Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


GEOLOGIA
COMO APRENDER A AMAR EL URANIO
Revista Periscopio
18.08.1970

Hace quince días la noticia conmovió a los expertos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) : el yacimiento de uranio de Sierra Pintada, Mendoza, promete ser el más extenso de todo el país. Carlos A. Mendoza, corresponsal de Periscopio, estuvo allí la semana pasada. Este es su informe:
Las manchas amarillas apenas se distinguían en la roca, pero el 'scintillómetro' chillaba hasta su registro más agudo. "¿Escucha, usted? En este momento su cuerpo está recibiendo un formidable bombardeo de rayos gamma ... Pero no se preocupe. No es una cantidad letal." Armando Ortega Furlotti (46, casado, dos hijos), doctor en Ciencias Naturales, especializado en Geología, apenas disimuló su agrado al mostrar el mayor yacimiento de uranio del país. Eso es, por ahora, lo que opinan los expertos.
Flanqueado por Guillermo Mazzieri —encargado de los trabajos—, Ortega Furlotti, jefe de la Delegación Cuyo de la CNEA, condujo a Periscopio a través de la zona de El Tigre, donde se están construyendo los edificios que serán el campamento del distrito uranífero de Sierra Pintada.
"Esto es bastante más grande de lo que puede abarcar la vista —celebra Ortega Furlotti—. El distrito se extiende desde Las Peñas, al Norte, hasta la Cuesta de los Terneros y el Dique Nihuil, al Sur. Unos 25 kilómetros en total." Al contrario de lo que muchos suponen, el yacimiento no fue "descubierto" hace dos años, sino una década atrás, cuando los técnicos advirtieron fuertes "anomalías" (valores de radiactividad que registra el scintillómetro) en la zona. Años después, un detallado examen aéreo permitió determinar las zonas más favorables para el trabajo. El 8 de agosto de 1968, las "comisiones de tierra" iniciaron exploraciones sistemáticas para establecer la factibilidad económica de la explotación.
Para Euclides Quiroga (24, soltero, nativo de la zona), un obrero del campamento El Tigre —36 mil pesos mensuales—"el uranio sirve para esas cosas del espacio, para ir a la Luna". Su colega Gerardo Valencia (36, casado, 9 hijos) —46 mil con "salario familiar"— opina que el mineral que contribuye a extraer se utiliza "en cuestiones atómicas"'. Como ellos, los sanrafaelinos tienen una idea muy vaga de la importancia de los yacimientos.

LOS INTREPIDOS Y SUS MAQUINAS
Pasando 25 de Mayo, un pueblito que tiempo atrás desfallecía por falta de fuentes de trabajo, sobre la ruta 144, el asfalto termina en la ribera del Diamante. Más allá, un camino de tierra empalma con otro, construido por la CNEA, que después de una loma se despeña sobre el amplio valle. Al fondo, recostados contra dos cerros y bañados por el arroyo El Tigre ("Sus crecidas son peligrosas; vamos a tener que desviarlo"), se encuentran dos de los yacimientos más ricos del distrito: La Terraza y El Tigre. No son los únicos, sin embargo; más al Norte está Los Reyunos y al Sur se alinean Media Luna, El Gaucho, La Ollada, La Caverna, Los Chañares, La Pintada, Valle Grande y Nihuil.
Desde que llegaron hace varios meses, los técnicos de la CNEA no cesaron de profanar el silencio del valle con el ruido de las perforadoras. Ochenta orificios con un total de 5 mil metros —hasta ahora— amenazan con convertir el paraje —de una singular belleza natural— en un gigantesco gruyere. Con equipos propios y con los que aportarán las compañías contratistas —una firma canadiense ya está trabajando— la Comisión planea terminar este año 14 mil metros de perforaciones, según informó el contraalmirante (re) Oscar A. Quihillalt, presidente de la CNEA.
La "veta" o manto mineralizado tiene, en la zona de El Tigre, un espesor que oscila entre 10 y 15 metros; puede estar tanto a flor de tierra como a 150 metros de profundidad, "Los estudios revelan la existencia de cuerpos mineralizados de gran potencia y buena concentración", afirma Ortega, quien, por otra parte, no suministró mayores datos porque "este tipo de informaciones la debe proporcionar el presidente de la CNEA". Con todo, facilitó el desplazamiento de Periscopio por toda el área.
Aun cuando "todavía se están evaluando las reservas para recién después dimensionar la explotación y la planta de tratamiento", parece que hay pocas dudas acerca de la magnitud del yacimiento. El mineral aflora, principalmente, en forma de uraninita (uranato de uranilo), con un rendimiento de un kilogramo de material por tonelada de roca.
Las experiencias de Sierra Pintada refuerzan la hipótesis de que el país cuenta con inmensas reservas de uranio "capaces de abastecer las necesidades nacionales, y que alcanzan para exportar en buena cantidad", según afirma un experto de la CNEA. Desde ya se puede afirmar que el nuevo distrito tiene un potencial diez veces superior al del complejo Malargüe, donde una planta de procesamiento, para cien toneladas diarias de roca bruta, fagocita la producción de los yacimientos Huemul, Agua Botada y Arroyo Seco, explotados a pleno (se estima que, a ese ritmo, las reservas allí se agotarían en cuatro años más). La planta "que se proyecta para Sierra Pintada tendrá una capacidad de mil toneladas diarias y sería emplazada en la misma zona. El lugar —afirman los nativos— es ideal: un ramal del ferrocarril San Martín está a menos de cinco kilómetros; se proyecta prolongar hasta allí la ruta 40; las centrales hidroeléctricas de Agua de Toro y los pueblos Los Coroneles y 25 de Mayo están a sólo ocho kilómetros de distancia.
Además del complejo Malargüe, 250 kilómetros al Sur de Sierra Pintada, los técnicos detectaron el distrito uranífero Las Peñas, 50 kilómetros hacia el Norte: "Próximamente vamos a explotar la zona y realizar las primeras perforaciones". Pero eso no es todo: "también en el Cerro Cacheuta se encontraron manifestaciones de metal uranífero"; además, "debido al éxito que logramos hasta ahora —adelanta Ortega—, en agosto emprenderemos exploraciones aéreas detalladas de la parte occidental del departamento de San Rafael; desde el valle del río Atuel, hasta el cordón del Cerro Nevado, en Neuquén".
Ortega, sin embargo, prefirió no hablar de San Luis, a pesar de que la provincia está bajo "su jurisdicción". Sucede que la zona es "atendida" por la Delegación Centro (Córdoba). Pero se supone que en esa provincia abunda el precioso mineral.
San Juan, en cambio, estaría más próxima a la mágica intervención de la CNEA. Por lo pronto, ya se detectó un yacimiento en El Carrizal, paraje que forma parte del complejo uranífero Jáchal-Huandacol (La Rioja), donde ya se ha practicado la primera exploración. Pero los sanjuaninos tienen más motivos para alegrarse: "Dentro de poco los trabajos se extenderán hacia el Sur de Jáchal, Niquivil, Matagusanos, Mogna".
Es que de pronto la CNEA se embarcó en un vasto plan de exploraciones de uranio, apremiada, quizá, por la necesidad de asegurar el abastecimiento de la central de Atucha. El diuranato de sodio o yellow cake que actualmente produce la planta de Malargüe no será suficiente. La escasez, sin embargo, será superada cuando empiecen a explotarse los innumerables yacimientos detectados hasta el momento. Con todo, nadie podrá decir a ciencia cierta "cuáles son las verdaderas reservas del país", advierte Ortega; es que sólo los distritos conocidos al Sur de Mendoza aseguran al área 10 mil toneladas de material. Y si se considera que los yacimientos detectados hasta ahora representan una ínfima parte de las zonas probables, debe admitirse que puede resultar optimista, pero no fantasiosa, la predicción de uno de los geólogos de la CNEA: "La Argentina tendrá uranio para tirar para arriba; podremos producir una verdadera revolución en materia de energía ... ¡Será grandioso! Ya lo verá, ya lo verá".

 

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Uranio
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Yacimiento La Terraza: Rico como El Tigre
Campamento de Sierra Pintada, en el camino de Atucha
 
Ortega
Ortega, cómo medir radiaciones

 

 

 

 

 

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