Revista Gente y la actualidad
29 de agosto de 1968 |
COMENZO CON UNA FIESTA PROMOCIONAL; SIGUIO CON UNA NOTA ESCANDALOSA
Y CULMINO CON UNA CLAUSURA QUE SORPRENDIO A TODOS LOS PORTEÑOS.
El hecho de que en la noche del miércoles la boîte "Mau-Mau" haya
sido clausurada no va a alterar el curso del mundo, no hay dudas,
pero si nosotros le damos tanta importancia a esta nota es debido no
sólo a la información periodística en sí sino a todo lo que puede
haber detrás del asunto. El calificar de injusticia a lo ocurrido
esa noche no es producto solamente de saber a través de tres años
que "Mau-Mau" es el lugar menos indicado para que ocurra ese tipo de
cosas que se le imputa sino también de haber estado presentes cuando
fue la famosa fiesta de "los infieles", causa del escándalo. Ese
martes había unas 500 personas que se comportaron con absoluta
normalidad. Se había declarado "canilla libre", lo cual no era nada
nuevo, y se tomaron unas 80 botellas de whisky, lo cual no fue
ningún record para este tipo de fiestas. Tampoco puede, decirse que
fue la más divertida de sus similares ni cosa parecida. Había mucha
gente de la llamada "mayor" y gente respetabilísima como el
subsecretario de Economía, Enrique Folcini, que estaba acompañado
por su esposa. Si a alguien se le hubiera ocurrido decir a las
cuatro de la mañana, cuando todo terminaba, que por esa fiesta se
clausuraría el lugar al otro día con seguridad que la carcajada de
menor potencia de quien lo escuchara lo estamparía en alguna pared,
junto a los colmillos de elefante o a algún tótem. Pero a nadie se
le ocurrió, claro. A pesar de lo cual sucedió. Una brigada de la
Municipalidad encabezada por el Director de Espectáculos y
Diversiones de la Municipalidad, coronel José Bernardo Tabanera,
acompañados por una comisión policial "por las dudas" (?), llegó a
"Mau-Mau" el miércoles y a los pocos minutos —serían las doce de la
noche— desalojaba el lugar y le cruzaba en su puerta la franja
ingrata de "clausurado". Luego nos diría el coronel Tabanera, entre
otras cosas que consignamos aparte: "Ese es un lugar respetable, si,
pero la culpa la tienen los dueños por haber permitido que
sucedieran cosas como las que muestran esas tres fotos. Si ellos
dicen que el lugar estaba alquilado para una fiesta, igual siguen
teniendo la culpa. Es como si a un sacerdote un día se le ocurre
hacer un baile en la iglesia: la iglesia será muy respetable, pero
la culpa la tendría él..." El caso es que los supuestamente
culpables han emitido ya dos solicitadas repudiando lo sucedido y
piensan entablar diversos juicios. Los abogados de "Mau-Mau" son el
Dr. Bruno Quijano (Ex-secretario de Justicia de la Nación durante el
gobierno de Frondizi) y el Dr. Juan Larrechea (Ex presidente del
Banco Nación; ex presidente del Banco Industrial; ex interventor en
Córdoba durante el gobierno de Guido). Mientras tanto —hasta el
martes 27— la boîte continuaba cerrada y las gestiones por abrirla
continuaban, ya que el miércoles 28 tenía que realizarse la fiesta
de los modelos, cuya presidenta —María Marta Lagarrigue— estuvo la
noche de la fiesta "infiel" y recuerda: "uno de los comentarios que
me hizo mi marido fue que no pasó nada del otro mundo. Y tenía
razón. No sólo no vi que pasara nada como lo de las fotos sino que
ni siquiera había ambiente divertido. Francamente no creo que las
fotos publicadas en el diario fueran muy naturales porque alguno de
nosotros tendría que haber visto algo de eso y ni yo, ni mi marido,
ni Ante Garmaz, ni Luis Rusconi, ni Mora Furcado, que formaban
nuestra mesa, vio algo parecido. Cuando nos íbamos comentábamos que
esa fiesta parecía haber sido preparada por la Acción Católica, así
que dese una idea..." Otra modelo que estuvo esa noche —Mora
Furcado— también habla: "Lo que más recuerdo es que había gente
vestida con muy mal gusto y muy poca animación. Tocaban música de
charleston de vez en cuando porque decían que era para dar el clima
de los "años locos", pero si los "años locos" eran así como se
mostró esa noche, se debían aburrir mucho, palabra. Considero que el
cierre es algo absolutamente injusto. Y no lo entiendo." Por otro
lado, el Secretario de Abastecimiento y Policía Municipal, Héctor
Femando Guevara, hacía declaraciones en el sentido de que: "... es
inadmisible que una empresa invite a festejar algo promoviendo a la
infidelidad. Así se promueve la traición a la familia, la Patria y
todo lo sagrado. Con eso se persigue la disolución nacional..." Sin
lugar a dudas la cosa no daba para tanto. Si se dice esto en un caso
como el que tratamos habría que inventar palabras nuevas para un
verdadero problema. Y, francamente, hay verdaderos problemas; así
que uno no se imagina cómo hará para calificarlos. Es bueno poner
algo en claro a esta altura: si toda la fiesta de los cigarrillos
"Master" hubiera tenido el nivel erótico que demuestran las tres
fotos publicadas en "La Razón" del miércoles 21, la Municipalidad o
el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Villa Ortúzar, si es que cabe,
hubieran tenido motivos más que suficientes para clausurar
"Mau-Mau". Pero no hay uno solo de los testigos entrevistados —de
los que muchos debimos omitir por falta de espacio— que diga haber
visto siquiera algo similar. Como en un juego del absurdo todos
insisten en la cancioncita de "era una noche más". Lo que pone las
cosas ya no en su punto normal sino en lo opuesto por completo.
Quedan entonces dos alternativas: 1) los causantes de la clausura se
guiaron tan sólo por tres fotografías que por lo visto fueron
"armadas" posiblemente sólo con ganas de "inflar" la nota
periodística o 2) la Municipalidad quiere lograr que el ruido de
Buenos Aires siga siendo tan ruido como siempre y no le perdonó a
"Mau-Mau" que por una noche estuviera aburrida, razón por la que la
clausuró como penitencia, Pero no. El decreto municipal firmado por
el intendente Manuel Iricíbar y dado a conocer por el informe Nº
98/8 dice bien clarito que el cierre preventivo se produjo porque
"... a través de la publicación aparecida en el diario
"La Razón" del 21 del corriente, han tenido estado público graves
actos atentatorios contra la moralidad y las buenas costumbres,
motivo por el cual..." Es muy probable —esperamos— que la
Municipalidad haya actuado algo apresuradamente pero de buena fe
después de todo. Es probable que los cigarrillos "Master" o la
agencia que los publicita no tenga nada que ver con todo esto. Es
probable que lo único que buscaba "La Razón" era dar una imagen más
divertida de una fiesta aburrida. Es probable que no haya a quién
culpar, pero el hecho bien claro y real es que el saldo de todo esto
no fue nada simpático: uno de los aparecidos en las fotografías fue
despedido de su empleo a raíz de ese hecho; los dueños de "Mau-Mau"
podrán volver a abrir la casa pero comprobaron cómo un error pateó
sin miramientos a sus meticulosos cuidados de tres años de mantener
imagen y usted tuvo que enterarse de todo esto leyendo esta nota que
—francamente— no fue nada agradable tener que escribir. Ahora ya lo
sabe.
Víctor Sueiro
ESTO ES IMPORTANTE
En las fotografías publicadas —que son tres— los protagonistas
aparecen en situaciones bastante extrañas y eróticas. En una de las
fotos es notorio, para cualquiera del ambiente periodístico, que la
mujer tiene un retoque en el pelo, de manera tal que no se ve ni su
cara ni la del hombre que está con ella. En otra foto, la que
aparece con una pollera tipo "tu-tu", es una de las que ofrecían
cigarrillos Master así vestidas y estaban trabajando. En la tercera
foto aparece un camarógrafo de Lowe, Emelco, con una mujer que viste
botas y está sentada en sus rodillas, besándolo. Hablamos con él
luego de ubicarlo. Dijo:
—Por favor, no den mi apellido porque eso va a terminar de
perjudicarme...
Es bueno destacar que aunque el reporteado lo pida es muy difícil
que uno acceda a no publicar su apellido en casos como éste, pero en
esta situación en especial no lo hacemos porque el camarógrafo de
Lowe ya tiene bastantes problemas: debido a la publicación de esa
foto ha sido despedido de la empresa en la que trabajaba. Tiene 20
años, aún no ha hecho el servicio militar, se le enronquece la voz
cuando dice que quizás esto le haya cortado su carrera, y —esto es
lo más tragicómico del asunto— la mujer que estaba sentada en sus
rodillas era su esposa.
—El fotógrafo me dijo si quería sacarme una foto con mi mujer para
guardármela de recuerdo. Le dije que claro. Entonces me dijo que
hiciéramos una foto distinta, que después de todo era mi mujer, y él
indicó cómo debíamos ponernos. Así fue todo. Nunca habló de que se
fuera a publicar. Ahora tengo, desde el viernes, un telegrama en el
bolsillo donde se me anuncia que estoy despedido.
LOS INFIELES
L a fiesta en la que se sacaron las "fotos del escándalo" fue
organizada por Ricardo de Luca - Publicidad Tan, para festejar el
triunfo de uno de sus clientes, los cigarrillos "Master 91". Estos
cigarrillos —lanzados al mercado bajo el pseudónimo publicitario de
Los Infieles— motivaron favorablemente al consumidor, ya que en sólo
45 días estaban ubicados segundos en el mercado tabaquero. Este
hecho era precisamente lo que se festejaba el martes 20 en
"Mau-Mau". Roberto Jorge García Barros, director de la agencia
publicitaria en cuestión, estuvo aquella noche en la fiesta. Y dice:
—Le puedo asegurar que no pasó nada. En un momento dado uno pensaba
que estaba en un casamiento...
—¿Conoce a los que salieron en las fotografías?
—Mire, yo tengo sobre mi escritorio 300 fotografías de aquella noche
y lo invito a que las mire una por una para ver si encuentra una
sola aunque sea que muestre una situación fuera de lugar. Esas fotos
no fueron naturales, las armaron no sé por qué de esa manera. Fíjese
que el único medio informativo que dio a publicidad fotos de ese
tipo fue "La Razón". Si eso hubiera sucedido realmente no me va a
decir que sólo un fotógrafo iba a tomar la nota. ¿Los demás
fotógrafos qué hacían entonces? No conozco a los de la foto...
—¿La fiesta estaba organizada para dar imagen de real infidelidad
con todo lo que esto acarrea?
—Por supuesto que no. La imagen de "Infiel" es una imagen
publicitaria para los cigarrillos y eso no significa que tuviéramos
que hacer una fiesta orgiástica ni cosa parecida. Yo no sé si hay
mala fe detrás de todo esto, pero prefiero pensar que no y atribuir
todo a una equivocación. Había mucha gente mayor esa noche y mucha
gente respetable al máximo, como el ex-ministro de Economía Alemann
y el actual Subsecretario de Economía, Enrique Folcini. ¿Qué le
parece?
LOS TESTIGOS DE LA NOCHE NEGRA DE "MAU-MAU"
JOSE LATALISTE, uno de los dueños del lugar, 30 años, soltero:
"Estoy tremendamente amargado y no entiendo cómo pudo pasar algo
así. Hemos cuidado tanto la imagen del boliche y ahora un error
—porque no puedo llamarlo de otra manera— nos empaña todo de esta
manera. Mi hermano Alberto está en Nueva York terminando de hacer
los arreglos pare la instalación de la "Mau-Mau" neoyorkina que
también será nuestra. Cuando hablé por teléfono con él y le conté no
podía creerlo. Cualquiera que haya venido al boliche sabe que jamás
pasan cosas como las que se mostraron en la fotografía. Soy el
primero en repudiar lo sucedido y así lo hice saber en dos
solicitadas. La noche de la clausura llegaron de la Municipalidad y
yo no entendía lo que me estaban diciendo. ¿Clausurar "Mau-Mau"? Me
mostraron el diario y recién entonces lo vi. Debo reconocer que la
gente de la Municipalidad se portó muy bien aquella noche. Me
decían: "Discúlpenos, estamos a su disposición, créanos que lo
lamentamos muchísimo". Me dijeron que me tomara el tiempo que fuera
necesario para retirar el dinero o contar la mercadería o lo que
fuera, que ellos esperarían. Se portaron como duques, es verdad.
Hablé después con el intendente Iricíbar y me dijo: "Yo tomo la
responsabilidad de la clausura. Mis propios hijos van a "Mau-Mau",
pero con las fotos publicadas no nos quedaba otra alternativa. Lo
siento". Espero que todo se arregle. (Esto era el día martes 27).
MARIA ELENA SANTANA, 25 años, casada, publicista, dos hijos: "Llegué
el miércoles a la noche a "Mau-Mau" cuando eran recién las 11 y 5.
Acababan de abrir. Estábamos charlando con José Lata liste
precisamente de la fiesta de la noche anterior cuando a él lo
llamaron del bar. De repente se paró la música y José habló desde un
micrófono para los pocos presentes que allí había debido a lo
temprano de la hora. Dijo: "Mau-Mau" no acostumbra a hacer
paréntesis, pero esta vez es necesario. Debido a una publicación de
fotos en un diario de la tarde debemos cerrar ahora mismo. Les pido
mil disculpas y lo único que puedo agregar es que los espero lo más
pronto posible..." Nos dio mucha lástima a todos.
Abajo había dos patrulleros llenos de policías que no salieron. Un
coronel, según decían, y varios de civil evacuaban a la gente y al
personal. No podíamos creerlo cuando vimos cruzar la faja de
"clausurado" en la puerta de "Mau-Mau".
RAUL MOLINA, dueño-gerente de la agencia publicitaria Havas-Molina,
30 años, abogado:
"La noche anterior yo no fui a la fiesta porque era un día de
perros, pero ese miércoles estaba delicioso y decidí ir a tomar una
copa a "Mau-Mau" con algunos amigos. Todo sucedió muy rápido; José
habló disculpándose y pronto estábamos todos en la calle y el lugar
clausurado. Lo que más me dolía de todo eso era la injusticia de
elegir a "Mau-Mau" cuando todo el mundo sabe que es garantía de
orden. Me apené por los Lata liste que siempre cuidaron tanto la
imagen del boliche. Es una incongruencia que pase esto cuando hay
tantos boliches en el bajo o aquéllos en los que hasta es necesario
que se presente la policía y allí no pasa nada. Junto con la policía
venían fotógrafos y cronista del diario "Crónica", aquella noche.
Fue todo muy raro..."
"Yo cerré Mau-Mau, si señor"
Hace tres meses que el coronel José Bernardo Tabanera ocupa el
enorme despacho del piso 12 de Cerrito 313. Hace tres meses que es
director de Espectáculo Públicos y Diversiones de la Municipalidad
de Buenos Aires. Es probable que pase a la historia cotidiana de la
ciudad como el hombre que cerró "Mau-Mau".
—Yo cerré "Mau-Mau", sí señor.
—¿Y por qué?
—Porque estoy aquí para defender la moral y las buenas costumbres y
así trato de cumplirlo para el bien de todos.
—Sí, pero ¿cuáles son los argumentos legales?
—La publicación de unas fotografías en el diario "La Razón" fue lo
que nos movió a clausurar la boîte. Ese tipo de cosas no puede pasar
en Buenos Aires...
—Pero hay gente que estuvo esa noche y dice que no pasó nada de eso,
que todo era normal y las fotos fueron armadas...
El coronel Tabanera es Casado desde hace 29 años. No tiene hijos,
pero asegura que sobrinos suyos han ido varias veces a "Mau-Mau"
antes de aquella noche.
—Eso no nos interesa a nosotros. Los hechos estaban claros en el
diario y no hubo dudas.
—Yo no digo que esa boîte sea así siempre, nada de eso. Sé,
inclusive, que mucha gente deja allí a sus hijos y ellos van a otros
lados. Mucha gente respetable. Si ellos lo hacen es porque tienen
confianza en el lugar, pero debían haberse cuidado los dueños de que
no sucedieran cosas como las de las fotos.
—¿Y si las fotos fueran preparadas?
—Eso es algo que deben probar los dueños de "Mau-Mau" ante el juez.
¡Cómo no íbamos a intervenir! ¿Dónde se vio que manden una
invitación adonde dice —entre otras cosas— que uno debe ser
infiel...?
—Es un argumento publicitario.
—Nada de eso. Si uno empieza a ser infiel así corre el grave riesgo
de terminar siendo infiel a la patria misma y a las doctrinas de
hogar, familia, Dios.
—Pero lo del lema es sólo publicidad.
—Ya vamos a arreglar eso también. Empezamos con esto pero le llegará
muy pronto el turno a la publicidad. Haremos una campaña
moralizadora y tendrán que omitir toda publicidad de tipo
pecaminoso. Yo no soy un puritano, pero quiero que esta ciudad siga
siendo una isla de decencia en el caos del mundo entero.
—¿No piensa que su exagerada severidad se debe a su condición de
militar?
—No. Yo hubiera hecho lo mismo si tuviera mis creencias y fuera un
civil. Lo que pienso es que como no soy un municipal de carrera y no
me agarro de este puesto como sea, eso me evita tener compromisos
con cualquiera y rae deja guiarme por mi conciencia. Hay 45
inspectores de espectáculos que recorren Buenos Aires y son
suficientes para mantener todo en orden. Con libertad, pero con
orden.
—¿Hay alguna razón por la que usted mismo encabezó la brigada de la
Municipalidad que clausuró "Mau-Mau"?
—Era un paso importante y yo asumo la responsabilidad.
—¿No pensó que dejaba sin su lugar habitual de distracción a muchas
autoridades nacionales que suelen ir allí?
—Al contrario, pienso que cuando la vuelvan a abrir irán con mayores
garantías que nunca.
—¿Usted fue alguna vez a "Mau-Mau"?
—Sí, a clausurarla. Es un lugar agradable...
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"Yo cerré Mau-Mau"
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José Lata liste en el centro |
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