Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

 


Miércoles 12: paro general y concentración de apoyo al gobierno
Perón: una severa advertencia
Revista Siete Días Ilustrados
23.06.1974

Como respuesta al enérgico discurso pronunciado horas antes por el presidente argentino, una multitud se volcó en la Plaza de Mayo para respaldar la política oficial. El líder agradeció esa movilización y fustigó a quienes sabotean el proceso de reconstrucción.

Al cierre de esta edición todavía resonaban en las calles céntricas de Buenos Aires las marchas y estribillos coreados por las columnas que se desconcentraban desde la Plaza de Mayo. Minutos antes, desde los balcones de la Casa Rosada, el teniente general Perón expresaba a la multitud que colmaba las inmediaciones: "Esta concentración popular me da a mí el respaldo y la contestación a cuanto dije esta mañana". Aludía, claro está, al discurso pronunciado hacia el mediodía del miércoles 12, donde denunció el sabotaje sistemático que realizan quienes se oponen al proyecto de reconstrucción nacional.
En uno de los pasajes de esa alocución, el presidente argentino había reiterado una advertencia ya planteada meses atrás: "Cuando acepté gobernar, lo hice pensando en que podía ser útil al país, aunque ello implicaba un gran sacrificio personal. Pero si llego a percibir el menor indicio que haga inútil ese esfuerzo, no titubearé un instante en dejar este lugar a quienes lo puedan llenar con mejores probabilidades". Poco después, como respuesta a esa advertencia, la CGT y las 62 Organizaciones decretaban un paro general de actividades en apoyo al primer mandatario, y organizaban una concentración frente a la Casa de Gobierno. Unas 80 mil personas — en su mayoría, obreros de la Capital Federal y del Gran Buenos Aires— se hicieron presentes para ovacionar a Perón cuando a las diecisiete y quince horas se hizo presente en uno de los balcones.
Para comprender la significación del encuentro entre el líder y su pueblo, convendría analizar su discurso del mediodía: una llamada de atención para quienes, desde diferentes terrenos, centran sus baterías sobre las rutas principales que transita el Gobierno. A continuación, los párrafos más clarificadores:
• "Todos hablan de que fuerzas foráneas e interiores trabajan por crear tratos a la decisión tomada, pero pocos se ponen al servicio en defensa de esa buena causa; y no hablo de los opositores sino muy especialmente de los propios partidarios, que poco hacen de efectivo para asegurar la pacificación y realización de lo que debe ser el empeño de los verdaderos argentinos".
• "Nunca engañé al pueblo, por quien siento un entrañable cariño. Ese es el sentimiento (...) que me ha dado fuerzas para seguir adelante, en medio de las diarias acechanzas y conjuras ridículas de quienes sueñan con un pasado imposible, como de los que desean apurar las cosas".
• "Hay pequeñas sectas, perfectamente identificadas (...) que están saboteando nuestra independencia y nuestra independiente política exterior: son quienes intentan socavar las bases del acuerdo social, forjado para lanzar la Reconstrucción Nacional".
• "A pocos meses de asumir ese compromiso clave, pareciera que algunos firmantes de la Gran Paritaria están empeñados en no cumplir con el acuerdo (...) Yo los califico como minorías irresponsables y los acuso de saboteadores."
• "Frente a esos irresponsables, sean empresarios o sindicalistas, creo que es mi deber pedirle al pueblo no sólo que los identifique claramente, sino también que los castigue como a todos los enemigos de la liberación nacional (.. .). Los funcionarios oficiales que hayan violado el acuerdo tendrán su sanción".
• "Algunos diarios oligarcas están insistiendo, por ejemplo, con el problema de la escasez y el mercado negro. Siempre que la economía está creciendo y se mejoran los ingresos del pueblo —como sucede desde que nos hicimos cargo del poder— hay escasez de productos y aparece el mercado negro. Lo que subsistirá hasta que la producción se ponga a tono con el aumento de la demanda".
Más adelante, refiriéndose a los consumidores que aceptan pagar más de lo fijado para cada producto, señaló: "El Gobierno no puede estar cuidando el bolsillo de los zonzos que hacen el juego a los especuladores".
Sobre le sucesión en el Gobierno, puntualizó: "El único sucesor será el pueblo argentino que, en último análisis, será quien deba decidir".
Sobre el problema de la televisión: "El Poder Ejecutivo que es quien debe decidir al respecto, ha mantenido una conducta prudente que, lejos de despertar intranquilidad, ha servido para que los órganos publicitarios, al servicio de otros intereses que no son los del país, lanzaran las más incomprensibles versiones".
Sobre la Universidad: "Quería su ley, la tiene y está en plena organización normalizados. ¿A qué seguir agitando un asunto terminado en lo sustancial?"
Sobre el Modelo Nacional: "Ya se comienza a hablar de cooperativismo, asunto en el que ni siquiera hemos pensado".
Por último, sostuvo que ninguna campaña psicológica puede tener éxito si los "bienintencionados no defeccionan y apoyan efectiva y dinámicamente al Gobierno en sus realizaciones". Y no fue casual que, a renglón seguido, aclarara: "'Este apoyo no debe ser pretoriano, sino inteligente y franco, apoyando lo bueno y señalando lo malo". Lo reiteró hacia el fin de su discurso de la tarde: "Nosotros, frente al engaño y la violencia, impondremos la verdad, que vale mucho más que eso".

La cobertura periodística de la concentración fue realizada por los siguientes fotógrafos: Hugo Pérez Campos, Mario Paganetti, Daniel León, Eduardo Nuñes y Osvaldo Varone. Por razones de cierre fue necesario prescindir de buena parte del excelente material cosechado.

 

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Juan Perón
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Perón - Isabel - Gelbard
Juan Perón
Perón se dirige al balcón