Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


Alberto Cortez dispuesto a ser profeta en su tierra
La poesía de todas los días
Revista Siete Días Ilustrados
21.09.1977

Cantante, compositor y músico. Nació en Rancul, creció en Mendoza y triunfó en España. Llegó al país para ofrecernos sus nuevas canciones. Realizó arreglos musicales sobre poemas de Machado, Lope de Vega y Quevedo. Tan sólo faltaba el reconocimiento argentino

"Soy un cronista de la vida, fundamentalmente. Todos mis temas se basan en personajes y episodios reales, auténticos. Comencé a tomar conciencia de una serie de valores que yo creía tener y que mi propio círculo de amistades veían en mí. Así que en 1966 decidí preparar un recital en el teatro Zarzuela para tratar de realizarme en estos nuevos proyectos y también para sorprender a aquellas personas que sólo me reconocían como compositor de canciones banales".
Su mano derecha aprieta un cigarrillo de marca española. La izquierda, sostiene un pequeño bolso de mano. Su rostro denota el cansancio del viaje. Porque este Alberto Cortez, el mismo que salió del país hace 17 años hacia Europa, en procura de un futuro alentador, no ha parado desde su llegada. Que una salida en Córdoba. Que otra en el Club Hípico. Que un recital de dos horas en el teatro Coliseo. Y así, con un ritmo continuo de "cantares", como él dice, Cortez siembra sus semillas.
"Estoy contento, te aseguro que estoy contento. He visto un público preparado, formado, inteligente. Me han recibido como jamás lo hubiese pensado. Los recitales gustaron enormemente y la comunicación con la gente ha sido maravillosa. Estoy sorprendido, anonadado ..."
Vientos campos y caminos...
distancia
Qué cantidad de recuerdos
De infancia amores y
amigos.. . distancia
Que se han quedado tan lejos ("Distancia", letra y música de A. C.)
Esta alegría tan especial que Cortez manifiesta en cada palabra, en cada gesto, por el recibimiento que sus compatriotas le han brindado, expresa en él una gran satisfacción. Porque durante muchos años, la carrera artística de Cortez, la obra de Cortez, la temática de Cortez, pasaron inadvertidas en la Argentina.
"Mis canciones son totalmente intemporales. He compuesto para llegar a eso. Para que mis discos puedan comprarse mañana, el año que viene, dentro de 10 años. Al menos, ésa ha sido mi intención. No creo en el éxito fácil ni en la llegada rápida. Cada cosa en su momento, en su tiempo. Con este razonamiento fui forjando mi lucha en la canción popular. Y así fue como, golpeando una por una en las casas de todos los españoles, un día me encontré con que mi cosa tenía valor. Atrás, muy atrás, había dejado aquella imagen del 'rey del Sucu-sucu'. De la que, por otra parte, nunca renegué, sólo que evolucioné con el tiempo y la realidad de cada mañana".
Las horas del apurado
Siempre son horas, perdidas
Ni poco ni demasiado
Todo es cuestión de medida.
("Ni poco... ni demasiado", letra y música de A. C.)
En México, sus discos se agotan. En España, el respeto ganado ya es como sus canciones: internacional. Y eso tiene una base histórica concreta, un nacimiento bien registrado. En 1966 preparó un recital en honor de los grandes poetas de España. Y esa noche, en el teatro Zarzuela de Madrid, Cortez se convirtió en un español más. Musicalizó a Machado, a Lope de Vega y a Quevedo. Es decir, introdujo la poesía del Siglo de Oro con arreglos populares.
"Demostré que una letra seria, lejos de la frivolidad de tantas pavadas, también podía ser comprendida y aceptada por muchos. ¿Después? Después vino la etapa de mis canciones. El abuelo, Cuando un amigo se va, La casa familiar, Mi árbol y yo, A mis amigos, Distancia, Manolo, muchas, muchas más..."
Aunque siga estando lejos
Un corazón de guitarra
quisiera
Para volver a mi pueblo.
("Distancia", letra y música de A. C.)
A los 12 años se alejó de su Rancul natal. Se recibió de bachiller en San Rafael (Mendoza). Cuando andaba por los 18 entró a la Facultad de Derecho, en Buenos Aires. A los 20, alguien lo invitó a zarpar hacia Europa. Hoy, cuando ya su trayectoria superó su propia imaginación, Alberto Cortez sigue diciendo con su querido Antonio Machado: Caminante, no hay caminos, se hace camino al andar.
Miguel Ángel Taboada

 

Ir Arriba

 

Alberto Cortez


 

 

 

 

 
Alberto Cortez

 

 

 

 

 

Búsqueda personalizada