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crónicas del siglo pasado

 

 

Acerca de
Florida vs Boedo

 

Antología Revista Martín Fierro

"Eso fue en su momento el 'martinfierrismo' de Florida; un entretenimiento formal que permitía a los que ven en el arte un peligrosísimo factor del despertar de las conciencias, la búsqueda de nuevos medios para anular su influencia''. Esto lo escribe Leónidas Barletta muchos años más tarde, pero con la extraña peculiaridad de mantener incólume una incomprensión frente a la trascendencia del fenómeno. Del 24 en adelante las acusaciones que se intercambian Boedo y Florida responden a la actividad sana de francotiradores de buena puntería —por ambos lados, aunque el peso de la polémica esté en Boedo—. Roberto Mariani publica, en Martín Fierro una carta que inicia oficialmente los ataques, que continúan desde los pocos números de Extrema Izquierda —irónicamente saludada por Martín Fierro— hasta Los Pensadores, donde se vuelven casi sistemáticos. Treinta años después se intenta minimizar la importancia del enfrentamiento que aparece clarísimo. No puede confundirse el tránsito o la doble presencia de escritores como González Tuñón o Amorim en Florida y Boedo con una ausencia de oposiciones. Aunque todos los escritores del 22 hubieran colaborado a la vez en Martín Fierro y Los Pensadores —es un ejemplo— este hecho no disminuiría la efectiva e indiscutible veracidad de dos posiciones polares frente al compromiso de la obra con la realidad y su función.
Creo que no se puede afirmar, con Enrique González Lanuza, que "la disputa fue tan solo literaria". Se hace aquí evidente una tendencia a escamotear una parte de la realidad: si consideramos a la literatura como un fenómeno de valencia múltiple, inteligible en sus vinculaciones con el medio, reducir sus proyecciones hacia éste implica la negación de los factores que concurren a determinarlo como un hecho social e histórico. Para trasladar el conflicto a sus términos más evidentes — los que se dieron entre el 24 y el 30—: "gratuidad de la literatura" y "literatura social" ejemplifican posiciones diferentes frente a lo real, la literatura como tarea, la obra como comunicación y portadora de significado. Florida y Boedo representan esos dos términos, son definitivamente el uno o el otro. Por el camino de la gratuidad, acusación capital para Boedo, Martín Fierro produjo un fenómeno, hecho indudablemente revolucionario, una puesta al día que tuvo resultantes indiscutiblemente distintas de las de Boedo. Así Boedo y Florida dan dos productos diferentes porque parten de situaciones ideológicas disímiles. Existió conflicto y ese conflicto no pudo serlo sólo a nivel literario: gratuidad y compromiso son dos formas definidas de concebir y estructurar relaciones, o interrumpirlas, con lo histórico, lo social, lo político.
Beatriz Sarlo Sabajanes

(...) La extrema derecha literaria tiene sus periódicos, desde "La Nación" y "El Hogar" hasta el minúsculo semanario de barrio. El centro —ni conservador ni revolucionario, pero más estático que dinámico—, posee en MARTÍN FIERRO un órgano eficaz. La izquierda cuenta con "Renovación".
Pero "Renovación" trae en todos los números un renovado elogio de José Ingenieros, y esto araña los ojos y pincha nuestro sistema nervioso.
Los que estamos en la extrema izquierda revolucionaria y agresiva, no tenemos dónde volcar nuestra indignación, no tenemos dónde derramar nuestra dulzura, no tenemos dónde gritar nuestro evangélico afán de justicia humana. Por esto, y nada más que por esto, algunas gentes más o menos intelectuales, creen que toda la juventud argentina está orientada en la dirección que indican los periódicos del centro y de la derecha.
(...) Hay un pecado capital en MARTÍN FIERRO: el escandaloso respeto al maestro Leopoldo Lugones. Se le admira en todo, sin reservas; es decir: se le adora como prosista, como versificador, como filólogo, como fascista. Esto resbaló de respeto comprensivo e inteligente a idolatría de labriego asombrado. El asombro es antiintelectual.
¡Qué gesto el de MARTÍN FIERRO si se encarara con el muestro gritándole groseramente de esta guisa:
—¡Maestro: su adhesión al fascismo es una porquería!

(...)Apareció "Extrema Izquierda". ¡Salutte! Muy realista, muy, muy humana. Sobre todo esto: hay en sus páginas un realismo exuberante; el léxico que zarandean sus redactores es de un extremado realismo: masturbación, prostitución, placas sifilíticas, piojos, pelandrunas, que lo parió, etc., etc.... ¡ Muy, muy realista! El compañero Mariani estará ahora orgulloso, regocijado, contento. Lo que lamentamos de verdad es que siendo Castelnuovo tan valiente, no firme sus artículos, ni haga aparecer su nombre por ninguna parte. Presumimos que tendrá sus razones, entre otras, la de ser colaborador de "La Nación".. . Pero en un caso así lo mejor es retirarse y no alardear de incendiario. Además el compañero Barletta, muy honesto, ataca a Yunque en una forma chirle y desde un punto de vista que está bien para Amador o cualquier gacetillero a sueldo.
Con todo nos felicitamos por este primer número: lo esperábamos valiente, sólido, higiénico, pero no importa. Adivinamos una tentativa y hacemos votos —Christe, exaudi nos— para que, con el tiempo, puedan corregirse y pasear con nosotros por nuestra muy amable e ilustre calle de Florida.


EPITAFIOS
Aquí yace —¡ Dios lo asista!— 
Alberto Hidalgo enterrado, 
murió en tierras de Eldorado 
de jaqueca futurista.

Aquí vino a reposar 
Blomberg de mala manera, 
naufragó en la bañadera 
creyéndose en pleno mar.

Yace Alfonsina Storni en esta fosa 
en posición de cubito dorsal, 
sobre su tumba floreció una rosa 
y se pegó un balazo Visiilac... 
—Visiilac se mató por poca cosa: 
no pudo a Storni consonante hallar.
ESLAVO y ARGENTO

Caminante, detente, ¡sé bueno! 
Y contempla esta fosa un instante: 
Aquí yace Fernández Moreno, 
Que murió, según dijo un galeno, 
De "febril-síntesis-fulminante".
S. A. G.

En aqueste panteón 
Yace Leopoldo Lugones,
Quien, leyendo "La Nación" 
Murió entre las convulsiones 
De una auto-intoxicación.
E. G. L.

Aquí reposa González 
Lanuza, el vate cuadrado; 
El pobre murió atacado 
De "Prismas" intestinales.
A. B. C.

En verso y prosa escribió 
Norah Lange. Aquí reposa. 
Su verso se evaporó 
Y a nosotros nos quedó 
Su prosa.

Soiza Reilly su diarrea 
Literaria terminó. 
Esta su lápida sea: 
L. P. Q. L. P.
H.C.


Aquí yace simplemente 
el simplista Alberto Hidalgo, 
que, por morirse de algo, 
murió de un simple accidente.
G. y G. T.

Bajo esta losa precaria
Yace E. González Tuñón, .....
Lo mató una indigestión 
Imaginaria.
S. A. G.

FEDOR ELIEFF CASTELNUVOFF
Éste es "aquel que ayer no más decía" 
Puras macanas en los sindicatos
Y hoy, en el Reino de la Porquería, 
Chamuya en ruso con algunos gatos.

Diérale fama la pornografía;
Y hamponcillos y tristes pelagatos 
Rumiaran sus palabras a porfía: 
Mucho algodón, mucho permanganato ...

Un mundillo de tipos purulentos 
Se atropella en sus libros truculentos 
Que denuncian a gritos sus amaños.

Surge de allí una roña de mil años, 
Y él es una epopeya de grasientos 
En una trágica orfandad de baños.
Sta. EN-CHINA

A LEÓNIDAS BARLETTA
Tú que estás, la mano en el traste, 
en un gran reclamo de coces 
y el papel humilde manchaste 
con lo que desasimilaste 
—para ti el mejor de los goces— 
será comerlo y que te baste. 
Tú que estás, la mano en el traste 
y eres un reclamo de coces.
R.G.T.


PARNASO SATÍRICO
Bajo esta lápida fría 
Yace uno que, sin cautela. 
Se puso a leer un día 
La más húmeda novela 
De Martínez Zuviría.
R.

L. Barletta, según 
Todos los datos que tengo, 
Murió pisado por un 
Espermatozoide rengo.
X. X.

Aquí yacen, "allo spiedo", 
Los siniestros pensadores 
Que eran genios en Boedo. 
Ahora ¿en qué ... ventiladores 
Van a introducir el dedo?
X. X.

Pettoruti irá al fracaso 
Si se baja del Picasso.
L. M.

Aquí yace Marechal: 
Se murió sin quererlo él: 
La culpa la tuvo aquel 
Hidalgo de carnaval.

 

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