LO QUE NOS RODEABA
Por Víctor Sueiro
Fueron 365 días con el corazón en la mano. Ya, de entrada, Christian Barnard realiza —el 2 de enero— su segundo trasplante cardiológico en la persona del dentista Philip Blaiberg, de 58 años. Aquí, mientras tanto, en el mes de agosto una sociedad de Sicología Electrónica (así se llamaba) mete a los corazones en una computadora y lanza una campaña a toda página en los diarios donde se lee su lema: "Encuentre sin equivocarse a su pareja ideal". Habla que llenar un cuestionario y enviarlo adjuntando $ 1.500 m/n para recibir a vuelta de correo —computadora mediante— el nombre y demás datos de quien se supone era la pareja perfecta del remitente. Por 0,015 pesos de hoy uno compraba un amor eterno o algo así. Claro que había quienes preferían buscarlo bailando el "Pata pata" de Myriam Makeba —gran moda— o el hit sentimental "Esta tarde vi llover", de Armando Manzanero. Los que podían entrar no dudaban en ejercer esa posibilidad en "Mau-Mau", que ese año fuera clausurada porque en una fiesta se sacaron fotos de una pareja besándose —en rigor de verdad nada alarmante— sentados en la escalera. La que ya había subido otra escalera, la de la fama, era Mafalda. El personaje de Quino apasionaba al país y luego lo haría con el mundo entero. Un mundo en el que Yuri Gagarin, el primer astronauta de la historia, moría en un accidente de aviación en marzo; Martin Luther King —líder negro y ganador del Premio Nobel de la Paz— era asesinado el 5 de abril en Memphis, y Robert Kennedy corría la misma suerte a los 42 años de edad mientras se presentaba en campaña proselitista en un acto en Los Ángeles.
No eran precisamente ángeles las fuerzas que a mediados de año invadían Checoslovaquia. Eran tanques soviéticos que decidieron terminar con toda tratativa política e impusieron el inapelable argumento de la fuerza. Nadie movió un dedo por los checos. En otro orden de cosas acá nos preguntábamos cómo movían los dedos los que manejaban a ese fenómeno de la ternura que fue el Topo Gigio. El amoroso ratón italiano parecía tener vida propia y nos deleitaba con sus charlas encaradas por Juan Carlos Mareco (quien todavía era Pinocho) y luego por Héctor Larrea. En el mismo medio, la tele, los Sábados Circulares seguían liderando y la promoción nos hablaba de un Pipo Mancera "loco, loco, loco, loco". Así estaba también, pero de contento, Roberto Galán con su programa "Galanterías", en el mediodía de Canal 7, donde se presentaban para cantar en cámaras —por primera vez— centenares de postulantes del público. Muchos criticaban el programa, pero todos lo veían. Así un día nos asombramos en vivo cuando se presentaron dos personajes y uno de ellos habló y dijo: "Somos el dúo Vernáculo.. . Yo soy Verna". Para la época, todo un destape. El que se destapó en lo deportivo fue Estudiantes de La Plata que empató con el Manchester United pero le alcanzó para ser coronado Campeón Mundial Interclubes 1968. Y otra vez el corazón como estrella, pero en la Argentina: el 31 de mayo el doctor Miguel Bellizi realiza el primer trasplante en el país siendo el donante Emilio Tomasetti y el receptor Enrique Serrano, que nada tenía que ver con el actor del mismo nombre. En agosto otro órgano vital en la palestra: el páncreas. El doctor Mario Bortagaray realiza un trasplante en la persona de Teodoro Paniagua, siendo el primero del país y uno de los primeros del mundo todo. Mundo que ya se hallaba en conversaciones en París para terminar con la guerra de Vietnam, aunque el tema no era fácil. En el escenario bélico se producía un hecho inesperado: el general William Westmoreland, comandante en jefe de las fuerzas norteamericanas en Vietnam, era destituido y se consideraba un fracaso su gestión.
Otra gestión, pero de paz, fue todo un éxito: el Papa Paulo VI viajaba a Latinoamérica —al Congreso Eucarístico Internacional de Bogotá— siendo la primera vez que un pontífice llegaba a la América latina.
Una ola de OVNIS parece cubrir el país. Centenares de personas dicen haberlos visto sobre Bahía Blanca y Mendoza y hasta hay dibujos de los seres que los tripulaban, algo así como un identikit incomprobable. Lo que se podía comprobar era el avance republicano en EE.UU.: Richard Nixon era elegido presidente el 5 de noviembre. Hubo quienes dijeron allá que tuvo su influencia en la decisión popular el casamiento de Jackie Kennedy (viuda del demócrata asesinado John F.) con Aristóteles Onassis, hecho ocurrido —contrato mediante— el 20 de octubre de ese año.
Año que estuvo marcado, también, por las revueltas estudiantiles en París. El marxista Marcuse y su frase "la imaginación al poder" fueron los elementos con un barniz romántico que movieron en mayo a los estudiantes parisinos, transformándolos en constructores de barricadas en las calles de la Ciudad Luz.
Año en el que, entre varias visitas a la Argentina, se destacó la de Indira Gandhi, primera ministro de la India, que fue recibida con todos los honores.
Otros honores, los deportivos, fueron para Nicolino Locche que ganó la corona mundial de los medio medianos venciendo a Paul Fuji por abandono. Y el corazón otra vez, pero estrujado: dándonos un sopapo a la nostalgia mueren en ese año Kay Francis, Wendell Corey, Ramón Novarro, Franchot Tone y Dennis O'Keefe, entre otras figuras de Hollywood. Un Hollywood que ese año dio el Oscar como mejor actriz a una talentosa fea, Barbra Streissand (por "Funny girl") y a una talentosa bella, Katherine Hepburn (por "El león en invierno"). Empate de talentos. Quien gana la preciada estatuilla en el rubro Mejor Libro por el filme "The producers" es, para nosotros, todavía un desconocido: Mel Brooks, quien ya hacía años que escribía los guiones de la serie televisiva "Super agente 86".
En otro orden de cosas un hecho terrible sacude al país: a la salida de un partido de fútbol entre Boca y River, en el estadio de este último se produce una espantosa avalancha contra una de las puertas que se encontraba cerrada. La tragedia de la puerta 12 dejó un saldo de 70 muertos y un dolor imposible de olvidar.
En diciembre, a más de 10.000 km de distancia, en Cabo Kennedy, EE.UU., parte la Apolo VIII y concreta días después una nueva hazaña espacial; esta vez a más de 500.000 km de la Tierra: los astronautas James Lovell, Frank Borman y William Anders son los primeros en circunvalar la Luna y mostrarnos la otra cara de nuestro satélite.
Otras estrellas, pero más cercanas, nos habían visitado en marzo con motivo del Festival de Cine de Mar del Plata: Alberto Sordi, Peter Collinson, Carroll Baker y Jacques Tati, entre otros. Leonardo Favio fue el hit del año cantando sus temas "Fuiste mía un verano" y "Ella ya me olvidó": 60.000 discos en sólo veinte días.
Mientras tanto, ya había nacido un incipiente grupo guerrillero en Tucumán; una huelga afectaba a 6.800 obreros de YPF; Vietnam continuaba; Latinoamérica comenzaba a bullir; hubo magnicidios y la violencia tomaba forma. Pero un grupo estudiantil internacional llegó a Buenos Aires para cantarnos "Viva la gente". Este grupo optimista y universalista había nacido en 1965. Triste es decir que se disolvió hace tiempo. Vaya a saber por qué.
EL AÑO EN CIFRAS
• Precio del dólar billete en el mercado oficial y paralelo: 350 (igual valor de enero a diciembre)
• Alquiler de un departamento de dos ambientes —con teléfono— en zona centro-sur: 38.000 pesos mensuales.
• Producción anual de automotores: 180.976 unidades.
• Sueldo mensual de una dactilógrafa (40 horas de trabajo semanales): 43.000 pesos.
• Durante 1968, el incremento del costo de vida ascendió un 8,2 %.
• La monopolización de la industria tabacalera se tradujo en el crecimiento vertical de la importación de tabaco, que aumentó en un 120% con respecto al año anterior.
• La balanza comercial (resultado del intercambio exportación - importación) dejó un saldo favorable de 2.056 millones de dólares.
• El total de toneladas de carne exportadas disminuyó en un 14,6% en relación a 1967, contrayéndose el ingreso de divisas en un 15,5 %.

Extraído de suplemento de la revista Gente, sin fecha (¿1974?)