Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

Por CHOLO HERNÁNDEZ
DON Alfredo Gobbi y su esposa, doña Flora Hortensia Rodríguez, hicieron un alto en su brillante gira por Europa para aguardar la llegada —¡precisamente en París!— de la cigüeña, portadora de un precioso regalo. Era el día 14 de maya del año 1912, cuando nació cerca de la famosa Torre Eiffel el futuro "Violín Romántico del Tango": Alfredo Julio Floro Gobbi, Con el andar del tiempo suprimió Julio Floro y usó el primer nombre y su glorioso apellido como un homenaje al prestigioso artista que fué su padre. Desde muy pequeño se inclinó por la música y estudió piano, armonio y violín con verdadera vocación. Entonces vivía en Villa Ortúzar y cuando llegó a Villa Crespo ingresó a la Facultad de Arquitectura, pero abandonó poco antes de llegar al título. La música lo conquistó definitivamente y a los 15 años actuó en una Compañía de Revistas en el Teatro Nuevo. Comenzó el eterno peregrinaje por los caminos del tango. Se presentó en Radio París con un Sexteto Típico, donde actuaban en calidad de vocalistas sus hermanos Virginio y Juan Carlos Gobbi. Uno de sus recuerdos más emotivos señalan su labor con el binomio Goñi-Calabró. Tiene presente aún la sonrisa buena del gran Carlitos Gardel —francés como él—, que lo distinguía con su amistad y que actuaba en el programa inmediato de la misma emisora. En 1945 debutó con su orquesta por Radio El Mundo, con Walter Cabral, y grabó su primer disco en 1944: "La Viruta", de Greco, y "La Entrerriana", vals de su padre.

A MIS MANOS
MILONGA SENTIDA - Edit. KORN
Mis manos nacieron ciegas 
y acunan sus locos sueños. 
No saben que no se puede 
tocar con ellas el cielo. 
Por eso golpean puertas 
que a mis golpes no se abrieron. 
Ella, ya estaba lejana 
y yo fui un mendigo ciego 
¡Ay, cómo se equivocaron 
las ciegas manos que tengo! 
Mis manos fueron dos llamas 
y solas se consumieron... 
porque ella fué indiferente 
como una estatua de hielo, 
por eso las tengo ahora 
como si fueran de yeso 
dos manos desesperadas 
aferradas a un recuerdo. 
¡Ay, como se equivocaron 
las ciegas manos que tengo! 
Mis manos puse en las manos 
de un amigo y tuve miedo.
No fueron manos leales... 
se cumplió el presentimiento... 
La vez que se hicieron puños 
fueron dos puños de acero 
y me golpearon el rostro 
por no golpear rostro ajeno. 
¡Ay, cómo se equivocaron 
las ciegas manos que tengo! 
Soldado del infortunio 
llevo un brazalete negro. 
¡Se llevaron a mi madre 
y ellas, no la detuvieron! 
¡Fui el error más lamentable 
que mis manos cometieron 
ayudaron a llevarla! 
¡Nunca sabrán lo que han hecho! 
¡Ay, cómo se equivocaron 
las ciegas, manos que tengo!
Letra: JULIO CAMILLONI
Música: ALFREDO GOBBI


TRISTE DESTINO
TANGO - Edit. KORN
I
Vuelvo vencido de la trágica Siberia, 
con el alma herida y el corazón helado
yugo de látigo por ley... 
Hambre y dolor código cruel... 
Mi mustia carne han lacerado 
Voy por las calles de Moscú, triste errante 
no puedo ver porque la nieve me ha cegado; 
del dulce hogar queda una cruz 
lloran mis ojos, ya sin luz 
ante el destino despiadado...

II 
Vodka beberé 
Vodka, hasta matar 
el frío atroz y maldito, 
que me aturde cual un grito 
de negro espectro abismal. 
Vodka, sírvame, 
Vodka, por favor. 
Que rondan lobos hambrientos, 
sus aullidos hoy los siento 
en mi helado corazón... 

I (bis) 
Vieja taberna, tu refugio placentero,.
buscando vuelve, mi pobre alma atormentada.
y en tus rumores ya no están
la inconfundible voz de Iván,
y otros queridos camaradas.
Triste responso oigo que tocan balalaikas,
por los despojos de mi vida trashumante;
en esta noche ya sin fin,
será macabro mi festín
taberna gris del caminante...

II (bis)
Vodka beberé... 
Vodka, hasta matar 
el frío atroz y maldito, 
que me aturde cual un grito 
de negro espectro abismal... 
Vodka, sírvame 
Vodka, por favor... 
Si cuando al fin quede inerte 
con la traika de la muerte, 
viajaré al reino de Dios.
Letra de: ANTONIO E. TELLO 
Música de AGUSTÍN MAGALDl


GARABATOS DE MUJER
TANGO — Edit. H. POLITO
Garabatos de tu mano 
que tan sólo entiendo yo, 
signos brujos, signos magos 
de la alquimia del amor. 
Garabatos menuditos 
que acorralan mi pasión, 
para que no entre el olvido 
ni se escape la ilusión.

II 
Escríbeme cosas lindas 
que me hagan parpadear. 
Escríbeme cosas lindas 
para que pueda soñar, 
o una lágrima de amor, 
yo no sé si es un descuido 
borroneando el renglón. 
Si la tinta se ha corrido 
Garabatos, laberinto 
donde pierdo la razón, 
caminito retorcido 
garabatos de tu mano 
que marea el corazón, 
con azúcar y limón, 
garabatos de tu mano 
copetín de la ilusión. 
Letra de: MICAELA SASTRE 
Músicas RODOLFO SASTRE

Revista Cantando
19-01-1960

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