Mágicas Ruinas
crónicas del siglo pasado

CARNET DE SU ARTISTA PREFERIDO
Hugo Marcel
—¿Nombre artístico
—Hugo Marcel,
—¿Nombre propio?
—Horacio Cárpena.
—¿Nacido en?
—Barrio de Flores, de la Capital.
—¿Fecha?
—13 de mayo de 1942.
—¿Nombre del padre?
—Eduardo.
—¿De la madre?
—María.
—¿Estado civil?
—Soltero.
—¿Estatura?
—1.73.
—¿Peso? 
—63 kilos.
—¿Color del cabello? .
—Castaño oscuro.
—¿De los ojos?
—Pardos.
—¿Cómo se inició?
—En el año 1954, a la edad de 12 años. Mi hermano Eduardo y mi amigo Pedrito Pellicer me invitaron a cantar en un homenaje que se le tributaba al famoso arquero de Boca Juniors, el "Gato" Julio Elías Musimessi. Fué la primera vez. —¿Qué tangos interpreta?
—Por ahora, los que me elige el maestro Fresedo.
—¿Sus compositores preferidos?
—Arolas, Bardi, Fresedo, Delfino, Di Sarli, Cobián, Charlo y Marianito Mores.
—¿Y los letristas?
—Discépolo, Manzi, Cátulo Castillo, Cadícamo y Emilio Fresedo.
—¿Sus orquestas predilectas?
—Osvaldo Fresedo, Carlos Di Sarli y Horacio Salgan, cuando tenía su conjunto típico.
—¿Cuál es su "hobby"?
—Dibujo, música, lectura y natación.
—¿Le gusta beber?
—Lo necesario.
—¿Y fumar?
—No.
—¿Qué comida le agrada más?
—Arroz a la valenciana y ravioles caseros. Los prefiero preparados por mi madre o por mi hermanita.
—¿Qué le hubiera gustado ser?
—Lo que soy ahora: el cantor de Osvaldo Fresedo.
—¿Su paseo favorito?
—Cualquier lugar de mi tierra, especialmente en un "Pipper" o en un yate de color blanco. ¡Son mi locura!
—¿Su frase habitual? 
—Lindo, lindo... ¿Todo en orden?
—¿Qué grabaría en la puerta de su casa?
—"Enhorabuena, amigos".
—¿Cuántos discos grabó?
—Mis primeros cuatro, con Fresedo, para el sello Columbia.
—¿En qué orquestas actuó?
—Con Roberto Rufino, Elsa Rivas, Miguel Caló, Leopoldo Federico y con el autor de "Vida mía".
—¿Algo curioso en su vida?
—Actuaba con el maestro Osvaldo Fresedo en un baile del Club Vélez Sársfield, cuando unas chicas me preguntaron lo siguiente: "¿Usted conoce al pibe Hugo Marcelino, que cantaba con el binomio Rufino-Rivas? Es el hijo del "gordo" Federico?". Yo fui el primer sorprendido, pero al explicarles que Marcelino y Marcel eran una misma persona, y que esa persona era yo, casi se desmayan... ;Ah! Aproveché la oportunidad para presentarles a mi padre, que también fué cantor, en los tiempos de Angelito Vargas...
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Lo que nunca se dijo de EDMUNDO RIVERO
HACE pocos días tuve conocimiento de un episodio, que de inmediato lo consideré digno de figurar en este rosario de cosas ignoradas de nuestros ídolos, el cual pinta de cuerpo entero las condiciones de uno de ellos, como también el hecho de que al público cuándo se le brinda nuestra música fielmente interpretada, no hay temor de que pueda volcarse hacia los ritmos foráneos, y que conste de que todo esto que relato a continuación, su protagonista no sabía que iba a publicarse, pues proviene de terceros. Juntamente con Alfredo Dalton, Oscar Larroca y Jorge Moreira concurrí a un club invitado por el amigo Jorge Vilela, y allí sus dirigentes me contaron cómo fué el "fato". Tiempo atrás contrataron al "Feo", pero divino Edmundo Rivero, las autoridades del club 9 de Julio, sito en Jujuy 1700, de Villa Argerich, en Lanús, y quiso la mala suerte de que la noche se presentara con perspectivas de lluvia, por lo cual bastante gente no se animó a concurrir, pues era al aire libre. A los pocos instantes comenzó a llover, por lo que la gente comenzó a taparse con pilotos, paraguas, etcétera, pero sin moverse de su sitio. Así fué como "la voz mayor del tango", ante el delirio de ese público, entonó 9 canciones, siendo sacado del escenario poco menos que en andas en medio de la lluvia. Es que así quiere el pueblo a su tango e intérpretes, pero no termina todo aquí. En el momento de percibir el importe dé su actuación, el "Feo", emocionado por los aplausos y teniendo en cuenta la modestia de la institución, resolvió donarles el 50 por ciento de lo que cobraba. El pueblo junto a su ídolo, que dejó allí, en el club 9 de Julio, su recuerdo para siempre con un gesto que lo honra, y esto, señores, nunca se había dicho de Edmundo Rivero!
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EDMUNDO RIVERO CON TANGOS DE DISCÉPOLO
EDMUNDO RIVERO es un prestigioso representante del alma popular, y cumple fielmente su mandato sagrado de pregonar a través de la radio y del disco —medios excepcionales de vinculación colectiva— el espíritu de los tangos inolvidables de Homero Manzi, Celedonio Flores y Enrique Santos Discépolo, el gran (filósofo "callejero que tuvo Buenos Aires, y cuya genial producción ha de perdurar por su calidad asombrosa, por el mensaje que cada una de sus obras contiene y por la irónica crudeza con que supo tratar el problema ajeno, o quizá, propio.
CAPTADO POR EDMUNDO RIVERO EN UN L.P.
El gusto del pueblo significa todo para el gran cantor, y dispuso registrar en un "long play" para el sello Philips, doce temas pertenecientes al querido y malogrado "Discepolín", secundado por una orquesta dirigida por el pianista y compositor Héctor Stamponi. El disco contiene entre otros títulos archiconocidos, el que se supone —no está probado— el tango póstumo de Enrique Santos Discépolo, es decir, "Fangal". En principio, salvo algunos detalles de orden técnico —Rivero, en exagerado primer plano, y la orquesta "desaparece"— esta grabación que entraña un respetuoso homenaje del artista a Discépolo y a sus tangos, enriquecerán las discotecas de todos los amantes del cancionero popular.

revista Cantando
16/02/1960

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