Revista Gente y la Actualidad
22.10.1970 |
El suceso de la autora de "Los Ejecutivos" en "Sábados Circulares"
puso sobre el tapete una vieja conversación entre María Elena y
Pipo, publicada por GENTE hace dos años: por aquel entonces la
televisión la ignoraba a ella y ella criticaba a los productores,
Mancera incluido. Producido el reencuentro, todo parece haber sido
un malentendido: GENTE entrevistó a Mancera y desató el nudo.
Hace no más de tres semanas, María Elena Walsh hizo su debut en
"Sábados Circulares de Mancera". Fue un éxito tremendo: la cantante
- escritora - poetisa -maestra se dio el lujo de ganarle la batalla
del rating a Sandro, todo un ídolo popular, que competía desde otro
canal. No es el primer mito que destruye María Elena; esta vez, en
su lista puede anotarse esa vieja especie que dice que "los artistas
de calidad no le gustan mucho al pueblo".
El acontecimiento tuvo otros significados: se reunieron el programa
de TV más importante de la Argentina y una gran artista que merecía
ese tipo de escenario, largamente. Y a la vez el encuentro
Mancera-Walsh tuvo sus aristas propias. Claro que esas aristas sólo
las pudo ver un anónimo cronista de GENTE que, al ver el programa,
sufrió un brusco encendido de lamparita. Ese cronista tenía buena
memoria. En pocas palabras: recordó una nota publicada en GENTE el
21 de noviembre de 1968. Se llamaba "LARGA CENA Y CHARLA CON CUATRO
MONSTRUOS". Los monstruos en cuestión eran Mancera, Palito Ortega,
Evangelina Salazar y María Elena Walsh. La charla se puso picante
cuando María Elena Walsh se quejó del poco caso que le hacían los
canales de TV, junto a las demás formas de comunicación popular.
"Mancera nunca me llamaría", dijo por ejemplo. Y Pipo le contestó
criticando una cierta dureza de movimientos que —en su opinión—
aislaba a María Elena Walsh de la audiencia masiva, muy sensible al
"ángel" de los artistas. Fuimos a ver a Mancera, con el ejemplar en
la mano y varias preguntas a boca de jarro: Ahora María Elena si
puede actuar en su programa... ¿Mancera cambió su criterio, Walsh
transformó su estilo, o el público evolucionó y está preparado para
ella?
El texto de la charla de 1968, en los fragmentos alusivos al caso
Mancera-Walsh, va en recuadro aparte. Lo que sigue es nuestro
diálogo con Mancera, que sirvió — de paso— para poner en claro
muchos mecanismos interesantes de ese difícil arte-negocio que se
llama espectáculo.
GENTE: Retrospectivamente... ¿Por qué María Elena Walsh no era
figura, hace dos años, para el programa más visto de la TV
argentina?
MANCERA: En aquella comida se trataron los temas un poco "al estilo
sobremesa", como es lógico. No obstante recuerdo que María Elena se
quejó de que los productores no la llamaban y yo en seguida le dije
que "Sábados Circulares" estaba abierto. No obstante, la
conversación continuó y si mal no recuerdo yo dije que por el día,
la hora y la composición masiva de audiencia de mi programa había
elementos de política o religión —por ejemplo— que yo no tocaba
porque podían
disgregar a la familia en el primer momento de la semana en que
podían estar todos juntos.
GENTE: Esa dase de temas — efectivamente— aparecían con frecuencia
en las canciones de la Walsh. Pero ahora siguen apareciendo.
¿Verdad?
MANCERA: Es posible. Pero también es innegable que los tiempos
cambian. Durante aquella cena ni el hombre había llegado a la luna
ni el hombre había inventado una máquina para traer de la luna lo
mismo que habían traído los hombres. María Elena sigue siendo la
misma. ¡Pero cambió!
GENTE: ¿Eso es difícil de explicar?
MANCERA: Vas a ver que no. Yo la conozco desde hace diecisiete años,
y cerrando los ojos la veo una adolescente tímida escribiendo en el
"Bar Florida" sus poemas de "Otoño Inolvidable". Después la recuerdo
en pequeños lugares de París cantando folklore para no más de 30
personas. Pero también me la imagino en un reportaje, que por
casualidad le hice en "Sábados Circulares", muriéndose de miedo
frente al público. Y, aunque sus temas sean bien claros, aunque las
palabras que dice son perfectamente entendibles, ese miedo hace que
se forme una barrera entre el público y la artista. Ahora María
Elena canta lo mismo, dice lo mismo, pero ha roto la barrera del
gran público. Lo probó en el recital junto a Serrat —que se realizó
en el Luna Park— y también en los últimos sábados en mi programa,
donde pese a la opinión de todos los entendidos tuvo un rating
superior al de Sandro.
GENTE: Honestamente. ¿Mancera creyó tanto como eso en María Elena
Walsh? ¿Esperaba una victoria sobre nada menos que Sandro?
MANCERA: Es difícil decirlo. Yo a Sandro lo respeto mucho, como que
debutó en mi programa como solista en 1962 y yo lo defendí —él lo
reconoció públicamente— cuando algunos ejecutivos lo criticaron por
los movimientos que hacía en cámara...
GENTE: Hablando de ejecutivos. .. ¿"Los ejecutivos" hubiera sido
éxito en tu programa TAMBIEN hace dos años? ¿Sí o no?
MANCERA: Creo que no. La palabra no tenía sentido para el pueblo.
Hoy se dice "ejecutivo" y ya se sabe qué quiere decir. Tal vez sea
por eso, por un sentido u olfato de lo que el pueblo sabe y quiere,
que algunos artistas tienen éxito en "Sábados Circulares" y no fuera
de mi programa, aunque parezca presuntuoso lo que digo. ..
GENTE: Eso es indudablemente una pericia técnica que se adquiere con
muchos años de experiencia de programas de audiencia masiva. ¿Hay
alguna forma de regular, controlar o medir esa comunicación con el
público?
MANCERA: Como primera medida, hay un tipo de artista —tal vez el 90
por ciento— que necesita el calor del público. Por lo tanto yo no
admito que ningún cantante haga "playback", o sea primero grabar la
voz y luego doblarse a sí mismo. Porque el público que está en el
estudio se da cuenta de que lo que está viendo "no es verdad" y de
alguna manera percibe esa frialdad. Tal vez sea la teoría de la
interrelación de inconscientes de Jung lo que permita explicar este
fenómeno. Por otra parte el artista está preocupado por "doblarse"
bien y se olvida de lo que está cantando. Y entonces su rostro no
transmite realidad. A veces —tengo ejemplos recientes en un programa
musical— sonríe cuando en la letra habla de un tremendo drama.
Cuando Raphael debutó en Argentina nadie creía en él: lo habían
visto en playback y un temperamental como Raphael se "enfría" mucho
en ese mecanismo. Hoy Raphael es quien es y reconoce aquel comienzo
en "Circulares". Reconozco, además, que cuando yo creo en el artista
hago un trabajo de ablande en las primeras presentaciones para que
él se sienta suelto y el público lo reciba como se merece.
GENTE: ¿Mancera nunca se equivoca?
MANCERA: Muchas veces. No quiero hacer nombres, pero a veces me
equivoco yo y otras se equivocan los discos. En el caso de un
cantante centroamericano lo contraté por un disco —a veces pasa esto
con las figuras extranjeras, hay que conocerlas por lo que graban,
aunque en mi programa vayan a actuar en vivo— y lo lancé pensando
que sería el "golazo" del año. No pasó nada, porque del disco a la
realidad había un abismo.
GENTE: Volviendo a María Elena y a aquella cena, todo esto quiere
decir que en dos años hubo tres cambios: suyo, de María Elena y del
público.
MANCERA: ¡Y del mundo entero! Creo que el cambio de María Elena ya
quedó aclarado. El cambio del público es lógico; se va transformando
en forma elíptica a través de los años. Te doy un ejemplo: cuando
cenamos, en aquel entonces, mi opinión sobre los conjuntos "beat"
era CERO. Componían una minoría que cantaba en inglés sin saber el
idioma y para un público que pretendía un cambio, pero todavía no
sabía adónde ir. Cuando los conjuntos empezaron a cantar en
castellano, con temas escritos para nuestra idiosincrasia, y no
traduciendo, y además se fue delimitando el muchacho de barba y pelo
largo por convicciones del melenudo por sucio y vago, el pueblo los
fue entendiendo. Y yo —que pretendo cada día ser más pueblo—
honestamente comencé también a entenderlos. Entonces no tuve
inconveniente en ponerlos en mi programa; yo había cambiado de
criterio, es verdad, pero el cambio principal se había dado primero
en los artistas y en el público. De la misma manera se puede
entender lo de María Elena Walsh...
Ha sido una explicación clara y por demás interesante. Hablando de
"entender", puede decirse que los mecanismos del mundo del
espectáculo no son tan fáciles de "entender" ni de dominar, y que
quienes los manejan saben bastante bien con qué bueyes aran. Pero no
es momento para recuerdos agrios sino para un gran aleluya porque
—sea como sea— María Elena Walsh está ahora enfrentada al pueblo y
le canta sobre el osito Osías, sobre el Pequeño Larousse Ilustrado y
sobre Ramos Mejía. Era hora.
ROLANDO HANGLIN.
Fotos: JUAN MESTICHELLI.
Revista Gente y la Actualidad
22.10.1970
ESTO SE DIJO EN 1968
(Fragmentos de "LARGA CENA Y CHARLA CON CUATRO MONSTRUOS",
21/11/68).
COSAS QUE DIJO MARIA ELENA WALSH: El artista debe pagar su precio
por comunicarse. El mío es trabajar poniendo lo mejor que tengo.
Incomunicarme seria industrializarme, empobrecer la propia
creación... Por ejemplo, a la televisión yo no le intereso para
nada... Mancera no me llama nunca.. . Una vez me hizo un reportaje,
pero yo estaba en el estudio de casualidad, toda desarreglada y
lógicamente me puse dura... A mí siempre me faltaron representantes,
debe ser por eso que dicen ustedes de que tengo "tanto talento"...
no ingresé en el mecanismo de la fama...; vos, Pipo, que además de
hombre de televisión sos periodista, lo debés saber bien... Yo hace
mucho que trabajo en lo mío con todo el arte que puedo..., recién
ahora me descubren porque una mujer me ofreció su teatro para
actuar, el Regina, en principio por una semana. Gran boom, grabo un
long-play, hago un espectacular y después se acaba todo. No fui
invitada a trabajar al 13. Vos, Pipo, no me llamaste. .. Ustedes me
preguntan si me considero "cantante profesional". Yo les digo que sí
en cuanto a cumplir con mis obligaciones de trabajo. Pero no en
cuanto a mecanizarme. Defiendo mi creación, le escapo a la rutina.
El público de televisión me interesa, claro, pero mucho más mis
discos y mis libros...
COSAS QUE DIJO PIPO MANCERA: Sabés bien, María Elena, que aunque
estoy en el 13 soy independiente. Además soy un fanático, un
estudioso de los ratings, que son un exacto termómetro de la
comunicación. Pienso que aunque creas lo contrario vos podés
compartir tu talento con el telespectador. .. Cuando te hice aquel
reportaje estabas toda dura como estás dura ahora. . . Eso es lo que
hay que vencer; crear de la forma que sólo vos podés hacer y
mantener una continuidad en tu trabajo. Eso no es comercializarse.
.. Te repito que mi programa está a tu disposición... ¿Quién te
dice? De esta charla puede salir un contrato. ..
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María Elena Walsh
María Elena Walsh y "Pipo" Mancera |
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