Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


VIDA MODERNA
EL PODER JOVEN
Revista Periscopio
24.03.1970

Es más fácil que se entiendan entre sí los futuros adultos chinos, ingleses y norteamericanos, que han pasado por experiencias de relativo parentesco, que los otros. Dentro de veinte años los ex hippies y los ex Guardias Rojos de hoy harán un mundo ininteligible para los jóvenes que «se portan bien». Estos estarán ajustados a 1960, aquéllos al 2000. Puede resultar insólito sostener que saldrán dirigentes de hippies, provos y Guardias Rojos, pero así será. Y serán tan representativos como los líderes de hoy que antes se hacían la rabona en las escuelas."
Así lo afirma Gustavo Francisco José Cirigliano (39), profesor titular de Filosofía de la Educación de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Buenos Aires. No es un capricho: elaborar esa posición le demandó el rastreo de cuantos antecedentes se conocen acerca de la actividad juvenil en la última década; una tarea en la que contó con el auxilio de Ana Zabala Ameghino (40), docente adjunta de su cátedra. La investigación, cuyo título genérico es 'El poder joven', acaba de culminar, y la Librería de las Naciones se propone editar sus análisis y conclusiones más importantes.
El libro no era el objetivo final de Cirigliano y Ameghino; más bien se trata de una compensación. La idea central consistía en realizar un seminario en la Facultad de Filosofía y Letras, "pero —sostiene Cirigliano— las autoridades hicieron una reglamentación tan extraña que ningún alumno pudo inscribirse". El naufragio del seminario no desalentó a los docentes: "Ya teníamos programa, bibliografía y el encuadre de los temas —aclara Zabala Ameghino—, y nos pareció una tontería dejar trunco el trabajo". El esquema abarca cinco puntos fundamentales: introducción filosociológica del despertar juvenil mundial; caracterización del movimiento hippie; la Revolución Cultural china; las rebeliones universitarias, y la realidad juvenil argentina.
El tema no es extraño para los dos profesores. Cirigliano, antes de recalar en su cátedra y en el staff asesor del Ministro de Educación, Pérez Guilhou, había pasado por los claustros de universidades norteamericanas y venezolanas. Zabala Ameghino, por el contrario, llegó a la disciplina a través del periodismo: fue redactora de las revistas femeninas Para Ti y Karina, de la Editorial Atlántida.

JUVENTUD Y REVOLUCION
Los profesores iniciaron su navegación analítica por la brecha que existe entre la mentalidad de adultos y jóvenes. "Cuando la edad rebelde se vive en aislamiento y esa actitud se resuelve en poemas, manifiestos literarios, teatros de vanguardia o encuentros esporádicos, todo está bien, los mayores no se alarman —sostiene Zabala Ameghino—. Pero la cosa cambia cuando los jóvenes viven en conjunto el rechazo por la sociedad constituida. Eso es lo que está ocurriendo ahora." Un
ejemplo: la experiencia protagonizada por Charles Manson y su grupo. "Para la mentalidad adulta —abunda Cirigliano— es natural que el crimen germine en grupos así. No se tiene en cuenta que el delito suele ser más frecuente en asociaciones de adultos. Defensivamente, afirman que cuando ocurre entre jóvenes la cosa es monstruosa."
A partir del análisis de la juventud moderna como un estadio de auténtica transformación cultural, marginada de la sociedad, los profesores arriban a conclusiones revolucionarias:
• La juventud de hoy es una presencia sustantiva y no una etapa de transición. Vale decir que los futuros hombres maduros se asumen hoy masivamente como juventud ("la adolescencia prolongada es un fenómeno reciente", Zabala Ameghino dixit).
• De los movimientos juveniles surgen tipos nuevos de instituciones, especialmente educativas.
Para los investigadores, ésos son los parámetros que explican la eclosión juvenil del último lustro. "La rebelión actual —subrayan— es profundamente distinta de la existencialista de posguerra. No se resuelve en la angustia o en el cuestionamiento de la existencia humana, sino en la necesidad de liberar al hombre de las represiones que le exige la vida social."' Se trata, entonces, de construir una nueva idea sobre el hombre y la moral.
En ese planteo, los profesores coinciden con Marcuse: "Vivimos el desarrollo de la sensitividad como modo de existencia humana". Más aún, postulan que la juventud cuente con la posibilidad de ensayar, sin compromisos y en libertad, estilos de vida por venir; una forma de adquirir la madurez suficiente para .formular una nueva sociedad.

EL HOMBRE NUEVO
"Un movimiento que empieza por cerrar las escuelas tiene, forzosamente, que interesar a los educadores", sostiene Cirigliano. Así justifica las muchas horas dedicadas a ahondar el proceso de la Revolución Cultural china; las conclusiones son insólitas: "El gran margen de libertad logrado por los Guardias Rojos constituyó para Mao Tsé-tung un riesgo calculado, un acto de fe en la pureza de ideales y educatividad de la juventud. Para los estudiosos, la Revolución Cultural es la puesta en marcha de un monumental programa pedagógico."
Según los profesores argentinos, "en la China de Mao como en la época nazi y en la Revolución Rusa de 1917, se reparó en la energía latente en la juventud y se la catapultó hacia objetivos prefijados. China necesita un hombre nuevo para cumplir un papel también nuevo. La revolución de hoy es una gigantesca empresa colectiva, de alta higiene histórica, en la cual los términos se invierten: la nueva generación es la encargada de educar a los mayores". Mao ya lo había previsto; ante un millón de Guardias Rojos, en agosto de 1966, sostuvo en Pekín: "Ustedes son los soldados menores de la Revolución Cultural. Les toca limpiar el país de lo viejo y perjudicial. Tienen las manos libres para luchar hasta la victoria". En la interpretación de Cirigliano y Zabala Ameghino, "la educación china está dirigida contra el pasado, desde la izquierda marxista, hacia y para el futuro". Dicho de otro modo, "es una demostración de lo que puede una dinámica de masas aplicada oportunamente y con conocimiento del terreno".
El poder joven no se detiene en China, sin embargo. "El fenómeno hippie —dice Zabala Ameghino— es también rescatable. Ha descolocado a izquierdas y derechas, fuerzas que siguen moviéndose en distintas coordenadas. Por eso los adultos no sabemos dónde colocarlos: no conocemos su nombre y sentimos miedo." Desde el punto de vista filosófico, los profesores ubican a los hippies como allegados al cinismo griego del siglo IV antes de Cristo, aunque contaminados de algún modo por los beatniks de la década anterior.
Al avanzar en la interpretación del hippismo, los investigadores extrajeron de sus manifiestos, actitudes y producción artística una serie de connotaciones exclusivas:
• Rechazo de la sociedad convencional. No participan de actividades gregarias, como el trabajo o la política.
• Construcción de una sociedad experimental. Se refleja en la negativa a aceptar cualquier concepto sobre la propiedad y, en muchos casos, violan las jerarquías, reniegan de los jefes.
• Intento de crear una cultura de las drogas. LSD y marihuana son asumidos como elementos de carácter sacramental.
• Fijación de pilares de sensibilidad para ensayar la nueva sociedad. Asumen y predican el amor y la paz para contraponerlos a las actuales estructuras.
• Aceptación del desarraigo. El viaje, la separación de los padres, es un rito iniciático.
• Rechazo de la hipocresía como forma de vida. Un claro ejemplo es la libertad sexual.
Para Cirigliano y Zabala Ameghino, la vanguardia hippie está ocupada por los universitarios rebeldes: "Son —aseguran— quienes hacen proposiciones serias contra la sociedad actual, y quienes ofrecen nuevas salidas". Además de extasiarlos por su concisión y su vocación de cambio, los grafitti y posters de los estudiantes franceses, en mayo de 1968, les hacen inferir las claves del proceso de rebelión juvenil que abarca casi todo el mundo: "Es natural que rechacen la sociedad de consumo —interpretan— porque consumir disimula la imposibilidad de crear. Rever las estructuras de la universidad es al mismo tiempo quitar la máscara a la sociedad de consumo. Para que resulte efectiva, la revisión debe ser continua. La rebeldía permanente es la critica admitida y reconocida como necesaria para el crecimiento de la sociedad y, puesto que ha nacido en la universidad, su punto clave es la educación permanente".
Es que la rebelión estudiantil actúa en la misma célula de la formación universitaria. "No olvidemos —subraya Zabala Ameghino— que la universidad surgió de la presión de estudiantes y maestros organizados, vagabundos, alborotadores, que tomaban aquí y allá lo que podían. De ellos salieron las primeras universidades, en Bolonia, en París, que funcionaron primero como corporaciones de estudiantes. ¿Qué saldrá ahora de los hippies y los grafitti de mayo en París?" La pregunta avanza sobre una contradicción del equipo: para Cirigliano, "quizá la respuesta ya esté dada, ya que desde 1968 funciona cerca de Londres una antiuniversidad hippie. Allí, un centenar de alumnos recibe lecciones de unos cuarenta profesores, en materias de crudo revisionismo: «Métodos para alterar la conciencia occidental», «Antipoesía», «Práctica de la guerra de guerrillas»".

CASTIGAT RIDENDO MORES
La vasta tarea de la pareja docente reconoce una laguna: "La juventud argentina es la fase más floja del trabajo", se disculpa Cirigliano. No obstante, trata de justificarse al sostener que "a nuestra juventud le falta sentido de grandeza, y eso se vio muy claro en la rebelión de mayo de 1969: se notó ausencia de dirigentes, y también de lemas o leyendas propositoras".
Desde el punto de vista de los analistas, las variantes juveniles argentinas son muy pobres: "Están los guerrilleros (con tendencia a disminuir), los mochileros o los que piensan en chicos y su meta es el auto, el departamento, el veraneo. Que haya tantos
que tienen minúsculas aspiraciones lo dice la carencia de proyecto nacional. La educación forma para el país ya acabado, no para construirlo", sostiene Zabala Ameghino. Hay un filón, por supuesto que insólito, digno de atención: "Acaso los jóvenes tuercas, con su pasión por la técnica, constituyan una fuerza conducente para concretar el proyecto nacional", arriesga Cirigliano.
Las perspectivas políticas son también negativas para los profesores. "Los estallidos, la llamada nueva oposición de mayo y setiembre de 1969 no tiene porvenir en el país, simplemente porque carecen de una doctrina operativa capaz de ser aplicada de inmediato en la Argentina." En otras palabras, la imagen más cercana a la perspectiva nacional parece ser el éxito de Palito Ortega, antes que la perspectiva de revolución.


 

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Zabala Ameghino
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Cirigliano
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