Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

TC: VIGÉSIMA VUELTA DE SANTA FE
GAUCHITA RESULTÓ LA LIEBRE

(Como su patrón)
Gastón Perkins ganó la XX edición de la vuelta de Santa Fe. Primera prueba de TC del año sobre ruta abierta - La categoría regresó al escenario que le es característico, aunque peligroso - Organización consciente, pero encandilada por la historia de una vieja carrera. Dante Emiliozzi: la bandera por un triunfo. El marco general fue el mismo que en otras pruebas de ruta. Mucho público, mucho asado.

Por Martín Calvo
Fotografía: Eduardo Giménez

Desde hace meses, casi un año, lo que sucedió el domingo al sur de Santa Fe era la meta obsesiva del puñado de dirigentes de una entidad dedicada al fútbol aunque con tradición automovilística: el Atlético Jorge Newbery, de Venado Tuerto. Detrás de ello hay una historia que comenzó medio siglo atrás. Lo verdaderamente importante es que hace veinte años, la misma agrupación organizó una carrera de autos que llegaba hasta el Chaco y volvía, cubriendo más de 1.700 kilómetros de suelo argentino polvoriento y árido. Desde febrero de 1949 hasta marzo de 1969 pasaron 20 años y un mes. Lo que dio luego en llamarse "Vuelta de Santa Fe" se sucedió sin interrupciones hasta 1967. Entonces, los hechos la superaron como a muchas otras carreras de ruta abierta. Pero la XX edición era sagrada: había que llevarla a cabo aún a costa de mucho. El intento del Jorge Newbery coincidió con la época de madurez automovilística argentina, y el proceso de elaboración de la prueba abarcó desde la rebeldía proclamada de hacerla sin autorización hasta el apoyo incondicional a la flamante CADAD. Aquí cabe la reflexión: ojalá que en el futuro alguien ponga tanto empeño en llevar a término sus propósitos como lo hicieron los dirigentes de Venado Tuerto, aunque, ¿valía la pena el sacrificio para decir al final que la carrera cumplió 20 años y que en su edición aniversario no murió ningún espectador... ? Contra la entrada, valor 300 pesos, se le entregaba al público un papel que rezaba: "Del éxito de esta competencia depende el futuro del TC"; sin embargo, el sábado había clima de temor. ¿Por qué? Más o menos todos conocíamos las medidas de seguridad impuestas y aplicadas, pero... se desconfiaba. Todos cruzaban los dedos. Si ocurría un accidente que causara estragos en el público, adiós TC en rutas. Durante la carrera hubo varios percances que por fortuna no incluyeron espectadores. Mientras tanto, a la vera del camino, el público rendía culto al asado y al sol dominguero; con alguna intermitencia le prestaba atención a la carrera, aunque hubo poco que mirar. Esto puede llamarse con toda justicia pasión de pueblo, pero es menester aclarar, antes de afirmarlo, si se trata de automovilismo o de un pic-nic dominical con excusa. De cualquier forma, la gente concurrió como en pocas oportunidades y el organizador pudo garantizar por completo la faz económica. De todos modos, queda la impresión de que correr en rutas con las actuales reglamentaciones y automóviles es peligroso, La CAEAD autorizó ahora un circuito de 142 kilómetros con pasos a nivel, tramos angostos y banquinas breves, que sirvió para que el récord de velocidad cayera humillado, factor que no hace más que confirmar los esfuerzos de los venadenses para que todo saliera a pedir de boca.

COMO OTRAS VECES
Tímidamente aparecieron algunos autos, los que lograron soportar el tamiz reglamentario con reminiscencias legendarias, es decir, bajo el apelativo de "cupecitas". De ellas hubo muy pocas. La carrera conformó un tibio espectáculo, aunque no dejó de ser interesante. La más sabrosa conclusión es que el Tornado 4 bancadas volvió a ganar vía Gastón Perkins, que inscribió a todo su equipo, incluyendo a Nicanor Molina; empero, como las Liebre III continúan siendo resistidas reglamentariamente, corrió como único defensor de sus colores con la versión uno y medio. Juan Carlos Zurita es el silencioso artífice del auto, que ahora posee un nuevo récord: 225,165 km/h. Allí, apenas unos metros atrás en el promedio, estuvo el casi eterno candidato: Dante Emiliozzi, con su chasis 1953. Su exprimido V8 esta vez no se rompió, aunque a costa del banderazo final, no llegó a rematar una muy posible victoria. Además tuvo problemas con la tapa de cilindros. La cosa alcanzó también para que surja una revelación: Mauricio García, 22 años, protegido pupilo de Pairetti quien, el martes pasado, le consiguió un 7 bancadas Chevrolet que estrenó el vano motor de una Liebre 1 1/2 pintada color naranja a propósito. García tuvo un pie apto para la ruta, pero sus mejores dotes ya las mostró antes en la pista, durante el Torneo Triangular. Adrián Villegas y el reaparecido Rogelio Scaramella, con sendos Torino modificados, dieron la pauta de que para correr en ruta y llegar no hacen falta 320 HP ni 250 km/h. Si el auto anda, el piloto llega. En resumen: el Turismo de Carretera volvió por sus fueros con un acontecimiento reiterado y de proyección incierta. De cualquier modo, los aficionados tienen que estar conformes, porque durante toda la carrera, las tres marcas favoritas, Ford, Chevrolet y Torino, estuvieron peleando la punta. Para los conformistas, con eso basta. El resto aconteció como siempre: carteles, aglomeraciones en el tránsito y una ciudad que encontró en el fin de semana una posibilidad distinta. Empero, el Jorge Newbery de Venado Tuerto pudo cumplir con su doble premisa. Realizó su vigésima carrera y garantiza hasta Allen, la próxima confrontación, que correr en ruta es seguro aunque nadie lo crea.

Recuadros
AGRADECIDOS
La pequeña pero muy "tuerca" localidad de Morrison, Córdoba, mostró un extraordinario espíritu de solidaridad en oportunidad del grave accidente ocurrido la semana anterior en la ruta nacional Nº 9. Como se recordará, en ese luctuoso suceso perdieron la vida aficionados íntimamente ligados al deporte motor que se dirigían hada la ciudad de Córdoba para participar en la competencia de Sport Prototipo. Vecinos de Morrison, y en especial el comisario de la localidad, Salvador Yeshedade, no escatimaron esfuerzos para atender a los accidentados, multiplicándose en su humanitaria tarea.

VOLCÓ PASCUALINI EN CÓRDOBA
Nuevos inconvenientes se presentaron durante la semana última en el desarrollo del proceso de ensayo de los Huayra-Ford. Los mismos han hecho crecer las versiones que circulan sobre la poca estabilidad de los vehículos. Carlos Pascualini, que estuvo en Venado Tuerto como espectador, contestó a los requerimientos de AUTOMUNDO. "No me explico cómo pueden surgir esos rumores. Lo único que pasó tuvo lugar el viernes en él Autódromo «Oscar Cabalén». Un trompo no del todo afortunado hizo que el auto saliera de la pista. Toqué contra un montículo de tierra y volqué. Fue un accidente. El auto sufrió algunos daños en el plástico, y yo... ileso. Ni un rasguño. La gente tiene que comprender que un vehículo de competición tiene que pasar por estas cosas. Es todo experimental." Lo dijo Pascualini en el sector de la largada. A su lado estaba Willy Mikulan.

TUERCAS RUTERAS
REGLAMENTO — Eulogio Maquirriain presidió la revisión técnica de los participantes el sábado, y resultó ser el factor más incongruente del proceso. En los últimos instantes de la revisión, reaccionó en forma grotesca ante algunas fallas. También trató de romper en tres oportunidades, y sin conseguirlo, el parabrisas del Numa II de Tulio Riva, quien fue el primero en arribar al parque cerrado y no pudo largar por encontrarse el techo de su automóvil fuera de reglamento.
INCIDENTE — Tulio Riva y sus mecánicos trabajaron todo el sábado para poner su automóvil en condiciones reglamentarias. Al saber que no los dejarían largar, apeló al presidente del Atlético esgrimiendo la faz humana. Este lo hizo desalojar del parque cerrado sin mayores contemplaciones. Luego, requerido el señor Baschetto Blencio para confirmar la noticia, se rectificó sobre el punto.
Moraleja: A los reglamentos hay que cumplirlos pero también saberlos aplicar.
PESO — El "Tanque" de Dante Emiliozzi ya no es tal. Su chasis Ford con carrocería Baufer pesó, después de la carrera, 1392 kg. Mucho menos que algunos Torino el 9 de marzo pasado.
DEBUTANTE — En su primera incursión en ruta, Carlos Reutemann estableció un récord parcial de velocidad con su Minifalcon: 233,989 km/h a los 109 km de carrera.
SUSTO — Pepe Cano, cordobés, llegó al parque cerrado con el auto "empapado" de aceite pero contento de haber salvado la peor curva del circuito a una velocidad que el giro no toleraba. Ni el propio Cano sabe cómo el Torino volvió al asfalto.
LULUAGA — Juan Luluaga reapareció con su auto totalmente modificado en compañía del ex copiloto de Norberto Polinori. Pararon ocho veces y al final se quedaron sin nafta.
RADIOS — Mauricio García, joven representante de Villa Ramallo y que sólo ahora es tenido en cuenta porque su auto anduvo bien, fue dado como segundo del ganador por algunas radios. Hasta el final de la prueba tuvo problemas con el diferencial de su auto.
CAMIÓN — El campeón Carlos Pairetti estrenó un impecable a increíble camión construido por acoplados Montenegro, donde además de alojar un auto de carrera hay de todo, desde herramientas hasta cocina.
GRACIOSO — La organización falló por el lado de la consideración al periodismo. Las incongruencias variaron desde no permitir a los fotógrafos realizar su trabajo en las curvas hasta no dejar a los cronistas hablar con el comisario deportivo. De esto se encargó la policía, excesivamente celosa de su tarea, y un funcionario del club que no quiso dar su nombre, pero que se pasó de "gracioso" al interponerse a propósito entre la cámara de uno de nuestros enviados y el automóvil de Juan Manuel Bordeu, en momentos que éste abandonaba. A ese señor no se lo vio hacer absolutamente nada durante todo el desarrollo de la carrera; simplemente miró.
DEPORTE — "Estoy contento porque vamos a cobrar" —Sergio Boscher, en el parque cerrado.
CINTURONES — Antes de largar, José Cano se encargó de dejar en difícil situación a dos coterráneos suyos: Pascualini y Acosta. Cano les sacó los cinturones que ambos afectados entregaron con gusto. Sirvieron para asegurar la rueda de auxilio.
VÍTORES — En el retorno, hinchas y los que no lo son a Dante Emiliozzi: ¡Emiliozzi! ¡El abuelo mata!
DESCALIFICACIÓN — Extraña descalificación sufrió la Liebre III de José Manuel Faraoni, a quien le indicaron que no podía largar aunque no le dijeron por qué.
PEDALERA — Curiosa disposición tiene la pedalera del automóvil del representante venadense Enrique Gilardone. El acelerador está ubicado en el medio de los otros dos pedales.
PÚBLICO — Pese a los esfuerzos por mantener al público en orden, a lo largo de un vasto tramo de la ruta 8, un numeroso grupo de espectadores trasgredió las disposiciones de seguridad.
RAZONABLE — Por la entrada al circuito, ubicada en la ruta Nº 33 y próxima al punto de partida, se vendieron más de 22.000 entradas al razonable precio de 300 $ cada una.

Pies de fotos
-El Jorge Newbery tuvo su fiesta después de luchar. Arriba, a la izquierda, autos se dirigen al pesaje. El público ya palpita la carrera. Fue el sábado. Carlos Pairetti, arriba, en el centro, fue el primero en largar, y siempre estuvo cerca de la punta. A la derecha, la escena más insólita de toda la carrera: llega Dante Emiliozzi. Un solitario dirigente le baja la bandera. En el sector, absolutamente nadie más. Abajo, la revelación de la carrera: "Marito" García, 22 años, estudiante de veterinaria de la Universidad de La Plata.
-GAGLIANA DERRAPA
Violento derrape de Nadal Gagliana en la curva de Hughes. Participó con una máquina ex Pairetti y debió abandonar. En la foto A se inicia la salida de pista. Nótese la puerta del piloto que se entreabre. Contra un montículo de tierra, foto B, se apoya el automóvil, finalizando su descontrolado recorrido. Al querer regresar a la pista, foto C, se insinúa un incendio que es rápidamente sofocado.
-Adrián Villegas, seguro en la ruta, tuvo destacada actuación. Un cuarto puesto con dedicación a su madre habla de las mejoras en su conducción.
-"Kaput" para Bordeu, que regresó a su amor primero, "La Coloradita". En la foto, en el momento que abandona. El "gracioso" que mencionamos en otra parte no pudo seguir tapando a nuestro reportero gráfico.
-Reutemann y Minifalcon, debut en ruta. Anduvo ligero y ligero desapareció. Como saldo positivo, dejó un parcial de 233 km/h.
-El terruño no trató bien a Gaspar Di Martino (Venado Tuerto): llegó 14º; Germán Pesce trata de pasarlo.
-De nuevo con la Liebre-Prats, Jorge Ternengo anduvo en su elemento con un motor muy solvente; se clasificó sexto.
-El "andador" Rogelio Scaramella reapareció con un Torino cola "fast back" tipo "Larry" y arribó 5º. Un 6 OHC más potente hace honor a las condiciones de rutero del ganador de Grandes Premios.

Revista Automundo
25.03.1969




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