Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


Aldo Ferrer, doctor en Ciencias Económicas,
43 años, padre de 3 niñas.
EL NUEVO MINISTRO
DE ECONOMIA
Revista Gente y la Actualidad
22.10.1970

DOS MINUTOS CON EL HOMBRE DEL DIA. EL DOCTOR ALDO FERRER HABLO POCO Y DIJO MUCHO EN ESTA PRIMERA ENTREVISTA QUE CONCEDE DESDE QUE ACEPTO EL CARGO.

Sin duda constituye un caso singular: confirmado ministro de Economía y Trabajo —cargo que aceptó el viernes último— manejó la cartera en el curso de esta semana a más de diez cuadras de distancia, precisamente desde Obras Públicas, el otro ministerio obligado a retener hasta que se hiciera cargo su sucesor. Interino entonces hasta el juramento, titular en otra cartera hasta el momento del cambio formal, el Dr. Aldo Ferrer, es, además, el tercer ministro de Economía del gobierno de la Revolución Argentina en lo que va del año. Esto que tomado a la ligera podría aparecer como una confusa improvisación, es a juicio de muchos observadores algo que se esperaba, que "se veía venir". Incluso cuatro meses atrás su nombre se barajó con rotunda firmeza hasta minutos antes de la designación de Moyano Llerena, último dimitente de un ciclo que comenzó con Salimei y continuó luego con Krieger Vasena y Dagnino Pastore.
Justo en momentos en que a nivel oficial se acepta estar en presencia de una nueva etapa y que el teniente general Lanusse ante los altos mandos del Ejército habla de "Acentuar la nacionalización de la economía" y "garantizar una justa distribución de la riqueza generada, atendiendo en primer lugar a los más necesitados", reportear al Dr. Ferrer, conocer su pensamiento en la materia, era algo ineludible entonces.
"¿Una entrevista?, por el momento, imposible. Además, el Dr. Ferrer no va a hacer enunciados de índole económica hasta que asuma". La invariable respuesta de quienes podían facilitar un acercamiento no era muy estimulante. Sin embargo había que insistir, sobre todo pensando en que la salida electoral está condicionada al "tiempo que demandará la conquista de objetivos económicos y sociales que se consideran imprescindibles para asegurar la estabilidad y efectividad del régimen democrático que se pretende instaurar y preservar".
—¿Y si no hablamos de lineamientos económicos ni medidas concretas? ¿Si hasta que levante la cortina nos limitamos a charlar con él, hablar de lo que ya hizo, de lo que escribió, ¿podemos entrevistarlo? Recoger una impresión y transmitirla a los lectores, decirle cómo es, cómo se comporta la persona en cuyas manos está el planeamiento de la economía argentina, ¿tampoco es posible?
—¿Sabe qué ocurre? Ahora está reunido, después tiene que ir a Vialidad para la firma del contrato Zárate-Brazo Largo, luego regresa porque tiene una serie de audiencias concedidas. No puedo decirle cuánto tendrían que esperar porque no lo sé, y en definitiva asegurarle que lo vayan a ver...
—...No se preocupe, podemos esperar.
Cordialidad, café y paciencia. Mientras tanto revisamos los datos biográficos. Nació en Buenos Aires (centro de la Capital) el 15 de abril de 1927 (43 años, ajá, en las fotos parece menos, sobre todo desde que dejó de usar anteojos), casado con la doctora Susana Lustig (Susana Lustig de Ferrer, sí, claro, conocida analista), tres hijas: Carmen (10), Amparo (9) y Lucinda (4); ministro de economía bonaerense entre 1958 y 1960 (con Oscar Alende), luego candidato a diputado nacional por la UCRI, previamente Funcionario de las Naciones Unidas (1950-53), consejero económico de la embajada argentina en Londres
(1956-57), profesor de la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (hasta 1966), miembro de la Academia Nacional de Ciencias Económicas...
—...Ya termina, si quieren pueden pasar a verlo mientras dispone las últimas cosas antes de retirarse.
Estaba de pie en su espacioso despacho del M.O.P. —12 x 7, aproximadamente—, recibiendo algunos papeles de Jorge Elorza, periodista. uno de sus asesores. A su derecha, un mapa de la República, grande, bien a mano. Sobre la pared de la izquierda, en franca competencia, un enorme cuadro de Quinquela Martín y tres de sus hijas, muy luminosos y alegres.
Una llamada telefónica posibilitó que lo observáramos con detenimiento. Frente amplia, más bien bajo, impresiona como un par de años más joven de los 43 ya cumplidos; en esto tal vez tenga mucho que ver su contextura fuerte y el desplazamiento dinámico. Le gusta el deporte (el sábado se hizo una escapada para ver a los Globetrotters), se apasiona con Pelé, no deja de testimoniar su admiración por Obdulio Varela y todavía gusta entreverarse en "picados", lejos de todo protocolo (hace menos de un mes intercambió gambetas en una quinta de Ezeiza con periodistas acreditados en Obras Públicas).
—Mucho gusto.
Quienes lo tratan con marcada frecuencia coinciden en afirmar que es muy comunicativo, que tiene gran sentido del humor, que así como le gusta improvisar los discursos (generalmente sólo anota unos conceptos guía) siempre está dispuesto a expresarse con claridad, abundar en ejemplos, ofrecer comparaciones. Ese mismo día, para ejemplificar algo que quería transmitir, contó un episodio que presenció en una cancha de fútbol y cuyo principal protagonista fue su admirado Obdulio Varela ("por su captación psicológica de las masas"). Relató así a un grupo de colaboradores la vez que Varela agarró la pelota, se la puso debajo de un brazo y dio una vuelta a la cancha en pleno partido contra los brasileños. Le cobraron hands, claro, pero el oriental consiguió lo que quería: hacer que su público jugara también el partido, que se entusiasmara y alentara a los jugadores. Al final, tenazmente estimulados, los uruguayos ganaron el encuentro.
—Encantado. Antes que nada le agradezco, doctor, que me haya permitido distraerle unos minutos en medio de tanto ajetreo.
Su boca se transformó en una alargada rayita, en algo muy parecido a una sonrisa. Estaba impaciente, no había dudas. Aquí Obdulio Varela no iba a aparecer ni de casualidad. Así que al grano.
—¿Qué es lo que quiere saber?
—En realidad, todo, pero ya estoy advertido que no quiere responder a temas vinculados a los lineamientos económicos hasta que asuma (asentimiento con la cabeza: adiós, chau preguntitas sobre mercado cambiario, precios, salarios, política de carnes... aunque sin embargo). Sin embargo se imponen algunas preguntas. Está confirmado como ministro de Economía y usted aceptó el cargo, ¿cuándo va a asumir?
—En el curso de la semana.
—El viernes, seguramente (para el jueves estaba previsto el segundo paro nacional de protesta propiciado por la CGT, Hay quienes sostienen que Ferrer no asumió antes para que quedara en claro que la medida de fuerza era contra la conducción económica anterior, la de Moyano Llerena, y que si se levantaba el tercer paro dispuesto para noviembre, tal como se presume, este hecho podría ser muy bien capitalizado).
—No sé, incluso puede ser antes. No depende de mí, eso lo decidirá la Casa Militar, pero le repito que será en el curso de esta semana.
—Es decir que usted no tiene inconvenientes en asumir en cualquier momento (Asentimiento. Esto apoya la hipótesis de quienes sostienen que la intención original del presidente Levingston era que los juramentos a los cargos vacantes se realizaran en un solo acto). ¿Está satisfecho con su paso por el M.O.P. en estos cuatro meses?
—Muy satisfecho.
—¿Cuáles son los trabajos en los que se puso mayor énfasis?
—Salto Grande, Apipé, el traslado de Hidronor, al que se le dará un contenido regionalista.
—El traslado de Hidronor a la zona del Chocón y el contenido regionalista que se le dará presupone todo un replanteo de los fines para los cuales fue planeado y...
—...No hablemos de replanteos ni hagamos comparaciones con lo anterior. Miremos hacia adelante...
—...Sí, pero es que la interpretación surge por sí misma...
—...Bueno, la interpretación corre por su cuenta.
—Muy bien. Usted ha publicado dos libros ("El Estado y el Desarrollo Económico", editorial Raigal, Buenos Aires, 1956 y "Economía Argentina: Las etapas de su Desarrollo y Problemas Actuales", editorial Fondo de Cultura Económica, México, mayo de 1963, libro este que traducido al inglés fue editado en 1967 por la Universidad de California) y numerosos artículos (tiene además dos carpetas repletas de trabajos inéditos), en todas las publicaciones usted dejó una precisa línea en lo que hace a los problemas y posibles soluciones de la economía en nuestro país, ¿usted desde el ministerio va a ser consecuente con todo lo manifestado o hay factores intervinientes que imponen alguna modificación?
—Voy a ser absolutamente consecuente con todo lo publicado.
—Le pregunto esto porque en recientes declaraciones el secretario general de la Presidencia de la Nación dijo que el reemplazo de Moyano Llerena por usted no implicaba un cambio de la política económica del país (el coronel Federico Luis Mourglier dijo concretamente: "El doctor Aldo Ferrer está perfectamente identificado con la política orientada por el señor presidente y aunque pueda diferir en algunos enfoques del doctor Moyano Llerena pienso que no habrá modificaciones sustanciales en el proceso". Estas declaraciones fueron formuladas en la reunión mensual de la Asociación de Prensa Extranjera y se publicaron en todos los diarios).
—No las he visto. (Clavó los ojos en unos papeles que sostenía un asesor y hubo un largo silencio. El Dr. Ferrer comprendió que el periodista antes de retirarse esperaba que completara esa respuesta.? Yo no las he visto, lo que le puedo decir es que voy a ser consecuente con todo lo que he venido sosteniendo.
HECTOR LUIS ZABALA
fotos Gabriel Alvarado

 

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Aldo Ferrer
Junto al periodista Jorge Elorza, uno de sus asesores.
Aldo Ferrer
En el despacho de Obras Públicas

 

 
Aldo Ferrer
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