Revista Periscopio
05.05.1970 |
El vital complejo Zárate-Brazo Largo, una obra que insumirá noventa
millones de dólares y dará el golpe de gracia al aislamiento
mesopotámico, sigue postergado por la burocracia. También por otras
razones, quizá más graves.
La adjudicación de los trabajos está bloqueada hace catorce meses, a
pesar del carácter prioritario que el Gobierno nacional otorgó al
complejo ferrocarretero, una vía de comunicación que atravesará los
andurriales del alto Delta del Paraná, vinculando directamente el
Sur entrerriano con el gran mercado consumidor de sus productos: la
macrocéfala Buenos Aires.
Zárate-Brazo Largo, a diferencia del túnel subfluvial, ya
habilitado, y del puente que unirá Corrientes y Barranqueras —otros
dos esfuerzos destinados a superar la barrera del Gran Río—, será la
primera experiencia argentina en materia de peaje privado. Pingüe
negocio para la empresa que obtenga el contrato: el Estado garantiza
un ingreso anual para eliminar cualquier riesgo de pérdida en la
aventura, una vez que el sistema entre en funcionamiento.
La puja entre las firmas que pretenden obtener el apetitoso contrato
promete un final agitado. Hasta cierto punto es natural, puesto que
los intereses en juego son cuantiosos. La semana pasada, impaciencia
e ira consumían al abogado e ingeniero Adolfo Mugica, 73; ex
Canciller de Frondizi (entre mayo y setiembre de 1961), ahora
preside RODOVIAS, una de las empresas interesadas. Es que el jueves
30 expiraba el plazo concedido por el Secretario de Obras y
Servicios Públicos, Armando S. Ressia, para que EASA —principal
competidor de RODOVIAS en la licitación— documentase el
financiamiento ofrecido para ejecutar los trabajos.
EASA está ubicada en el primer puesto del orden de méritos dictado
por el Administrador de Vialidad Nacional, "conforme a las
directivas de la Secretaría de Obras Públicas". Desplazó de la
cumbre a RODOVIAS, que asegura no haber necesitado plazos —como los
concedidos a su rival— para documentar el financiamiento. Cuatro
extensas y contundentes "solicitadas" que aparecieron este año —con
la firma de Mugica— observan el trámite seguido por la licitación y
apuntan directamente contra la empresa rival y contra el Secretario
Ressia. En esencia, sostienen que se está favoreciendo a una firma
—asistida por escurridizos gestores— que no ha podido documentar el
financiamiento
prometido, desechándose a otra que ofreció esa documentación
completa desde un principio.
La empresa de Mugica es un gigantesco consorcio internacional que
incluye a Hochtief, firma alemana que construyó el túnel subfluvial
Santa Fe-Paraná e intervino en el traslado de las ruinas egipcias de
Abu Simbel (Egipto); a Demag, también alemana; a una sociedad
española y al grupo que dirige un ex titular de Obras Públicas,
Julio César Crivelli; la financiación es de Bancos germanos, EASA
asegura estar integrada por capitales argentinos; pero el
financiamiento que procura sería de la legendaria Baring Brothers.
Hay otras dos oferentes: PEAJES ARGENTINOS, subsidiaria de Fiat, y
ZALAZARGO, que comanda el ex Administrador de Gas del Estado,
Esteban Pérez.
• El 27 de diciembre de 1968 se efectúa la apertura, con la
presentación de esas cuatro firmas. En abril de 1969 la Comisión
Especial dictamina: "En primer término y en un mismo pie de
igualdad", figuran rodovías, EASA y PEAJES. Quedaba desechada
ZALAZARGO.
• Pero el 20 de agosto pasado, Vialidad Nacional da a conocer un
nuevo orden de méritos: 1º) EASA ("sin dejar por ello de advertir
cierta imprecisión financiera, que deberá aclararse en la etapa de
las negociaciones"), 2º) PEAJES, 3º) ZALARGO y 4º) RODOVIAS. Acto
seguido, Vialidad fija un plazo de 45 días para concluir las
negociaciones con EASA; si en ese término no se llega al contrato se
trataría con la firma ubicada en segundo término, y así
sucesivamente.
• El 12 de setiembre comienza la gestión con EASA, un mes y medio
después, la Comisión ad hoc anuncia que la firma no presentó "la
documentación que acredite que cuenta con la financiación necesaria
para encarar la ejecución, mantenimiento y explotación de las
obras".
• El 17 de noviembre vencen los 45 días, sin que se haya concluido
el contrato con EASA: deberían iniciarse negociaciones con los
restantes oferentes, según el orden de méritos. Sin embargo, se
otorga un nuevo plazo a EASA.
Ressia, en conferencia de prensa, reconoció en enero pasado que el
17 de noviembre había vencido el plazo, sin concluirse las
tratativas; pero aseguró que "en dos o tres días más", la Comisión
le elevaría el proyecto de contrato. Sin embargo, sólo el 26 de
febrero dirigía a EASA la nota 146-SEOPT/70; le informó que estaba
de acuerdo con los términos del convenio a suscribirse y concedió un
nuevo lapso hasta el 30 de abril. Según parece, hay oposición del
general Juan Carlos De Marchi, quien no desearía invertir 30
millones de dólares en la extensión de la red ferroviaria.
RODOVIAS, en tanto, no se limitó a la publicación de "solicitadas":
impugna las resoluciones dictadas a partir del 20 de agosto —que a
su juicio son nulas—, interpone recursos de revocatoria y
jerárquico, e intenta llegar al propio Presidente de la Nación.
Mugica, en su última declaración, sentencia: "A través de un trámite
anómalo, se está por llegar a la celebración de un contrato
violatorio del pliego, de la ley y de la pública conveniencia, cuya
concreción sólo habrá hecho posible el otorgamiento a uno de los
oferentes, 14 meses después de abierta la licitación, de un
documento oficial —la nota N° 146— que permite a éste gestionar la
financiación con que debió contar al presentar su oferta".
El jueves pasado venció el plazo, los dirigentes de EASA se
entrevistaron con Ressia y, según trascendió, le habrían comunicado
sus arreglos con Baring Brothers; el Secretario de Obras trasladará
esta semana el proyecto de contrato al Poder Ejecutivo, que
finalmente decidirá sobre la licitud de todo el trámite.
La ejecución de las grandes obras de estructura que necesitan
financiación externa se ha convertido en el único negocio de grandes
dimensiones que aún le queda, en este país, a la iniciativa privada.
Se mueven centenares de millones de pesos, y todo depende, en última
instancia, de misteriosos conciliábulos entre las autoridades
públicas y los inevitables gestores. Casi todas las licitaciones de
los últimos tiempos han resultado sospechosas. Es triste que no se
pueda admirar la realización de alguna obra importante, sin que se
oigan murmuraciones que encharcan el honor de funcionarios
oficiales.
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Maqueta Zárate-Brazo Largo |
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Ressia |
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