro un acto de los obreros estatales.
-Isabel Martínez sigue aun en España: se ha preferido postergar su viaje por ahora.
-Díaz Colodrero reafirmó la posición oficial: no es posible aceptar presiones externas.
-Aramburu seria "la gran figura". Pero ¿que pasa si no hay proscripciones?
Revista Siete Días Ilustrados
3/10/1967

ir al índice de Mágicas Ruinas

Ir Arriba