Revista Gente y la Actualidad
22.10.1970 |
DOS MINUTOS CON EL HOMBRE DEL DIA. EL DOCTOR ALDO FERRER HABLO POCO
Y DIJO MUCHO EN ESTA PRIMERA ENTREVISTA QUE CONCEDE DESDE QUE ACEPTO
EL CARGO.
Sin duda constituye un caso singular: confirmado ministro de
Economía y Trabajo —cargo que aceptó el viernes último— manejó la
cartera en el curso de esta semana a más de diez cuadras de
distancia, precisamente desde Obras Públicas, el otro ministerio
obligado a retener hasta que se hiciera cargo su sucesor. Interino
entonces hasta el juramento, titular en otra cartera hasta el
momento del cambio formal, el Dr. Aldo Ferrer, es, además, el tercer
ministro de Economía del gobierno de la Revolución Argentina en lo
que va del año. Esto que tomado a la ligera podría aparecer como una
confusa improvisación, es a juicio de muchos observadores algo que
se esperaba, que "se veía venir". Incluso cuatro meses atrás su
nombre se barajó con rotunda firmeza hasta minutos antes de la
designación de Moyano Llerena, último dimitente de un ciclo que
comenzó con Salimei y continuó luego con Krieger Vasena y Dagnino
Pastore.
Justo en momentos en que a nivel oficial se acepta estar en
presencia de una nueva etapa y que el teniente general Lanusse ante
los altos mandos del Ejército habla de "Acentuar la nacionalización
de la economía" y "garantizar una justa distribución de la riqueza
generada, atendiendo en primer lugar a los más necesitados",
reportear al Dr. Ferrer, conocer su pensamiento en la materia, era
algo ineludible entonces.
"¿Una entrevista?, por el momento, imposible. Además, el Dr. Ferrer
no va a hacer enunciados de índole económica hasta que asuma". La
invariable respuesta de quienes podían facilitar un acercamiento no
era muy estimulante. Sin embargo había que insistir, sobre todo
pensando en que la salida electoral está condicionada al "tiempo que
demandará la conquista de objetivos económicos y sociales que se
consideran imprescindibles para asegurar la estabilidad y
efectividad del régimen democrático que se pretende instaurar y
preservar".
—¿Y si no hablamos de lineamientos económicos ni medidas concretas?
¿Si hasta que levante la cortina nos limitamos a charlar con él,
hablar de lo que ya hizo, de lo que escribió, ¿podemos
entrevistarlo? Recoger una impresión y transmitirla a los lectores,
decirle cómo es, cómo se comporta la persona en cuyas manos está el
planeamiento de la economía argentina, ¿tampoco es posible?
—¿Sabe qué ocurre? Ahora está reunido, después tiene que ir a
Vialidad para la firma del contrato Zárate-Brazo Largo, luego
regresa porque tiene una serie de audiencias concedidas. No puedo
decirle cuánto tendrían que esperar porque no lo sé, y en definitiva
asegurarle que lo vayan a ver...
—...No se preocupe, podemos esperar.
Cordialidad, café y paciencia. Mientras tanto revisamos los datos
biográficos. Nació en Buenos Aires (centro de la Capital) el 15 de
abril de 1927 (43 años, ajá, en las fotos parece menos, sobre todo
desde que dejó de usar anteojos), casado con la doctora Susana
Lustig (Susana Lustig de Ferrer, sí, claro, conocida analista), tres
hijas: Carmen (10), Amparo (9) y Lucinda (4); ministro de economía
bonaerense entre 1958 y 1960 (con Oscar Alende), luego candidato a
diputado nacional por la UCRI, previamente Funcionario de las
Naciones Unidas (1950-53), consejero económico de la embajada
argentina en Londres
(1956-57), profesor de la facultad de Ciencias Económicas de la
Universidad de Buenos Aires (hasta 1966), miembro de la Academia
Nacional de Ciencias Económicas...
—...Ya termina, si quieren pueden pasar a verlo mientras dispone las
últimas cosas antes de retirarse.
Estaba de pie en su espacioso despacho del M.O.P. —12 x 7,
aproximadamente—, recibiendo algunos papeles de Jorge Elorza,
periodista. uno de sus asesores. A su derecha, un mapa de la
República, grande, bien a mano. Sobre la pared de la izquierda, en
franca competencia, un enorme cuadro de Quinquela Martín y tres de
sus hijas, muy luminosos y alegres.
Una llamada telefónica posibilitó que lo observáramos con
detenimiento. Frente amplia, más bien bajo, impresiona como un par
de años más joven de los 43 ya cumplidos; en esto tal vez tenga
mucho que ver su contextura fuerte y el desplazamiento dinámico. Le
gusta el deporte (el sábado se hizo una escapada para ver a los
Globetrotters), se apasiona con Pelé, no deja de testimoniar su
admiración por Obdulio Varela y todavía gusta entreverarse en
"picados", lejos de todo protocolo (hace menos de un mes intercambió
gambetas en una quinta de Ezeiza con periodistas acreditados en
Obras Públicas).
—Mucho gusto.
Quienes lo tratan con marcada frecuencia coinciden en afirmar que es
muy comunicativo, que tiene gran sentido del humor, que así como le
gusta improvisar los discursos (generalmente sólo anota unos
conceptos guía) siempre está dispuesto a expresarse con claridad,
abundar en ejemplos, ofrecer comparaciones. Ese mismo día, para
ejemplificar algo que quería transmitir, contó un episodio que
presenció en una cancha de fútbol y cuyo principal protagonista fue
su admirado Obdulio Varela ("por su captación psicológica de las
masas"). Relató así a un grupo de colaboradores la vez que Varela
agarró la pelota, se la puso debajo de un brazo y dio una vuelta a
la cancha en pleno partido contra los brasileños. Le cobraron hands,
claro, pero el oriental consiguió lo que quería: hacer que su
público jugara también el partido, que se entusiasmara y alentara a
los jugadores. Al final, tenazmente estimulados, los uruguayos
ganaron el encuentro.
—Encantado. Antes que nada le agradezco, doctor, que me haya
permitido distraerle unos minutos en medio de tanto ajetreo.
Su boca se transformó en una alargada rayita, en algo muy parecido a
una sonrisa. Estaba impaciente, no había dudas. Aquí Obdulio Varela
no iba a aparecer ni de casualidad. Así que al grano.
—¿Qué es lo que quiere saber?
—En realidad, todo, pero ya estoy advertido que no quiere responder
a temas vinculados a los lineamientos económicos hasta que asuma
(asentimiento con la cabeza: adiós, chau preguntitas sobre mercado
cambiario, precios, salarios, política de carnes... aunque sin
embargo). Sin embargo se imponen algunas preguntas. Está confirmado
como ministro de Economía y usted aceptó el cargo, ¿cuándo va a
asumir?
—En el curso de la semana.
—El viernes, seguramente (para el jueves estaba previsto el segundo
paro nacional de protesta propiciado por la CGT, Hay quienes
sostienen que Ferrer no asumió antes para que quedara en claro que
la medida de fuerza era contra la conducción económica anterior, la
de Moyano Llerena, y que si se levantaba el tercer paro dispuesto
para noviembre, tal como se presume, este hecho podría ser muy bien
capitalizado).
—No sé, incluso puede ser antes. No depende de mí, eso lo decidirá
la Casa Militar, pero le repito que será en el curso de esta semana.
—Es decir que usted no tiene inconvenientes en asumir en cualquier
momento (Asentimiento. Esto apoya la hipótesis de quienes sostienen
que la intención original del presidente Levingston era que los
juramentos a los cargos vacantes se realizaran en un solo acto).
¿Está satisfecho con su paso por el M.O.P. en estos cuatro meses?
—Muy satisfecho.
—¿Cuáles son los trabajos en los que se puso mayor énfasis?
—Salto Grande, Apipé, el traslado de Hidronor, al que se le dará un
contenido regionalista.
—El traslado de Hidronor a la zona del Chocón y el contenido
regionalista que se le dará presupone todo un replanteo de los fines
para los cuales fue planeado y...
—...No hablemos de replanteos ni hagamos comparaciones con lo
anterior. Miremos hacia adelante...
—...Sí, pero es que la interpretación surge por sí misma...
—...Bueno, la interpretación corre por su cuenta.
—Muy bien. Usted ha publicado dos libros ("El Estado y el Desarrollo
Económico", editorial Raigal, Buenos Aires, 1956 y "Economía
Argentina: Las etapas de su Desarrollo y Problemas Actuales",
editorial Fondo de Cultura Económica, México, mayo de 1963, libro
este que traducido al inglés fue editado en 1967 por la Universidad
de California) y numerosos artículos (tiene además dos carpetas
repletas de trabajos inéditos), en todas las publicaciones usted
dejó una precisa línea en lo que hace a los problemas y posibles
soluciones de la economía en nuestro país, ¿usted desde el
ministerio va a ser consecuente con todo lo manifestado o hay
factores intervinientes que imponen alguna modificación?
—Voy a ser absolutamente consecuente con todo lo publicado.
—Le pregunto esto porque en recientes declaraciones el secretario
general de la Presidencia de la Nación dijo que el reemplazo de
Moyano Llerena por usted no implicaba un cambio de la política
económica del país (el coronel Federico Luis Mourglier dijo
concretamente: "El doctor Aldo Ferrer está perfectamente
identificado con la política orientada por el señor presidente y
aunque pueda diferir en algunos enfoques del doctor Moyano Llerena
pienso que no habrá modificaciones sustanciales en el proceso".
Estas declaraciones fueron formuladas en la reunión mensual de la
Asociación de Prensa Extranjera y se publicaron en todos los
diarios).
—No las he visto. (Clavó los ojos en unos papeles que sostenía un
asesor y hubo un largo silencio. El Dr. Ferrer comprendió que el
periodista antes de retirarse esperaba que completara esa
respuesta.? Yo no las he visto, lo que le puedo decir es que voy a
ser consecuente con todo lo que he venido sosteniendo.
HECTOR LUIS ZABALA
fotos Gabriel Alvarado
Ir Arriba
|
|
Junto al periodista Jorge Elorza, uno de sus asesores.
En el despacho de Obras Públicas |
|
|
|
|
Aldo Ferrer
|
|
|
|
|